Alexey Navalny, el político más carismático de Rusia viajaba por Siberia en el verano de 2020, hablaba sobre una política democrática en una época autoritaria. Por varios años, el presidente ruso, Valdimir Putin, quien prescindió de varias figuras de la oposición y periodistas que decían la verdad, había hecho la vida desagradable para Navalny y su familia, sin embargo, lo toleraba aun cuando hay límites para la paciencia.
De acuerdo con The New Yorker, mientras Navalny volaba de regreso a Moscú desde la ciudad de Tomsk, se enfermó de forma terrible luego de haber sido envenenado con el agente nervioso Novichok. En este sentido, agentes de la inteligencia rusa dosificaron la ropa interior de Navalny y esperaban que muriera en el transcurso de su vuelo a la capital rusa.
Sin embargo, por su parte, el piloto hizo un aterrizaje de emergencia en la ciudad de Omsk, Siberia y ahí Navalny recibió un trato primario. No obstante, el mandatario ruso, Valdimir Putin permitió que Navalny fuera trasportado a Alemania, aún estando en coma.
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Después, Navalny se recuperó y reunió a su pequeño círculo cercano incluida Maria Pevchikh. Pevchikh, ahora lidera un equipo cercano y dedicado que ha llevado a cabo investigaciones notablemente detalladas sobre la corrupción llamativa de Putin y sus seguidores.
Además, Pevchikh también participó en una averiguación sobre la experiencia cercana a la muerte de Navalny. Utilizó recursos telefónicos, fuentes de acceso abierto, entre otros medios, donde el grupo logró identificar a los agentes que siguieron hasta Siberia a Navalny para matarlo.
En tanto, “Navalny”, nominado a Mejor Largometraje Documental en los Premios de la Academia de marzo, se le ve fingir ser un funcionario de alto rango en Moscú al exigir una sesión informativa. Asismimo, un agente experto en armas químicas identificado como Konstantin Kudryavtsev continua a contar a Navalny los detalles del complot.
Además, la cámara descubre a Navalny y Pevchikh saludarse y sonreír delirantemente mientras el agente cuenta las particularidades. Esto resulta ser la mayor broma telefónica de la historia del cine. Al concluir la llamada, Navalny y Pevchikh acuerdan que, una vez que el el servicio de inteligencia ruso (FSB) investigue el asunto, Kudryavtsev posiblemente terminará muerto.
Tiempo después, en 2021 Navalny voló a casa en Moscú y al llegar fue arrestado, por lo cual ha estado en una colonia penitenciaria rusa desde ese momento. Por su parte, Pevchikh vive en Londres y colabora a dirigir la fundación anticorrupción de Navalny mientras está en el exilio.
BV