Washington.- El presidente de Estados Unidos sigue en problemas. El Departamento de Justicia realizó una nueva búsqueda en una casa del mandatario para intentar encontrar más documentos clasificados que puedan estar en el domicilio.
La búsqueda es de documentos que por ley, no deberían de salir de la Casa Blanca y de recintos oficiales; es decir, que el presidente tiene documentos sensibles que no debería tener y que contienen información que no debe extraviarse ni caer en manos equivocadas.
La información confidencial que se genera en el gobierno de Estados Unidos no es propiedad de los funcionarios y no pueden disponer de ellos de manera discrecional. Este tema es importante porque socava su imagen que anda en altos niveles de popularidad, arranca la segunda mitad de su mandato y busca la reelección con la sombra del regreso de Donald Trump a la escena política.
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"Hoy, con el pleno apoyo y cooperación del presidente, el Departamento está realizando una búsqueda planificada en su casa en Rehoboth, Delaware", apuntó el abogado del presidente, Bob Bauer, en un comunicado.
La búsqueda, que según medios están llevando a cabo agentes del FBI (organismo dependiente del Departamento de Justicia), se está haciendo "de acuerdo con los procedimientos estándar" del Departamento y "en aras de la seguridad e integridad operativas, se buscó hacer este trabajo sin previo aviso público, y acordamos cooperar", añadió el letrado.
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El FBI no halló ningún documento clasificado durante el cateo en la casa de playa de Joe Biden en Delaware, aunque sí aseguraron anotaciones hechas a mano y otros materiales relacionados con el tiempo en que Biden fungió como vicepresidente.
El registro se produjo entre las 8:30 y el mediodía, detalló Bauer.
Después del registro, el Departamento de Justicia se llevó algunas notas escritas a mano por Biden y otros materiales para revisarlos con mayor detenimiento.
La búsqueda, que según medios están llevando a cabo los agentes del FBI (organismo dependiente del Departamento de Justicia), se hizo “de acuerdo con los procedimientos estándar” del Departamento y “en aras de la seguridad e integridad operativas, se buscó hacer este trabajo sin previo aviso público, y acordamos cooperar”, según el abogado de Biden.
Hasta ahora no se han encontrado documentos en este domicilio pero sí en la vivienda de Biden en Wilmington (Delaware) y en su oficina privada en el laboratorio de ideas Penn Biden Center, en Washington.
SENSIBLES Y CLASIFICADOS
En enero se destapó que en noviembre pasado el equipo del mandatario había encontrado documentos sensibles y clasificados de la época en la que fue vicepresidente de Barack Obama (2009-2017) y en la que fue senador (1973-2009).
Desde entonces han sido varias las veces que el Gobierno estadounidense ha anunciado el hallazgo de más documentos. El pasado 12 de enero, el secretario de Justicia, Merrick Garland, anunció la designación de un fiscal especial que estudiará todos los papeles clasificados encontrados, el conservador Robert Hur.
Hace unos días también salió a la luz el hallazgo de documentos en la casa del exvicepresidente Mike Pence, una situación que, sumada a los papeles hallados en la mansión de Donald Trump, forzó a los Archivos Nacionales de Estados Unidos a pedir a todos los expresidentes y exvicepresidentes del país que revisen sus registros personales por si pudieran contener documentos confidenciales.
"La responsabilidad de acatar la Ley de Registros Presidenciales -la normativa que obliga a entregar a los Archivos Nacionales todos los documentos de una administración- no disminuye cuando finaliza un gobierno", explicaron en una carta los Archivos Nacionales.
Tanto la Casa Blanca como el propio Biden han insistido desde el principio en su disposición total a colaborar en estas pesquisas del Departamento de Justicia y han tratado de desmarcarse del caso de los documentos clasificados hallados por el FBI en la mansión del expresidente Donald Trump (2017-2021) en Mar-a-Lago (Florida).