Desde el 24 de febrero de este año el mundo se enteró de la invasión de Rusia a Ucrania, reclamando territorios como suyos y una campaña en contra de la población de origen ruso en el llamado Donbás. El fin de semana, Putin celebró la anexión de las provincias ucranianas a jurisdicción de Moscú, pero en el frente de guerra las cosas parecen no ser miel sobre hojuelas para las tropas invasoras. Eso hace dudar sobre quién va ganando la guerra en realidad. ¿En realidad quién va ganando la guerra en el conflicto entre Ucrania y Rusia? Es la pregunta que se hacen muchos.
La Duma o Cámara de diputados de Rusia ratificó hoy la anexión de las autoproclamadas repúblicas populares de Donetsk y Lugansk, y de las regiones de Zaporiyia y Jersón, en el este y sur de Ucrania, donde el Ejército ruso pierde actualmente posiciones ante la contraofensiva de las fuerzas ucranianas.
Los diputados votaron por unanimidad una a una las cuatro leyes de ratificación y ovacionaron, también uno a uno, los resultados de las votaciones registrados en el tablero electrónico del hemiciclo.
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UNA "CONTINUACIÓN LÓGICA", SEGÚN MOSCÚ
"Este proceso es la continuación lógica de la unificación de las tierras rusas que comenzó en 2014 con el retorno a Rusia de la república de Crimea y la ciudad de Sebastópol", dijo el ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, que fue el encargado de presentar los proyectos de ratificación antes los legisladores.
El jefe de la diplomacia rusa aprovechó su intervención para arremeter contra Estados Unidos y acusarlo de "convertir a Ucrania en un instrumento de guerra contra Rusia, como en su momento Hitler puso en armas a la mayoría de países de Europa para atacar a la Unión Soviética".
Tras la ratificación, la Duma aprobó, también por unanimidad, los proyectos de leyes constitucionales de incorporación de los cuatro territorios ucranianos en la Federación de Rusia, que serán estudiados este martes por el Senado ruso, el último trámite antes de su promulgación por el jefe del Kremlin, Vladímir Putin.
Los tratados de ratificación , que este domingo recibieron el visto bueno del Tribunal Constitucional de Rusia, establecen que su lengua oficial será el ruso, aunque se permitirá el empleo del ucraniano, y la moneda nacional, el rublo.
Mantendrán su nombre como nuevos entes de la Federación de Rusia, tanto las repúblicas populares de Donetsk y Lugansk como las regiones de Jersón y Zaporiyia.
UNA ANEXIÓN EN MEDIO DE AVANCES UCRANIANOS EN EL FRENTE
La plenaria de la Duma transcurrió en un ambiente casi festivo pese a las noticias preocupantes para el mando militar ruso que provienen del campo de batalla, esta vez también del sur de Ucrania.
¿En realidad quién va ganando la guerra?
"El enemigo logró penetrar nuestra defensa en dirección a Zolota Balka y Oleksandrivka con unidades de tanques numéricamente superiores", admitió hoy el portavoz de Defensa ruso, el general Ígor Konashénkov, al referirse a la situación en la región de Jersón, hasta ahora controlada casi totalmente por la fuerzas del Kremlin.
En el este, en la región de Donetsk, tras recuperar el fin de semana la estratégica ciudad de Limán y la localidad de Torske, las tropas ucranianas continúan su avance hacia Kremnina, ya en la en vecina región de Lugansk, afirmó un portavoz militar de los separatistas prorrusos.
"Después de que tuviéramos que abandonar Limán, nuestros militares se atrincheraron en las afueras de Kremnina y la situación está bastante caliente allí", señaló el portavoz castrense prorruso de Lugansk, Andréi Marochko.
OPINIÓN SOBRE UNA POSIBLE SALIDA
Rubén Beltrán, diplomático mexicano, advirtió que en el caso del conflicto Rusia-Ucrania hay posiciones maximalistas que evitan la negociación para la salida de la intervención militar.
“’No negociaremos con #Rusia mientras Putin esté en el poder’; ‘No habrá negociación si no se reconocen como rusos los territorios de Donetsk, Lugansk, Saporiya y Kherson’: Las posiciones maximalistas impiden de momento cualquier negociación”, escribió como crítica en un hilo de Twitter sobre cómo el conflicto sigue y en ningún bando se da posibilidad de conciliación.
Si las partes, además del posicionamiento público, agregó, en efecto están por una victoria incondicional, seguiremos al borde de una catástrofe. No obstante, una solución diplomática siempre es posible. Si este acuerdo llegara podría no satisfacer a nadie, pero podría traer paz.
“Por lo pronto, el invierno está encima y muy probablemente veremos una campaña que se concentre en consolidación de posiciones. Nadie descarta una ofensiva rusa para intentar equilibrar la situación en el terreno, lo cual se antoja, por lo menos, complicado. Momentum de Ucrania”, escribió en Twitter.
La llegada del invierno no representará, esta vez una ventaja adicional para el ejército ruso; es sólo una estación más para las partes en lucha, más que habituadas a ello. La logística de intendencia y abasto serán cruciales.
“La última vez que se vivió una guerra en las llanuras de #Ucrania, fue durante una ofensiva victoriosa que llegó hasta #Berlín. Qué tristeza pensar que en esa ocasión ambos pueblos luchaban en el mismo bando”, escribió en el hilo.