“Temía morir por un disparo de la Policía o de uno de estos tipos que estaban muy nerviosos”, contó Alina, trabajadora de TC Televisión en Ecuador, quien la tarde del martes 9 de enero vivió 30 minutos de terror cuando las instalaciones del noticiero de las tarde fueron tomadas por un grupo de hombre armados alrededor de las 14:15 horas, tomando a los empleados como rehenes.
ÚNETE A NUESTRO CANAL DE WHATSAPP. EL PODER DE LA INFORMACIÓN EN LA PALMA DE TU MANO
La situación que vivió Alina y sus compañeros, periodistas, gente de producción y apoyo, y todos los que estaban en el set al momento del ataque, inició, según contó al medio El País, con el sonido de disparos de arma de fuego que pudieron escuchar desde un par de metros de la recepción del edificio en Guayaquil. A eso le siguieron gritos y golpes a lo largo de los pasillos.
Te podría interesar
En el set, que transmitía la información más reciente sobre la violencia en Ecuador, los presentadores Jorge Rendón y Vanessa Filella, se vieron sorprendidos porque la situación en las calles los alcanzó, los criminales y terroristas habían entrado hasta el frente de las cámaras e interrumpido la trasmisión completamente en vivo.
La jornada de terror que se vivió en TC Televisión se vio en todo el país, donde en diversas ciudades sucedieron ataques con bombas, carros incendiados, balaceras y asesinatos, incluso en las cárceles, 125 guardias y 15 personas del área administrativa han sido secuestradas por los presos.
Te podría interesar
Durante la incursión de los criminales al set, los trabajadores “hicieron silencia, mucho silencio”, esperando escapar de la mira de sus atacantes, sin embargo eso no funcionó, pues estos se acercaron a ellos y comenzaron a golpear la puerta con insultos y amenazas de que nos iban a matar y no nos quedó otra que salir con las manos en alto”, declaró Alina a El País.
Los criminales los golpearon y los lanzaron al piso en el estudio desde donde se estaba retransmitiendo el momento sin precedentes en la historia de Ecuador, el cual fue presenciado por todos los televidentes, quienes vieron cómo un grupo de jóvenes equipados con armas y dinamitas encañonaban a los periodistas, quienes ante el miedo, hacían lo que los criminales mandaban.
Uno de los camarógrafos del set resultó lesionado por una bala, luego de que esta rebotara en el techo, hacia donde los criminales dispararon para infundir miedo entre sus rehenes.
Alina cuenta que “ellos (los atacantes) gritaban ‘somos los Tiguerones activos’ mientras escuchaba los gritos de mis compañeros, los disparos, los golpes en las puertas, los vidrios que se rompían en el piso”.
La llegada de los policías no cambió mucho la situación de terror por la que estaban pasando, pues los secuestradores los tomaron como rehenes y escudos ante los uniformados para exigir que no entraran al set.
“Éramos cinco rehenes y nos llevaron buscando una salida, hasta que llegamos a otro estudio más pequeño, donde nos hicieron grabar videos pidiendo a la Policía que no disparen y que se fueran”, declaró Alina.
“Temía morir por un disparo de la Policía o de uno de estos tipos que estaban muy nerviosos… Yo estaba de rodillas y cuando un policía me ayudó a levantarme, supe que había sobrevivido… En este momento es muy fácil matar a los periodistas en Ecuador, demasiado fácil”, agregó.
La Policía logró detener a 13 de los secuestradores, pero los trabajadores de TC Televisión describen que lograron contar a más. Entre los aprehendidos hay dos menores de edad, y el mayor no pasaba de 25 años. Serán imputados por un delito de terrorismo.
VGB