La empresa tecnológica Meta, en la que se conjuntan Facebook, Instagram y WhatsApp, anunció este martes que va a recortar 10,000 nuevos puestos de trabajo en los próximos meses, además de que dejaría de lado los planes para cubrir alrededor de 5,000 vacantes que tenía abiertas.
El anuncio de los nuevos despidos llega después de que el pasado noviembre Meta anunciase la salida de unos 11,000 trabajadores, mismos que representaron alrededor del 13 % de su plantilla, con el objetivo de reducir costos, de acuerdo con información de la agencia Efe.
"Esto va a ser duro y no hay forma de evitarlo", señaló Mark Zuckerberg, máximo ejecutivo de la firma, al justificar su decisión por un intento de hacer la compañía más eficiente, a través de un comunicado.
Zuckerberg explicó que durante los próximos dos meses los líderes de los distintos negocios de Meta anunciarán planes de reestructuración en los que se cancelarán proyectos de baja prioridad y se reducirán las contrataciones.
Ante esos planes, la empresa ha decidido recortar su equipo de recursos humanos y comenzará a informar mañana a los empleados afectados, detalló.
Los despidos en Meta
Las reestructuraciones y despidos en el área tecnológica se darán a conocer a finales de abril y en la parte empresarial hacia finales de mayo, aunque en algunos casos puede que las salidas se extiendan hasta final de año, explicó Zuckerberg.
"En total, esperamos reducir el tamaño de nuestro equipo en unas 10,000 personas y cerrar unos 5,000 puestos vacantes adicionales para los que aún no hemos contratado", apuntó.
El gigante estadounidense de las redes sociales anunció en noviembre la primera gran ronda de despidos de su historia tras haber aumentado su tamaño con mucha fuerza durante la pandemia, un movimiento que han seguido muchas otras compañías del sector tecnológico.
En 2022, Meta vio desplomarse sus beneficios un 41 % en el ejercicio 2022, hasta 23,200 millones de dólares, con un pequeño descenso de su facturación y un importante aumento de costos.
Como otras tecnológicas, se vio afectada por la inflación, la debilidad del mercado publicitario, el aumento de competidores y la normalización de la demanda de ocio digital, que aumentó extraordinariamente tras el estallido de la pandemia.