Hoy en día, el fusil de asalto AR-15, invención de los Estados Unidos, es el arma más vendida en aquel país, que en los últimos años se ha visto en medio de una crisis de violencia de la que los tiroteos masivos son la cara más recurrente. Sin embargo, al ser creado, no se suponía que esta arma fuera un éxito de ventas.
El AR-15 fue originalmente creado como un arma para la milicia a finales de la década de 1950 y tuvo su primer auge durante la Guerra de Vietnam, pero pese a que el Pentágono lo calificó como “un arma excepcional con una letalidad fenomenal”, su éxito comercial no se dio sino hasta mucho tiempo después, de acuerdo con una investigación del Washington Post, diario estadounidense.
Actualmente, se trata del rifle más vendido en los Estados Unidos, según indican cifras de la industria. Es decir, 1 de cada 20 adultos, o aproximadamente 16 millones de personas, posee al menos un AR-15 y casi todos los principales fabricantes de armas producen su propia versión del fusil.
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La silueta inconfundible de este rifle se usa como una declaración política estampada en camisetas y pancartas y, entre un puñado de miembros conservadores del Congreso, en prendedores de solapa plateados e incluso el legislador republicano Barry Moore, de Alabama, presentó un proyecto de ley en febrero pasado para declarar el AR-15 como el “arma nacional de Estados Unidos”, a este rifle, que ha sido utilizado en 10 de los últimos 17 tiroteos masivos más mortíferos en el país desde 2012.
El éxito del AR-15
El arma fue creada por Eugene Stoner, veterano de la Segunda Guerra Mundial que trabajaba en Armalite, una pequeña empresa de ingeniería en Hollywood. Stoner no tenía ningún interés en que los civiles usaran su invento, según aseveró C. Reed Knight, propietario de una fábrica de armas en Florida que considera a Stoner su mentor e incluso consideraría una "aberración" "la carnicería" que el arma ha causado en escuelas.
El cambio en la forma de ver este rifle se debe a que las compañías fabricantes de armas implementaron una nueva estrategia de marketing luego de aceptar la importancia política y cultural del arma mientras buscaba nuevos ingresos, revela la investigación del WP.
La transformación comenzó con la expiración en 2004 de una prohibición federal de armas de asalto que había bloqueado las ventas de muchos rifles semiautomáticos en los Estados Unidos; lo que se aunó a la oportunidad vista por fabricantes de armas luego del atentado a las Torres Gemelas de Nueva York el 11 de septiembre de 2001, de explotar la glorificación militar y avivar el deseo entre los nuevos propietarios de armas de personalizarlas con accesorios tácticos.
Tras los tiroteos en los que el arma fue usada, el Congreso reavivó los esfuerzos para resucitar la prohibición de armas de asalto, mismos que fracasaron repetidamente; incluso el expresidente Donald Trump consideró brevemente impulsar una prohibición, preguntando a sus asesores en un momento dado por qué alguien necesitaba un AR-15, pero reculó la idea después de que le advirtieran que la movida enfadaría a su base electoral y a la NRA.
Libre del escrutinio del Congreso, este rifle se ha convertido en un producto de consumo como ningún otro. La industria estima que al menos 20 millones de AR-15 están almacenados y escondidos en todo el país; además de que en EU se han fabricado más de 13.7 millones de ellos
Armas de EU matan más en México
Una investigación llamada "Armas extranjeras en México", reveló que el armamento proveniente de los Estados Unidos termina con la vida de más personas en México que en Estados Unidos esto provocado por el alto tráfico ilícito de armas provenientes del vecino país del norte.
John Lindsay-Poland, experto investigador en el campo del tráfico de armas afirmó en un panel integrado por expertos de Estados Unidos, México, Alemania o Italia que al menos "el 70 % de las armas con las que se producen homicidios en México vienen de EU, y por esas estadísticas es más probable que en México haya más homicidios con armas estadounidenses que en Estados Unidos".
Por otro lado, expuso la responsabilidad de los estados y la industria armamentística al no monitorear las exportaciones que llegan a México, sobre todo, desde Estados Unidos, pero también desde el viejo continente europeo, ya que en ocasiones se llevan a cabo saltándose la legislación y los tratados vigentes con respecto al tema.