Michelle Salazar y su esposo Sam Napier invirtieron los ahorros de su vida para abrir una taquería en Reino Unido, lo que pintaba como un negocio próspero hoy los tiene al borde de la quiebra.
Hace cuatro años iMicheller, una mexicana que viajó a Reino Unido para estudiar y su esposo decidieron vender tacos para sobrevivir a la crisis económica, a su pequeño negocio lo llamaron “Sonora Taquería”.
La pareja está ante la posibilidad de perder los ahorros de toda su vida, si inicia una batalla legal en la que buscan defender el uso descriptivo de la palabra “taquería”, ante la empresa Worldwide Taquería, cuyo nombre comercial es -precisamente- “Taquería” (@TaqueríaUK) y que fue fundada por los británicos Trent Alexander Ward y Daniele Benatoff, señala el sitio Eater London.
Worldwide Taquería tiene dos restaurantes en Londres, en las exclusivas y céntricas zonas de Notting Hill (inaugurado en 2005) y en Exmouth Market (que abrió en 2021) y alega que el uso del término por parte de Sonora constituye una infracción de la marca.
El negocio de Salazar se ubica en un parque público que recién cerró, mientras está en la búsqueda de expandirse y llegar a más personas en Londres, donde ya ha sido catalogado como un éxito rotundo.
Michelle narra que al graduarse e intentar encontrar un trabajo, le resultó súper difícil porque, en ese entonces, era muy complicado que te dieran una visa de trabajo aquí y pudieras ejercer al graduarte.
En la universidad en la que estaba había un programa para graduados emprendedores en el que tú propones un negocio, hacías una propuesta y la misma universidad te patrocinaba con una visa de dos años.
"Mi propuesta fue un negocio de comida, que en ese entonces era Pollo Feliz (la franquicia de pollo asado que es de mi familia, fundada por hermanos de mi abuelo). Empecé haciendo eventos pequeños y mi novio (ahora esposo) me ayudaba.
Sin embargo, el negocio de pollos asados no funcionó porque no teníamos experiencia y porque empezamos cinco semanas antes del inicio oficial de la pandemia aquí en Reino Unido. Todo se cerró y nos quedamos en ceros".
Lo que nos salvó fue que nuestra comida la servimos en pura tortilla de harina, algo que aquí nadie conocía. A los clientes y ciertas publicaciones de comida les interesó mucho la tortilla y nos pedían para comprarlas solas. Entonces cuando cerró el Pollo Feliz, seguimos generando dinero vendiendo paquetes de tortillas de harina.
Ya cuando abrieron los negocios, lo más lógico fue seguir con las tortillas y hacer tacos estilo Sonora y seguir experimentando. Después de un tiempo (y porque estábamos en un mercado al aire libre que era ideal para aquellos días de pandemia y sana distancia) se hicieron las filas y nos volvimos súper conocidos en la ciudad. Además, porque nadie más hace tortillas de harina, aun después de 3 años de estar abiertos.
Estamos muy agradecidos por el apoyo y esperemos todo esto pase pronto y podamos seguir trabajando y sirviendo tacos pronto, señala la joven en sus redes sociales.