Desde el 24 de febrero de este año Rusia mantiene una invasión en Ucrania, y a casi siete meses de ello, muchas personas podrían perder de vista el porqué del origen de este conflicto bélico.
Apenas este viernes 16 de septiembre el presidente Vladimir Putin, aseguró que no tiene “prisa” en cesar la ocupación, además de “veremos cómo termina" en referencia a la contraofensiva de Kiev con la que se recuperaron unos 500 kilómetros cuadrados de territorio en el sur de Ucrania que estaba ocupado por el ejército ruso.
En días pasados el presidente ruso admitió que debido al conflicto se ha producido "una polarización" en el mundo, lo que le ha llevado a advertir a otros países como Estados Unidos, Reino Unido y Francia, por su intervención en el conflicto contra el país gobernado por Volodymyr Zelensky.
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Este sábado, el gobierno de Ucrania criticó el plan “pacificador” del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, que involucraría al papa Francisco, luego de que el asesor del Jefe de la Oficina del Presidente ucraniano dijera que para el mandatario la intervención en Rusia es sólo un tema para sus propias relaciones públicas.
¿Cuál es el objetivo de Rusia al invadir Ucrania?
La invasión está centrada en la "liberación completa" del Donbás, una región en el este del país, específicamente, de las repúblicas de Donetsk y Lugansk.
El Donbás es una región limítrofe con Rusia y con salida al mar de Azov, conocida por sus minas de carbón. Aquí es donde estalló en 2014 un conflicto armado entre el Ejército ucraniano y las milicias prorrusas.
“Donbás” es la denominación no oficial de las regiones ucranianas de Lugansk y Donetsk. El área total es de casi 53 mil kilómetros cuadrados, mientras la población a principios de 2015 era de unos 6.5 millones de personas (un 15% de la población total de Ucrania).
Se trata de una región poblada en su mayoría por rusoparlantes y es rica en recursos naturales. Las ciudades más grandes, Lugansk y Donetsk, surgieron como asentamientos cerca de plantas metalúrgicas.
Los minerales extraídos predeterminaron el futuro desarrollo del Donbás; tanto el Imperio ruso como la Unión Soviética lo consideraban una de sus regiones industriales más importantes.
El conflicto armado de 2014
En abril de 2014 comenzó una sublevación armada prorrusa que acabó partiendo en dos las regiones de Donetsk y de Lugansk. Una mitad quedó controlada por los separatistas prorrusos y la otra bajo el dominio del Ejército ucraniano.
Las repúblicas populares de Donetsk y de Lugansk surgieron como consecuencia de ese conflicto. Pasaron a controlar cerca de un tercio del Donbás, con una población de cerca de cuatro millones de personas.
Ambas repúblicas secesionistas reclaman el control sobre todo el territorio de las regiones de Donetsk y Lugansk. Esto parece ser uno de los objetivos de la actual campaña militar rusa, que busca además unir el Donbás con la península de Crimea a través de un corredor terrestre.
A diferencia de Crimea, que Moscú anexionó tras un polémico referéndum celebrado en 2014, los plebiscitos que tuvieron lugar en las separatistas Donetsk y Lugansk ese mismo año no fueron reconocidos. Sin embargo, Rusia llegó a reconocer la independencia de las regiones el 21 de febrero, tres días antes de anunciar la intervención militar en Ucrania.
¿Qué son los acuerdos de Minsk?
Rusia, Ucrania, Francia y Alemania fraguaron los Acuerdos de Minsk en febrero de 2015 para el arreglo en el Donbás. Estabilizaron el frente y trazaron una línea de separación de fuerzas entre ambos bandos.
El pacto contemplaba particularmente la convocatoria de elecciones locales en el Donbás y la concesión del autogobierno a los separatistas (si los comicios fuesen declarados democráticos por observadores internacionales).
Pero Kiev insistía en recuperar primero el control sobre la frontera y luego celebrar elecciones, mientras que Moscú afirmaba que el calendario era al revés. El problema de la secuencia se convirtió en uno de los principales problemas en el proceso de paz.
¿Qué pide Rusia para terminar la guerra?
Luego de un mes de iniciada la ocupación, en marzo de 2022, el portavoz del Kremlin Dmitri Peskov resumió las exigencias de Rusia para poner fin a la invasión. Si se cumplen, la invasión podría terminar “en cualquier momento”.
En primer lugar, Ucrania debe hacer cambios en su Constitución para renunciar a su ingreso en “cualquier bloque”, lo que incluiría a la Unión Europea y a la Organización del Tratado del Atlántico del Norte (OTAN).
Desde que comenzó la invasión, países como Ucrania, Moldavia y Georgia han solicitado su entrada a la Unión Europea, algo que ya se está analizando. Sin embargo, esto podría tardar años.
Según las condiciones del presidente ruso Vladimir Putin, Ucrania también tendrá que reconocer a la región de Crimea como territorio ruso; la tercera exigencia por parte de Rusia es que Ucrania reconozca la independencia de las repúblicas populares de Donetsk y Lugansk, algo que Rusia hizo pocos días antes de su invasión a Ucrania.
¿Qué dice Ucrania de todo esto?
El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, contestó al Kremlin que no acepta su “ultimátum” para frenar la invasión y pidió a Putin salir de su “burbuja” y permitir el diálogo.
El pasado 15 de septiembre, Anders Fogh Rasmussen, exsecretario general de la OTAN, junto con Andriy Yermak, jefe de la Oficina Presidencial de Ucrania, presentaron un documento sobre garantías de seguridad para Ucrania después de la guerra, cuyo objetivo sería el ingreso de Ucrania a la OTAN, de acuerdo con información de DW.
Para ello, el Ejército ucraniano tiene que estar equipado y entrenado, tarea que involucraría a un grupo de países, entre los que estarían EU, Gran Bretaña, Alemania, Canadá, Polonia, Italia, Francia, Australia, Turquía, así como los países del norte de Europa y los bálticos.
(djh)