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Atentados del 11 de septiembre: ¿los pudo haber evitado el NYT?

Una reportera interceptó una conversación sobre un futuro ataque de Al Qaeda a EU; pocos meses después, sucedió el ataque a las Torres Gemelas

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Escrito en MUNDO el

En julio del 2001, la reportera Judith Miller se acercó al editor de investigaciones del diario The New York Times, Stephen Engelberg, para proponerle una historia que describió como “increíble”: había interceptado una conversación de dos miembros del grupo extremista Al Qaeda.

"El primer tipo dice algo parecido a que es realmente una vergüenza que Estados Unidos no haya tomado represalias por el ataque al USS Cole, que era un barco estadounidense que había sido atacado por una especie de bombardeo suicida", asegura Engelberg al medio Slate.

"Y entonces el segundo dice, bueno, no te preocupes, estamos planeando algo tan grande que van a tener que tomar represalias", agrega.

En ese momento, Miller y Engelberg no se imaginaban que esto era un adelanto sobre los atentados que, en cuestión de semanas, resultarían en la muerte de unas tres mil personas.


LA DECISIÓN DEL TIMES

Miller, quien llevaba años cubriendo temas sobre el extremismo islámico para el diario, parecía tener una gran primicia. Sin embargo, quedaban dudas acerca de la veracidad de la historia y sobre la identidad de los hombres que conversaban.

Luego de intentar obtener más información y fallar en el intento, se decidió no publicar la historia en el diario.

Unos dos meses después, sin embargo, el ataque sucedió en Nueva York, el 11 de septiembre de 2001.

"Después del 11 de septiembre, ambos recuperamos el aliento en algún momento y hablamos de esto y pensamos, vaya, ¿qué hubiera pasado si hubiéramos hecho la historia?". dijo Engelberg. "¿Habría cambiado la historia? ¿Estaban realmente metidos en esto o era sólo una coincidencia?"


¿CUÁL ERA EL DEBER DEL DIARIO?

Slate argumenta que hay dos formas de ver estos sucesos. En primer lugar, los medios son responsables de mantener sus normas periodísticas. En este caso, un editor decidió no publicar información ya que no pudo asegurarse de que fuera correcta.

Por otra parte, el diario pudo haber publicado la información, revelando que desconocía el origen de la información. También se puede imaginar un escenario en el que The New York Times decide publicar la historia y ayuda a prevenir los ataques del 11 de septiembre.

Sin embargo, esto no se puede saber con seguridad. Slate, además, asegura que no ser precavido puede tener consecuencias también.

Da el ejemplo de cómo varios medios y periodistas, incluyendo a The New York Times y a la propia Judith Miller, aseguraron entre 2002 y 2003 que Irak tenía armas de destrucción masiva a pesar de que había pocas pruebas sobre esto.

"¿Por qué creí a la gente que creí?”, se pregunta Miller. "¿Por qué creí a la gente que hablaba conmigo y no a la que no lo hacía? Porque estas personas, en general, no todas, pero sí la mayoría, eran las mismas que nos advertían sobre Al Qaeda y el 11 de septiembre. Tenía todas las razones para creerles porque antes habían tenido razón”.

"Me equivoqué. Me equivoqué porque creí a gente que también se creía a sí misma", agrega.


ACV