Estambul.- Tres supervivientes de los terremotos del pasado 6 de febrero en Turquía han sido rescatados este viernes después de haber estado más de 260 horas bajo los escombros, mientras el número oficial de fallecidos en el país es ya de al menos 38,000.
Los tres rescates tuvieron lugar en la ciudad de Antioquía, una de las más devastadas por los temblores de magnitud 7.7 y 7.6, que han afectado a una región de unos 100,000 kilómetros cuadrados en el sureste del país, y han dejado también unos 4,000 fallecidos en Siria.
Mehmet Ali Sakiroglu, de 26 años, y Mustafa Avci, de 34, fueron sacados vivos de un edificio derrumbado en un distrito del noroeste de Antioquía, mientras que casi al mismo tiempo, en un barrio vecino, los equipos de salvamento liberaron a Osman Halebíye, un niño de 12 años de familia siria.
Te podría interesar
Los tres habían pasado 261 horas entre los escombros, casi 11 días completos.
El servicio de emergencias turco Afad ha actualizado la cifra de muertos registrado hasta la medianoche pasada, constatando ya 38,044 víctimas, pero se trata de un balance provisional, ya que diversas estimaciones prevén que el saldo final está cerca o por encima de los 100,000.
Te podría interesar
El sismo también ha dejado más de 108,000 heridos, una cifra que incluye a todas las personas que han pedido atención hospitalaria en relación con el desastre, y más de 216,000 personas han abandonado las provincias afectadas.
Entre estos desplazados se produjo esta madrugada una nueva tragedia, al incendiarse un edificio en la provincia de Konya en Anatolia central, causando la muerte a 7 personas que se habían salvado del terremoto.
TURQUÍA ENCARCELA A 54 SOSPECHOSOS DEL DERRUMBE DE EDIFICIOS TRAS SISMO
La Judicatura turca ha decretado el ingreso en prisión preventiva de 54 personas en el marco de una investigación que busca depurar responsabilidades por el derrumbe de edificios de los terremotos que asolaron el sureste de Turquía el pasado 6 de febrero, informa este viernes la prensa turca.
El ministro de Justicia turco, Bekir Bozdag, señaló que se está investigando a un total de 245 sospechosos, de los que 54 han ingresado en prisión preventiva, 47 están en libertad bajo control judicial y 27 están provisionalmente detenidos.
Bozdag prometió que la Justicia actuaría de forma exhaustiva contra quienes pudieran tener responsabilidades en los derrumbes.
El ministro de Urbanismo, Murat Kurum, ha anunciado que tras investigarse 684,000 edificios en las zonas afectadas, 84,000 resultaron o bien derrumbados o gravemente dañados y que deben ser urgentemente demolidos.
De una lista publicada por el diario digital Diken se desprende que la mayoría de los detenidos son empresarios de la construcción y contratistas, pero también hay arquitectos, ingenieros, delegados técnicos y capataces de las obras afectadas.
Entre los detenidos también hay dueños y gestores de los edificios derrumbados, a los que se investiga por haber supuestamente permitido modificaciones posteriores de la estructura.
Ya en el terremoto de Van de 2011 y el de Esmirna de 2020 se atribuyeron varios derrumbes a que los dueños de tiendas o supermercados situados en los bajos de un edificio residencial habían eliminado muros de carga para ampliar el espacio disponible.
También ahora, numerosos usuarios de redes sociales denuncian que muchos de los edificios que se vinieron abajo en el terremoto albergaban supermercados o bancos en la planta baja donde, supuestamente, se habían demolido muros de carga.
Pero la oposición señala que el propio Gobierno ha contribuido a este fenómeno al lanzar en 2018 una gran campaña para legalizar edificios construidos de forma ilegal o que carecían de determinados permisos, bajo el lema de "paz de construcción".
Un folleto oficial del Ministerio de Urbanismo explica que con esta medida se pretendía poner fin a los problemas de los residentes en edificios que a menudo llevaban años habitados pero, al no ser legales, no podían recibir acceso a agua o luz ni hipotecarse.
La ley, aprobada semanas antes de las elecciones generales de junio de 2018, afectó unas 7 millones de construcciones, 5 millones de ellas residenciales, en toda Turquía.
Cuando faltan solo meses para la próxima cita con las urnas, prevista para mayo o junio, una nueva ley de contenido similar se está debatiendo en el Parlamento, señala la prensa turca.