La Casa Blanca recientemente desclasificó informes de inteligencia que señalan a China con la intención de expandir sus operaciones de inteligencia a nivel global, incluyendo la creación de un presunto centro de espionaje en Cuba desde 2019 o incluso antes. Este anuncio ha capturado la atención del público después de que el Wall Street Journal reportara acerca de un posible acuerdo entre China y Cuba para establecer un centro de espionaje en la isla, una afirmación que el Gobierno de Cuba negó enfáticamente.
Según los documentos desclasificados, Joe Biden, al asumir la presidencia de Estados Unidos en enero de 2021, recibió información de que China estaba buscando expandir su presencia en términos de inteligencia a nivel mundial, con esfuerzos para crear centros de espionaje en regiones diversas como Latinoamérica, Medio Oriente, Asia y África. Estos esfuerzos, de acuerdo con los informes, incluyen "instalaciones de recolección de inteligencia" en Cuba, una frase que puede abarcar desde instalaciones con numerosos espías hasta un simple puesto de escucha con una antena.
Las alegaciones de la presencia de centros de espionaje chinos en Latinoamérica han surgido en un momento crítico, cuando la Administración de Biden busca consolidar su política exterior y estrategias de seguridad nacional. De acuerdo con el funcionario que divulgó los informes, Biden, después de conocer la información, encargó a su equipo solucionar el problema. Luego de meses de diplomacia "discreta", se ha conseguido frenar la presunta expansión de los servicios de inteligencia de China a nivel mundial, incluyendo en Cuba.
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El viceministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Carlos Fernández de Cossío, en un intento por desacreditar las afirmaciones del Wall Street Journal, las catalogó como "infundadas", "calumnias" y "falacias", señalando que se trataban de justificaciones para las sanciones de Estados Unidos contra Cuba y para desestabilizar la isla. Por su parte, el Gobierno chino acusó a los Estados Unidos de "difundir rumores y calumnias".
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Por su parte, el Secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, afirmó que el gobierno de Biden ha implementado una estrategia efectiva para contrarrestar el supuesto espionaje chino en Cuba y otros países. Blinken indicó que esta estrategia ha sido ejecutada con cautela y de manera discreta, pero ha generado resultados palpables.
La Asamblea de la Resistencia Cubana (ARC), en respuesta a los informes, instó a un boicot a los productos chinos. La ARC, que representa a 41 organizaciones de la sociedad civil cubana, ha animado al exilio cubano a implementar dicho boicot, sosteniendo que la presencia de una base de espionaje chino en Cuba supone una amenaza a la seguridad de Estados Unidos, del hemisferio occidental y del pueblo cubano.
Finalmente, la Casa Blanca expresó al Gobierno cubano su preocupación acerca del supuesto centro de espionaje que China instaló en la isla desde 2019 o antes. John Kirby, uno de los portavoces de la Casa Blanca, confirmó que existieron comunicaciones con el Gobierno cubano sobre este tema, pero no proporcionó detalles sobre cuándo se produjeron ni el contenido de las mismas.
Esta situación ha captado la atención de la comunidad internacional, debido a la posible influencia que estos sucesos pueden tener en las relaciones entre China, Cuba y Estados Unidos, así como el potencial impacto en la dinámica de inteligencia global.
Con información de EFE.
DJC