A partir de las 8:00 horas del domingo 17 de diciembre, alrededor de 15.4 millones de chilenos podrán acudir a las urnas para votar a favor o en contra del plebiscito, por el cual, se cambiará la constitución chilena por una nueva que resuelva las demandas que la población lleva exigiendo desde octubre de 2019.
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Esta será la segunda ocasión en 4 años que el pueblo chileno es convocado a elegir si adoptar o no una nueva carta magna, siendo el primer intento rechazado en un proceso similar el año pasado. En esa ocasión, la nueva constitución fue escrita e impulsada por políticos independientes y de izquierda, afines al presidente Gabriel Boric, sin embargo, la falta de apoyo de la derecha los llevó al fracaso.
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En la votación del año pasado, el resultado a favor del rechazo de la nueva constitución fue del 62 por ciento de los votos, ello, pese a que en 2020, se reportaba que más del 80 por ciento de chilenos quería un reemplazo para la Constitución actualmente vigente.
El nuevo documento que será votado este domingo fue realizado por la derecha, principalmente por integrantes del partido Republicano de extrema derecha fundado por el excandidato presidencial José Antonio Kast.
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No obstante, las últimas encuestas realizadas por el Centro de Estudios Públicos (CEP) de Chile y la firma privada Cadem, pintan complicada la aprobación de esta nueva Constitución compuesta por 200 artículos en los que se declara a Chile como “un Estado social y democrático”.
Dicho documento, plantea el reconocimiento del derecho al acceso a la vivienda y la libertad de elección sobre prestadores privados o públicos en temas de salud y pensiones. Así como expulsar del país a inmigrantes ilegales que incurran en delitos.
También plantea la reducción del número de diputados, además de otras medidas que buscan fortalecer el debate legislativo. Sin embargo, no todo es positivo, pues los críticos de este proyecto han señalado que esta constitución implicaría retrocesos para leyes como la del aborto.
Tampoco modifica cuestiones de importancia nacional como la propiedad de los yacimientos de minerales, lo que ha sido calificado como “beneficioso para el mercado”, pero no para el pueblo. Conviene recalcar que Chile es el mayor productor mundial de cobre y el segundo de litio, materias primas esenciales para el desarrollo de las nuevas tecnologías.
En Chile, se ha reportado poco interés del pueblo por participar en el plebiscito, reportando que más del 50% aún no han decidido si votarán a favor o en contra, sin embargo, está podría ser la última oportunidad de cambiar la constitución, pues tras el fracaso del primer intento, el presidente declaró que si esta segunda vez volvía ha ser rechazada la propuesta, ya no convocaría a un tercer intento.
VGB