A partir de este martes, Nueva York implementó restricciones en alquileres a corto plazo, afectando directamente a la plataforma Airbnb. La plataforma definió estas medidas como un impedimento "de facto" a su operación. La ciudad exige ahora el registro de todos los anfitriones y prohíbe alquilar propiedades enteras por menos de 30 días en ausencia de los propietarios.
Originalmente, esta regulación iba a efectuarse desde el 1 de julio. Sin embargo, Airbnb interpuso una demanda en junio, logrando retrasar la implementación. No obstante, un fallo judicial reciente desestimó dicha demanda, respaldando el control de las autoridades sobre los alojamientos ofrecidos.
A través de su sitio web, Airbnb expresó su descontento con el fallo y orientó a sus anfitriones sobre las alternativas disponibles: registrarse ante las autoridades o extender el periodo de alquiler a más de 30 días.
The New York Times informó que, en 2022, se identificaron alrededor de 10.000 propiedades de Airbnb como fraudulentas. La ciudad justifica estas medidas argumentando que la creciente oferta de apartamentos turísticos eleva el costo de alquiler para los residentes y exacerba la crisis habitacional.
A pesar de estas restricciones, las acciones de Airbnb en la bolsa registraron un incremento del 7% poco después del inicio de las operaciones bursátiles.
Contexto
La Ciudad de México (CDMX) buscó asesoría sobre cómo manejar el auge de plataformas como Airbnb y el incremento de nómadas digitales. Diana Alarcón González, al frente de la Coordinación General de Asesores y Asuntos Internacionales, confirmó en el mes de marzo que se buscaba aprender de ciudades como Nueva York y Barcelona.
Para entender los desafíos que presenta el turismo digital, la coordinación estudió medidas de ciudades como Ámsterdam, Lisboa, París, entre otras. Esta iniciativa responde al convenio firmado en octubre de 2022 entre CDMX, UNESCO y Airbnb. El acuerdo promociona la ciudad como destino ideal para trabajadores remotos, lo que ha generado inquietudes sobre el aumento en los precios de renta.
La administración actual evaluó en sus momentos posibles regulaciones para Airbnb. Diana Alarcón mencionó que se han establecido conversaciones con Barcelona, donde se ha implementado un registro para anfitriones de Airbnb. En Nueva York, se enfrentaron desafíos legales al intentar regulaciones similares.
Desde 2018, varias ciudades europeas solicitaron a la Comisión Europea regular las operaciones de Airbnb, mostrando la preocupación global sobre este fenómeno. Estas ciudades buscan un equilibrio entre el turismo y el bienestar de los residentes locales.
Con información de EFE.
DJC