La viruela del mono tiene síntomas bien identificados, pero hay otros que no aparecen reconocidos en las definiciones médicas de esta enfermedad, como las lesiones genitales o las llagas en la boca, por lo que conocerlos ayudará a un mejor diagnóstico.
Estos síntomas incluyen lesiones genitales únicas y llagas en la boca o el ano, que son similares a los de las infecciones de transmisión sexual y pueden llevar fácilmente a un diagnóstico erróneo, indica un estudio resultado de la colaboración entre dieciséis países.
Los síntomas clásicos incluyen fiebre, dolor de cabeza y muscular, ganglios inflamados, cansancio y lesiones cutáneas, que pueden ser planas o ligeramente elevadas llenas de líquido, que tienden a concentrarse en la cara y las palmas de las manos y los pies, según la Organización Mundial de la Salud.
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El estudio que publica hoy The New England Journal of Medicine (NEJM), dirigido por la Universidad Queen Mary de Londres, identifica los nuevos síntomas clínicos, que presentaban “muchos de los individuos infectados”, pero que no están reconocidos en las definiciones médicas actuales de la viruela del mono.
Aunque el equipo esperaba encontrar diversos problemas cutáneos y erupciones, también descubrió que “una de cada diez personas tenía una única lesión cutánea en la zona genital y el 15% presentaba dolor anal y/o rectal”, explicó uno de los autores John Thornhill, de la Universidad Queen Mary de Londres.
En “algunas personas”, los síntomas anales y orales han provocado el ingreso en el hospital para tratar el dolor y las dificultades para tragar.
El estudio analizó 528 infecciones confirmadas entre los pasados 27 de abril y 24 de junio y, aunque la cercanía sexual es la vía de transmisión más probable en la mayoría de estos casos, los investigadores subrayan que puede transmitirse por cualquier contacto físico próximo a través de grandes gotas respiratorias.
Por eso, los autores consideran “tan importante” que se reconozcan estos nuevos síntomas clínicos y que se entrene a los profesionales sanitarios para identificar y tratar la enfermedad, pues un diagnóstico erróneo puede retrasar la detección y dificultar los esfuerzos para controlar la propagación del virus.
Infecciones por viruela del mono se han descrito ya en setenta países y en más de 13,000 personas, recordó Chloe Orkin, de la Universidad Queen Mary y unas de las firmantes de la investigación.
Con este estudio –consideró– “hemos demostrado que las actuales definiciones internacionales de casos deben ampliarse para añadir síntomas que no se incluyen actualmente, como las llagas en la boca, en la mucosa anal y las úlceras simples.
Los diferentes síntomas ponen de manifiesto que las infecciones podrían pasar desapercibidas o confundirse fácilmente con otras comunes de transmisión sexual, como la sífilis o el herpes.
Por ello, el equipo sugiere que se amplíen las definiciones actuales de los casos.