La compañía Astrobotic, quien fuera la encargada del Proyecto Colmena, misión lunar organizada por la NASA en colaboración con UNAM e IPN, anunció este lunes que su nave espacial "Peregrin 1" había experimentado una "anomalía" luego del lanzamiento exitoso, hecho que mantuvo a investigadores atentos por varias horas.
La misión privada estadounidense para volver a la Luna fue lanzada a primera hora del 8 de enero, sobre un cohete Vulcan Centaur construido por United Launch Alliance (ULA). La misión es celebrar el viaje inaugural del nuevo vehículo de lanzamiento de ULA, así como el módulo de aterrizaje "Peregrin 1", que sería la primera nave con inversión privada que tiene el potencial de llegar a la Luna.
Fueron varios países los involucrados en este proyecto, incluido México, con el “ambicioso" objetivo de llevar diminutos robots para estudiar la superficie lunar, los cuales fueron desarrollados por el Laboratorio de Instrumentación Espacial del Instituto de Ciencias Nucleares de la UNAM.
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Con este proyecto, México ha hecho historia, pues, en palabras de Gustavo Medina Tanco, quien es responsable de la misión y del Laboratorio de Instrumentación Espacial (LINX) del Instituto de Ciencias Nucleares de la UNAM, logró llevar cinco micro robots de 12 centímetros de diámetro que, a partir de la ingeniería, podrán estudiar de primera mano los problemas que existen en el ambiente espacial, así como el tipo de polvo lunar, mejor conocido como regolito, y sus propiedades específicas que podrían afectar o no a las telecomunicaciones.
La "anomalía" en Proyecto Colmena
De acuerdo con los últimos informes de la compañía Astrobotic, luego de que el lanzamiento fuera exitoso, la nave presentó "problemas técnicos" siete horas después, al alcanzar una orientación estable hacia el sol.
"El equipo cree que la causa probable de la orientación inestable del Sol es una anomalía de propulsión que, si se demuestra que es cierta, amenaza la capacidad de la nave espacial para aterrizar suavemente en la Luna", se había informado.
Este hecho puso en vilo a investigadores de la UNAM, quienes mostraron preocupación por los desafíos que cualquier falla podrían significar.
No obstante, el tiempo transcurrió y técnicos de Astrobotic lograron retomar el rumbo de Peregrine 1, dando a conocer que la nave ya se reportaba con batería baja y pérdida de combustible, algo que requirió una maniobra improvisada al reorientar los paneles solares hacia el sol y poder recargar la batería hasta niveles operativos.
“La Junta de Anomalías de la Misión continúa evaluando los datos que estamos recibiendo y está evaluando el estado de lo que creemos que es la raíz de la anomalía: una falla dentro del sistema de propulsión”, dijo la empresa.
Aunque expertos continúan trabajando en la solución de problemas de propulsión en Peregrine 1, la comunicación se ha reestablecido y Astrobotic se encuentra evaluando los perfiles de misión que puedan ser factibles a partir de ahora.