El trayecto de solo tres kilómetros, desde la base de Perinorte hasta el Parque Industrial San Martín Obispo, en Cuautitlán Izcalli, se ha convertido en una odisea de hasta tres horas para trabajadores y automovilistas que circulan por la autopista México-Querétaro.
Los usuarios de esta vialidad señalan que el colapso es provocado por una combinación de obras, el flujo de camiones de carga y el crecimiento industrial, ya que se ha generado un cuello de botella que impacta la movilidad de toda la región.
El caos vial no se limita a los empleados de las decenas de empresas y centros de distribución que operan en la zona, se extiende hasta los carriles centrales de la autopista, afectando vialidades como: la vía Reyes Heroles, el Periférico Norte y la avenida Gustavo Baz.
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Testimonios desde el caos
Israel Pérez, despachador de la empresa de transporte Izgasa, describe la situación como un desafío diario. "La verdad hacemos entre dos y tres horas para llevar a los pasajeros a ese complejo industrial. No nos damos abasto, ya que las unidades se quedan varadas en el tráfico", explicó.
Pérez atribuye el problema a dos factores principales: las reparaciones en la avenida que da acceso a la caseta de peaje y la salida de vehículos de otros parques industriales. "Están reparando y solo dejan un solo carril para la circulación. Adicionalmente, la gente de otros parques industriales quiere dar vuelta en el mismo lugar, y es ahí donde se hacen los nudos viales", detalló.
Alicia Sánchez, vecina de Cuautitlán Izcalli, habló sobre el impacto en su vida personal. "Para nosotras es un martirio", dijo, refiriéndose al trayecto que debe hacer para llevar a su hija a terapias en el Teletón. "Primero debemos pasar por el trafical de Puente Grande y luego por el nudo vial de San Martín Obispo. Eso fastidia porque son más de tres horas a veces de camino", lamentó.
Al respecto, el gobierno de Cuautitlán Izcalli informó que en la zona se está llevando a cabo una obra para canalizar las aguas pluviales para evitar inundaciones y otras afectaciones.
Debido a estos trabajos, se mantiene cerrado uno de los carriles de accesos a San Martín Obispo, lo que genera afectaciones a la circulación.
Se tiene previsto que esta semana concluyan los trabajos que permitirán canalizar el agua de lluvia a una red general del parque industrial que desemboca en la Presa El Ángulo.
Un recorrido por el caos y el riesgo
En un recorrido por la zona, La Silla Rota pudo constatar las dificultades que enfrentan los miles de trabajadores. Muchos se ven obligados a caminar por los costados de la vialidad, esquivando tráilers y camiones de carga, mientras que los motociclistas invaden los espacios peatonales, incrementando el riesgo. Otros simplemente deben esperar hasta tres horas dentro de las unidades de transporte para poder entrar o salir del parque industrial.
En contexto: este complejo vial, compuesto por el Parque Industrial San Martín Obispo I, II y III, tiene una ocupación de casi el 100%, según la Secretaría de Economía estatal, y cuenta con 22 Centros de Distribución de Mercancías (CEDIS). Empresas líderes como Alsea, PepsiCo y FedEx operan en el lugar y mantienen un constante flujo de camiones de carga que contribuyen a la congestión. El parque industrial se ha expandido hasta los límites con Atizapán de Zaragoza y Tlalnepantla, lo que ha incrementado el problema de movilidad en una de las zonas industriales más importantes del país.
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