Atlacomulco, Estado de México.- Joanna Segundo salió de su casa el 8 de septiembre a las 5 am de su casa en Barrio Calvario del Carmen de San Felipe del Progreso, para ir a la Ciudad de México, donde trabaja como empleada doméstica en una casa en Coyoacán.
Es un trayecto largo de más de tres horas que toma la adolescente cada dos semanas, ya que donde trabaja se queda para no hacer ese recorrido tan largo.
Pero ese día Joanna iba en el autobús que fue impactado por un tren en Atlacomulco y se convirtió en una de las 55 personas que resultó herida. El accidente dejó además un saldo de 10 personas muertas.
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Su tía Adela, quien desde el lunes ha pernoctado afuera de la unidad IMSS Bienestar de Atlacomulco, donde está internada Joanna, compartió con La Silla Rota cuál es la situación de su sobrina.
Aún está delicada
Cuando Adela supo del accidente, nunca se imaginó que Joanna iba en ese camión. “Empezamos a checar las listas porque le marcamos para ver si ya había salido de Atlacomulco, empezamos a checar la lista y pues si venía el nombre”, dice, sentada en una colchoneta, y recargada en la pared externa del hospital.
Fue entonces que ella, los papás de Joanna y su abuelita materna sentada dirigieron al hospital. Cuando llegaron preguntaron por cómo se encontraba Joanna, pero les dieron información después de una hora.
“Nos mandaron a llamar y nos dijeron que ya la habían operado de emergencia, traía un fuerte dolor y le operaron el abdomen y ahorita se encuentra estable, pero si todavía está un poco delicada”, dice Adela, cabizbaja.
Queremos justicia y reparación económica
Joanna aún tiene golpes y un fuerte dolor en el pecho, pero esperan que pronto la den de alta.
“Lo único que queremos es que el responsable del camión se haga Justicia para ahora si las personas que lamentablemente fallecieron y también para los que están aquí en el hospital, que nos ayuden económicamente, porque pues sí, hay personas que nos ofrecen un taco pero necesitamos para lo que están pidiendo, como son medicamentos, les están pidiendo ondas nasales, les pañales, vendas y pues eso sí se tiene que comprar, y lo único que yo quiero es que nos ayuden económicamente”, dice.
La empresa dueña del autobús aún no les dice si indemnizará a las víctimas. Adela comparte que mientras no den de alta a su sobrina Joanna, seguirán afuera del hospital, sin importar que llueva, como ocurrió la tarde de este 9 de septiembre, o el frío que se sintió en la madrugada de este 10.
Contexto: Mientras Joanna y sus familiares, esperan justicia, su tía Adela cuenta que su sobrina busca continuar sus estudios, ya que apenas estudió hasta sexto de primaria. Su idea es hacer la secundaria y la prepa.
Sobre porqué se fue a trabajar desde los 16 años a la Ciudad de México como empleada doméstica, es porque en San Felipe del Progreso no hay oportunidades para los jóvenes.
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gph