MOSCÚ.- El presidente ruso, Vladímir Putin, se mostró este miércoles "convencido" de que Rusia "no perdió ni perderá nada" debido a la campaña militar rusa en Ucrania, que provocó una oleada de sanciones occidentales contra Moscú. Además, reveló la razón por la que decidió invadir a Ucrania, lo cual achacó a defender su soberanía.
"Estoy seguro de que ni hemos perdido ni perderemos nada. En cuanto a los logros, el principal es el fortalecimiento de nuestra soberanía y ese es el resultado inevitable de lo que ahora está pasando", dijo durante la intervención en el VII Foro Económico Oriental en Vladivostok, capital del lejano oriente ruso.
Admitió que debido al conflicto se ha producido "una polarización" tanto en el mundo como dentro de Rusia, donde las encuestas oficiales dicen que dos tercios de los rusos apoyan la intervención en Ucrania.
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"Pero yo considero que eso será sólo beneficioso, ya que todo lo que es innecesario, pasajero y aquello que nos impide avanzar, quedará en el camino (...). El desarrollo moderno sólo puede basarse en la soberanía", afirmó.
NO SE VIOLA DERECHO INTERNACIONAL, DICE PUTIN
Putin negó que la "operación militar especial" rusa en Ucrania suponga una violación del derecho internacional, precisamente debido al "precedente de Kosovo", cuya independencia de Serbia ha sido reconocida desde 2008 por más de cien países.
Recordó que el Tribunal Internacional de la ONU adoptó entonces la decisión de que "cualquier parte de un territorio, de un país que quiera declarar su independencia, no está obligada a solicitar autorización al Gobierno central de su país".
"Esto es aplicable a Kosovo. ¿Y por qué no es lo mismo para las repúblicas populares de Donetsk y Lugansk? Es lo mismo", señaló.
Por ello, Rusia tiene derecho a reconocer dichas repúblicas separatistas -Putin lo hizo el 21 de febrero- y firmar acuerdos de amistad y cooperación, que le obliga a ayudarles "en caso de agresión", como ocurre ahora con Kiev, explicó.
Putin negó que fuera Rusia la que iniciara las acciones militares en Ucrania y, en concreto, en el Donbás, donde estalló en 2014 una sublevación militar apoyada por el Kremlin.
"Nosotros no empezamos nada desde el punto de vista de las acciones militares e intentamos sólo acabarlo", aseveró.
El Ejército ruso ha logrado conquistar toda la región de Lugansk, pero sólo controla poco más de la mitad de Donetsk, mientras ha tendido un corredor terrestre entre el Donbás y la anexionada península de Crimea en el sur de Ucrania.