"Si ves un caracol gigante, ni lo toques ni te lo comas", esa es la advertencia de las autoridades en Estados Unidos por la presencia de peligrosos caracoles gigantes africanos.
Aunque los caracoles terrestres africanos gigantes puedan parecer animales inofensivos y de movimiento lento, son "uno de los caracoles más dañinos del mundo y un riesgo potencial para la salud humana", según las autoridades estadounidenses que están a la caza de esta especie invasora.
"Son peligrosos para nuestra salud porque portan parásitos llamados gusanos pulmonares, que pueden producir meningitis en humanos", dijo la comisionada de agricultura de Florida, Nikki Fried, en una conferencia de prensa en el condado de Pasco, en el oeste del estado.
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"Consumen al menos 500 plantas diferentes, lo que los convierte en una clara amenaza para nuestros espacios agrícolas y naturales”, agregó.
Por eso, son unos perros rastreadores especialmente entrenados y un equipo de al menos 30 personas quienes están buscando a través de los exuberantes jardines de Florida para erradicar esta especie invasora.
Y para prevenir que se infecten, incluso los perros están entrenados para no atrapar los caracoles con la boca.
¿POR QUÉ LOS CARACOLES GIGANTES SON UNA AMENAZA PARA LOS HUMANOS?
Desde su último descubrimiento en junio, los funcionarios han capturado más de 1,400 caracoles vivos y muertos en el condado de Pasco, según medios locales.
Los caracoles africanos gigantes pueden crecer hasta ocho pulgadas y se reproducen rápidamente.
"Un sólo caracol gigante africano puede poner hasta 2,000 huevos cada año", le dijo a la agencia AFP Jason Stanley, biólogo del Departamento de Agricultura de Florida.
Pero, ¿los humanos corren peligro? Potencialmente sí, según los expertos, pues estos caracoles a menudo albergan gusanos pulmonares de rata que, si los humanos los ingieren, pueden llegar al tronco cerebral donde pueden causar meningitis.
"Normalmente, no afecta a las personas. Pero si accidentalmente se meten en un ser humano, los gusanos inmaduros pueden perderse y pueden terminar en lugares donde podrían causar mucho daño, como dentro de los globos oculares o incluso en el cerebro", explicó el Dr. William Kern, Profesor Asociado en el Departamento de Entomología y Nematología de la Universidad de Florida.
Además, los funcionarios de Florida ahora están pidiendo a las personas que informen sobre cualquier avistamiento de estos caracoles.
"Si ve uno de estos caracoles, no lo toque. Llámenos. Llevan consigo enfermedades como la meningitis", dijo la comisionada Nikki Fried.
También tiene una advertencia para aquellos que prefieren verlos en un plato que en su jardín.
"Lo más importante es que no los comas. Este no es un caracol para ponerlo en mantequilla, aceite y ajo".
¿YA HABÍA EXISTIDO UNA INVASIÓN DE CARACOLES GIGANTES?
Sí. La primera invasión ocurrió en la década de 1960 y se necesitaron siete años y un millón de dólares para acabar con ella.
La segunda ocurrió en 2010 y esta vez tomó diez años erradicarlos con un costo de US$23 millones.
Sólo si no hay avistamiento de caracoles durante dos años, las autoridades podrían declarar el lugar libre de caracoles.
Los caracoles gigantes son originarios del este de Kenia y el este de Tanzania, pero ahora se encuentran en muchos lugares del mundo, incluido el sur y sureste de Asia.
En Europa, algunas personas tienen estos caracoles como mascotas, pero en EU es ilegal tenerlos sin licencia, sin embargo, funcionarios y expertos sospechan que esta invasión puede deberse a los comerciantes de mascotas.
"Es muy probable que alguien los haya traído como mascotas. Los que encontramos en el condado de Pasco tienen la piel blanca en lugar del color gris normal", le dijo el Dr. Kern a la BBC.
En este sentido, el Departamento de Agricultura de EU detalló que, "este molusco ahora está establecido en muchas de las islas del Caribe, gran parte de América del Sur y, más recientemente, se introdujo en Costa Rica".