Con el riesgo de ser condenado por la justicia rusa a un máximo de 20 años de cárcel tras decretar un tribunal su prisión preventiva. El Servicio Federal de Seguridad (FSB) ruso, heredero del KGB, detuvo este miércoles al periodista de The Wall Street Journal en la ciudad de Ekaterimburgo, en la región de los Urales, donde el país se divide entre Europa y Asia.
Las autoridades rusas lo acusan de haber cometido un supuesto delito de espionaje al recopilar información sobre una empresa de la industria militar en plena guerra. Varios medios rusos, independientes y oficiales, señalan que preparaba un reportaje sobre la popularidad de la compañía de mercenarios Wagner entre la población.
“El FSB abortó las actividades ilegales del corresponsal de la delegación de Moscú del periódico estadounidense The Wall Street Journal y ciudadano estadounidense Evan Gershkovich, sospechoso de espionaje en interés del Gobierno de EU”, ha señalado el servicio a la agencia Interfax.
El periodista fue atrapado por el FSB ruso “in fraganti”, ha asegurado el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov. Según las autoridades rusas, Gershkovich “recopilaba por encargo de la parte estadounidense informaciones secretas sobre las actividades de una de las empresas del complejo militar industrial ruso”.
“Durante el intento de recibir informaciones secretas, el estadounidense fue detenido en Yekaterimburgo”, ha indicado el FSB, que ha abierto en su contra una causa penal por espionaje y que puede conllevar a una pena de cárcel de hasta 20 años.
“Hasta donde sabemos lo atraparon in fraganti”, ha afirmado en su rueda de prensa telefónica diaria el secretario de prensa de la Presidencia rusa, quien añadió que esta detención “es una prerrogativa del FSB, que combate de este modo a los espías”. Peskov se ha negado a dar más información al respecto, al señalar que desconoce los detalles.
Dejan sin abogado a periodista estadounidense
Gershkovich ha sido trasladado a la prisión del barrio moscovita de Lefórtovo. El tribunal del mismo distrito ha dictado prisión preventiva hasta el 29 de mayo, sin permitir el acceso por el momento del abogado del corresponsal, Daniil Berman. Según el portal especializado en la represión rusa Ovd Info, los alguaciles impidieron la entrada del letrado pese a tener una orden para defender al reportero de The Wall Street Journal. “Ya hay un abogado”, le dijo el vigilante.
El diario independiente Meduza, proscrito en Rusia bajo la etiqueta de organización indeseable, ha informado de que Gershkovich fue detenido este miércoles frente a un restaurante de la ciudad de los Urales.
El corresponsal se encontraba en paradero desconocido desde el miércoles. El diario Kommersant informa de que su teléfono estuvo en línea por última vez a las 13:28, hora de Moscú. Según el periódico local Vechernie Novosti, un lector fue testigo de la detención de un hombre en el centro de la ciudad.
“Cuando se llevaban al detenido le cubrieron la cabeza con una camiseta para que los transeúntes no viesen su rostro”, añadió el medio.
La detención de Gershkovich coincide con el peor momento de las relaciones entre Estados Unidos y Rusia en décadas, una situación en la que uno de los pocos elementos de contacto entre Washington y Moscú se centra en el intercambio de sus presos.
Rusia considera tomar acción contra periodistas
Al ser preguntado sobre la posibilidad de que Rusia tome medidas contra otros periodistas del diario estadounidense, incluyendo la posible expulsión del país, el portavoz del Kremlin ha afirmado que “los periodistas acreditados que trabajan normalmente podrán continuar trabajando”.
La portavoz del Ministerio de Exteriores de Rusia, María Zajárova, ha escrito a su vez en su canal de Telegram que “lo que hacía en Yekaterimburgo el empleado de The Wall Street Journal no tiene nada que ver con el periodismo”.
“Lamentablemente no es la primera vez cuando el estatus de 'periodista extranjero', la visa como periodista y la acreditación son usadas por extranjeros en nuestro país para encubrir actividades que no son periodísticas”, ha dicho. Según Zajárova, “no es el primer occidental conocido atrapado con las manos en la masa”.
“The Wall Street Journal está muy preocupado por la seguridad de Gershkovich”, ha señalado el medio en un comunicado, en el que niegan “rotundamente” las acusaciones del FSB y piden la liberación inmediata del periodista.
Desde Reporteros sin Fronteras han mostrado su preocupación por lo que parece ser una represalia por parte del servicio ruso y denuncian: “los periodistas no pueden ser un objetivo”.