Conocida en todo el mundo, Coca-Cola es más que una simple refresco, es una marca que ha logrado posicionarse como un referente cultural y que, sin duda, está ligado a Estados Unidos. Es un símbolo cultural y económico que ha marcado de manera significativa la globalización y la cultura popular. Su inconfundible logo rojo y blanco es instantáneamente reconocible, y su sabor es un referente internacional de la cultura estadounidense. Sin embargo, hay tres países en los cuales es o fue imposible encontrarse, esto es casi de manera intuitiva, se trata de Cuba, Corea del Norte y Rusia.
Coca-Cola, asociada de manera indiscutible con la cultura estadounidense y todo lo que ello engloba, ha encontrado resistencia en lugares donde las ideologías son contrarias al capitalismo o existe un conflicto político con los Estados Unidos. Este es el caso de Cuba y Corea del Norte, países con sistemas políticos comunistas.
Cuba fue uno de los primeros mercados internacionales que Coca-Cola exploró. Sin embargo, desde la revolución de 1959 y la ascensión de Fidel Castro, la multinacional decidió retirarse ante el temor de una posible nacionalización. No es imposible verse en aquel país en pleno 2023, son embargo, como todo lujo en Cuba, será más difícil y prácticamente imposible para los habitantes de aquel país.
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Por otro lado, Corea del Norte, con su gobierno autoritario y aislacionista, nunca ha permitido la operación de Coca-Cola en su territorio. En su lugar, han desarrollado su propia versión de refresco de cola; este no es el único país que lo ha hecho ya que se tenga o no una aversión a Estados Unidos los países desarrollan sus versión de este refresco.
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Más recientemente, debido a la tensión política generada por la invasión a Ucrania, Coca Cola decidió suspender la venta de su producto en Rusia. Como alternativa, la empresa lanzó Dobry Cola; por otro lado, China, tras la expulsión de todas las empresas extranjeras en 1949, permitió la reintroducción de Coca-Cola después de la normalización de las relaciones diplomáticas con los Estados Unidos en 1979.
A pesar de estas restricciones, es probable que Coca-Cola haya encontrado su camino a través de las fronteras de estos países a través de canales no oficiales, como el mercado negro. Sin embargo, estas circunstancias hacen que su disponibilidad sea limitada y los precios, a menudo, sean elevados para el consumidor promedio.
Coca-Cola sigue siendo un referente mundial, un símbolo de la globalización y la cultura pop, a pesar de las barreras ideológicas y políticas. Su ausencia en estos tres países es un testimonio del poder de las decisiones políticas y económicas en la configuración del mercado global.
DJC