Las portadas de revistas de moda suelen estar destinadas a personas famosas que destacan o pueden resaltar en su campo de especialización, pero Sofía no es alguien de carne y hueso.
Se trata de uno de los primeros androides en el planeta y está diseñada para cuidar a las personas de la tercera edad o a los enfermos durante la emergencia sanitaria, manteniendo a las personas seguras del virus y ofreciéndole a los pacientes interacción y calidez.
Este androide tiene tanta repercusión que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) la nombró la primera campeona “no humana” de innovación y en 2017 Arabia Saudita le otorgó la ciudadanía.
“Personifica nuestros sueños para el futuro de la Inteligencia Artificial. Sofía es como una mezcla única de ingeniería, ciencia y arte. Es un personaje de ciencia ficción creado por humanos”, destaca Hanson Robotics, la compañía detrás de la creación del robot.
Se sabe que la covid-19 se transmite de persona a persona y que estar en un entorno donde no existe un espacio adecuadamente ventilado y tampoco se puede mantener la sana distancia es uno de los escenarios que favorecen la propagación del virus. Por ello, la compañía que la creó desea producir “Sophías” en masa para finales de 2021, con la finalidad de crear un “ejército” de robots cuidadores de la salud.
“Últimamente he estado muy preocupada por la covid-19”, menciona Sophía con un inglés casi perfecto que si escucharas en un teléfono pensarías que se trata de otra persona. “Solo espero que los humanos recuerden que a los virus no les importan las divisiones en los mapas y que nos encontramos juntos en esto”, dice.
Sophia parpadea, gira la cabeza, hace gestos, mueve las manos al hablar y en los videos difundidos por medio de las redes sociales también se le puede ver explicando algo a una persona real.
Los desarrolladores quieren darle más funciones de cuidado como la habilidad de que tome la temperatura de la gente y dirija ejercicios de aerobics, pues creen que la pandemia dará más oportunidades a la industria de los robots.
“Pueden mantener a las personas fuera del peligro sin descuidar ese calor humano que tendría el paciente si interactuara con otro individuo, esa conexión humana”, menciona David Hanson, el fundador y director ejecutivo de la compañía desarrolladora de Sophia.
Se espera que Sophía no solo se quede en el campo de la medicina y Hanson piensa que sus robots también podrían servir para atender a las personas en industrias como la venta al por menor y los viajes aéreos. Podría trabajar de manera cercana con las personas evitando la transmisión del virus.
“Veo a Sophia en los ámbitos educativos, en los de salud y espero que toque el corazón de las personas y los inspire para un futuro donde los robots puedan incluso ser nuestros amigos”, concluyó Hanson.
fmma