Hoy ya no hay presidente en Sudán, el mismo que gobernó al país por 30 años, Omar Hasán al Bashir, fue obligado a dimitir por el Ejército, fuerza que aseguró tomará el poder del país africano por dos años.
El vicepresidente, el general Awad Ibn Awf, anunció la puesta en marcha de un consejo nacional de transición.
También detalló la suspensión de la constitución, un toque de queda y el cierre del Aeropuerto Internacional de Jartum.
Omar Hasán al Bashir no sólo fue obligado a renunciar, sino que ahora se encuentra en arresto domiciliario, junto con varios miembros de su gabinete.
Cabe mencionar que desde 2009, el ahora expresidente de Sudán ha sido señalado por crímenes de guerra que incluyen asesinato, violación y exterminio por la Corte Penal Internacional.
Pese a las tres décadas de gobierno, la presidencia de Omar Hasán al Bashir cayó en una semana, cuando miles de manifestantes se reunieron afuera de su residencia para exigir su renuncia.
Por otra parte, un grupo de inconformes se concentró en torno al cuartel general de las Fuerzas Armadas en Jartum.
Sin embargo, los malestares de la población sudanés comenzaron en diciembre pasado cuando el precio del pan aumentó. Manifestaciones organizadas por grupos sindicales dejaron a su paso más de 30 muertos debido a la represión policial, lo cual aumentó la inconformidad de la gente.
Calificado como un despiadado belicista, amigo de terroristas como el propio Osma Bin Laden, basó su mandato en dos ejes: las Fuerzas Armadas (mismas que hoy le dan la espalda) y el petróleo.
Durante un tiempo, Omar Hasán al Bashir llevó la bonanza a Sudán, mejoró la calidad de vida para la clase media.
Sin embargo, las guerras y la escasez petrolera acabaron con la economía del país africano con una inflación del 70% anual.
La nula participación de las Fuerzas Armadas en las manifestaciones, incluso algunos soldados trataron de defender a los ciudadanos de la represión de la policía. Fue entonces cuando decidieron tomar cartas en el asunto y terminar con la dictadura.
Ahora, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) pidieron al ejército de Sudan “que respete el deseo democrático de los sudaneses”.
Por su parte, la Unión Africana criticó la destitución de Al Bashir calificando el golpe militar como una respuesta no adecuada.
La historia de Omar Hasán al Bashir
Nacido en el seno de una pobre familia de agricultores, refleja en una anécdota de cómo perdió un diente la miseria que vivió de chido.
Cuando era niño trabajaba en una construcción donde se cayó y se rompió el diente mientras cargaba un bulto pesado. En lugar de ir a curarse, se enjuagó la boca con agua salada y siguió trabajando.
El su juventud se unió al ejército y en 1989 dirigió la junta islamista que derrocó del poder a Sadiq al Mahdi, desde entonces fue presidente de Sudán.
En 1993, Omar Hasán al Bashir fue incluido en la lista de los patrocinadores internacionales de terrorismo por parte de Estados Unidos.
Durante su gobierno comenzó la insurgencia en el sur del país donde rebeldes de varios grupos étnicos y religiosos buscaban independizarse. Esta guerra duró 21 años, hasta que en 2001, Omar Hasán al Bashir fue obligado a firmar un acuerdo de paz.
Pese a ello, los combates con los rebeldes continuaron, pero ahora a través de una milicia favorable al gobierno conocida como los yanyauid.
En esos combates murieron alrededor de 300 mil personas, derivando entonces las acusaciones por crímenes de guerra contra Omar Hasán al Bashir de parte de la Corte Penal Internacional.
Fue en 2011 cuando Sudán del Sur nació como un país independiente, llevándose consigo tres partes de las reservas petroleras de Sudán, comenzando así con el declive del gobierno de Hasán al Bashir.
Con información de El País, Infobae y Notimex
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