CHILE

Claves para entender la reforma a sistema de pensiones en Chile

El presidente chileno Gabriel Boric anunció este miércoles su prometida reforma de pensiones, el cual consta de tres pilares principales

El mandatario aseguró que a partir de la reforma, la cual tendría que ser aprobada por el Congreso de Chile, los afiliados 'serán los dueños de sus ahorros'.
El mandatario aseguró que a partir de la reforma, la cual tendría que ser aprobada por el Congreso de Chile, los afiliados "serán los dueños de sus ahorros".Créditos: Especial
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SANTIAGO DE CHILE.- Gabriel Boric, presidente chileno, anunció este miércoles 2 de noviembre su prometida reforma de pensiones, la cual contempla la creación de un modelo mixto con un aumento de la cotización del 10 al 16 % a cargo del empleador y la posibilidad de que el Estado gestione los fondos.

El mandatario aseguró que a partir de la reforma, la cual tendría que ser aprobada por el Congreso de Chile, los afiliados "serán los dueños de sus ahorros y podrán decidir libremente entre los gestores de inversores privados o el inversor público", de acuerdo con información de la agencia Efe.

¿De qué va la reforma?

Boric explicó que el sistema está compuesto por tres pilares: la capitalización individual vigente que mantendrá los aportes obligatorios que pertenecen a cada trabajador; el aporte proveniente del Seguro Social del 6% a cargo de los empleadores; y el aporte que hace el Estado mediante la Pensión Garantizada Universal (PGU).

Este último será aumentado con esta reforma a 250 mil pesos (alrededor de 5 mil 200 pesos mexicanos), una vez el Congreso apruebe la Reforma Tributaria.

"Las AFP (administradoras privadas de fondos de pensiones), en esta reforma, se terminan", sentenció Boric.

"Existirán nuevos gestores de inversión privados con el objeto exclusivo de invertir fondos previsionales y, además, existirá una alternativa pública, lo que permitirá promover la competencia con la entrada de nuevos actores", agregó.

El jefe de Estado insistió que "el actual sistema de pensiones está en crisis" y que las pensiones de hoy "no alcanzan" para que las personas "sostengan una vida digna en su vejez, sin importar cuánto trabajaron durante su vida".

"Ya ha habido dos intentos fallidos durante los últimos años y la ciudadanía no perdonará un nuevo fracaso de la política", reiteró.

Boric, que recordó que esta reforma "ha sido esperada y postergada por más de 15 años", invitó a la discusión a parlamentarios, empresarios, a las AFP, trabajadores y organizaciones -"a todos los actores", dijo- para "alimentar" el debate que terminará definiéndose en el Congreso, donde el oficialismo no cuenta con una mayoría.

El sistema instaurado por Pinochet, el dictador

Las pensiones llevan años en el ránking de las principales preocupaciones de los chilenos y la refundación del sistema fue una de las principales demandas en la ola de protestas de octubre de 2019, que dejó una treintena de muertos y miles de heridos.

Implantado por la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1980), el sistema fue pionero en la región en establecer la capitalización individual y en desechar el modelo de reparto.

Cada trabajador formal está obligado a aportar el 10 % de su sueldo mensual a una cuenta personal de la que puede disponer cuando se jubile (60 años las mujeres y 65 años los hombres) y que es tutelada por una de las siete Administradora de Fondos de Pensiones (AFP) que existen.

Las AFP, empresas privadas reguladas por el Estado, obtienen beneficios millonarios tras invertir esos ahorros en los mercados, que suman cerca del 8 % del PIB de Chile.

Actualmente existen siete AFP que gestionan los ahorros de los trabajadores, que al momento de afiliarse deben elegir entre cinco tipos de fondo (A, B, C, D y E) en función de su aversión al riesgo.

Sus defensores argumentan que el modelo ha contribuido al desarrollo del mercado nacional de capitales y explica en un tercio el mayor crecimiento económico que Chile ha experimentado desde 1980 en adelante, según un estudio de la Asociación de AFP.

Sus detractores, sin embargo, consideran que las inversiones de las AFP han beneficiado exclusivamente a las élites y que el sistema sólo funciona si se tiene un empleo estable y un ingreso alto, algo impensable para la gran mayoría de los trabajadores.

En 2008, se hizo una reforma y se creó una pensión financiada por el Estado, dirigida al 60 % más pobre que nunca había cotizado o que recibía pensiones muy bajas.

El aporte estatal se amplió en 2021 hasta los 185 mil pesos mensuales (3 mil 800 pesos mexicanos, aproximadamente).

 

(djh)