En las últimas semanas China ha desplegado una intensa actividad diplomática de gran relevancia, desde que el gigante asiático abandonó el aislamiento tras la crisis por covid-19, la nación dirigida por su máximo líder Xi Jinping, ha mostrado dos caras al mundo: una como la "supuesta" paloma de la paz en el plano internacional y por otro un perro de presa que enseña los dientes codiciando lo que considera su territorio.
Aquí te dejamos algunas claves del caso:
La cercanía con Rusia
A finales de marzo, el presidente chino, Xi Jinping se reunió con su homólogo ruso, Vladimir Putin, donde los temas que se trataron entre ambos jefes de estado fueron la cooperación mutua y la firma de documentos que pretenden estrechar los lazos entre China y Rusia, así como como ambiguo plan de paz chino para poner fin a la guerra con Ucrania que en febrero cumplió un año.
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Sin embargo, hay líneas rojas que China no cruzarían, como se observó en la votación de la ONU sobre la guerra de Ucrania, donde la mayoría de los países optaron por condenar la invasión, mientras que el gigante asiático se abstuvo.
Además de la reunión con el mandatario ruso, Xi recibió a varios líderes mundiales como el mandatario brasileño Luis Inácio Lula da Silva, que llegó esta semana, despachó a un enviado de alto nivel a Europa y presentó una solución de 12 puntos para la guerra de Ucrania.
Pekín ha presentado varias propuestas para la seguridad y el desarrollo internacionales, una clara señal de que está cortejando al llamado "sur global" como hizo con la iniciativa previa de la Ruta de la Seda, que dejó inversiones de miles de millones en diversos países.
El sueño chino
El impulso diplomático que posiciona a China como un actor clave en el juego de poder global puede tener sus raíces en el "rejuvenecimiento de la nación china", un antiguo concepto nacionalista que ve al "Reino del Medio" reclamando su posición central en el mundo.
Articulado como el sueño chino por Xi Jinping cuando asumió el poder, este concepto refleja la "confianza en su propio camino y enfoque en la modernización", con el objetivo de asegurar los lazos económicos globales.
China vs EU
En marzo, el líder chino acusó a los "países occidentales liderados por Estados Unidos" de promover la "contención, cerco y represión de China, lo que ha traído graves desafíos sin precedentes para el desarrollo de nuestro país".
Este sentimiento se ha incrementado en el último año con la guerra de Ucrania y el refuerzo de los lazos dentro de la OTAN, es por eso que un pilar clave en la estrategia de China es el "mundo multipolar", es decir, con múltiples centros de poder.
Por ello, Xi promociona esto como una alternativa a lo que llama "hegemonía estadounidense" que, según él, ha empujado a los países a formar bloques de poder y ha agravado las tensiones.
China destaca a menudo los fracasos de la política exterior de Estados Unidos en Irak y Afganistán, al tiempo que se proyecta como un país sin sangre en su historial, lo que implica que es un mejor candidato para liderar el mundo.
Las maniobras de China para intimidar a Taiwán
Taiwán ha denunciado que China ha intensificado las incursiones en su zona de defensa aérea en los últimos años, con cientos de vuelos de aviones militares cada mes.
Mientras otros lo ven como una agresión militar, Pekín siempre ha insistido en que son movimientos defensivos y, por lo tanto, un asunto interno.
Sin embargo, una guerra por Taiwán tendría consecuencias globales, aunque los analistas cree que China no tiene intención de invadir Taiwán en el corto plazo.
Pero preocupa que la escalada de la acción militar pueda conducir a un peligroso error de cálculo y a una guerra con Estados Unidos, ya que Washington está comprometido a ayudar en la defensa de Taiwán en caso de que la isla reciba un ataque.