El gobierno de la Ciudad de México dio a conocer las bases del Plan Estratégico para Recuperar la Zona Lacustre de Xochimilco y Tláhuac. El objetivo central consiste en preservar, recuperar y potenciar el desarrollo de esta región reconocida como patrimonio cultural y natural de la humanidad.
Las autoridades locales plantearon un enfoque integral. El plan contemplará un manejo general de la zona chinampera en coordinación directa con sus pobladores. La jefa de Gobierno, Clara Brugada Molina, indicó que la administración construirá este plan con la participación activa de las comunidades.
Para ello, se establecerán espacios de diálogo en los que los habitantes podrán presentar propuestas. En San Gregorio Atlapulco, la población ya definió un plan de manejo de agua y desagües, el cual se encuentra en ejecución, luego de una consulta ciudadana.
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Acciones previstas en manejo del agua y producción agrícola
Dentro del plan estratégico, se definieron acciones dirigidas al manejo del agua, la producción agrícola, la conservación ambiental, el fortalecimiento de los servicios públicos y la identidad comunitaria.
En materia agrícola, el gobierno local promoverá el cultivo de maíz nativo, chinampero, blanco y libre de organismos genéticamente modificados. Las autoridades proyectaron un incremento de hasta 15 por ciento en la producción para el próximo año.
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También se entregarán recursos del programa Altépetl, con el fin de apoyar directamente esta actividad. El plan contempla acciones para garantizar el funcionamiento de los servicios públicos en la zona y la conservación de cuerpos de agua, lagunas y canales.
La estrategia busca mantener la función ambiental de la región, incluyendo la producción de agua, oxígeno y alimentos para la ciudad, así como conservar la identidad cultural de las comunidades originarias.
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Remozamiento urbano y entidades participantes
Una de las acciones confirmadas será el remozamiento de espacios públicos en San Gregorio Atlapulco mediante el programa Yolotl Anáhuac. Esta intervención se integrará a los trabajos definidos por el plan.
El Gobierno de la Ciudad de México coordinará la implementación. La jefa de Gobierno aseguró que su administración brindará apoyo total al proyecto. Además, se instruyó a la Secretaría del Medio Ambiente (Sedema), la Secretaría de Gestión Integral del Agua (Segiagua) y la Secretaría de Pueblos Originarios para desarrollar el plan.
Estas dependencias trabajarán en colaboración con otras instituciones que también participarán en la planeación e implementación de las medidas.
Zona de aplicación e investigación técnica
La aplicación del plan comenzará en las alcaldías Xochimilco y Tláhuac, específicamente en la zona chinampera y lacustre. Las autoridades señalaron que en este momento se elaboran estudios y análisis técnicos para sustentar la estrategia.
El gobierno proyectó realizar una inversión durante el próximo año para la recuperación de todos los espacios con agua en esta región. La intención es iniciar con acciones concretas tras la conclusión de los estudios y la recopilación de propuestas comunitarias.
San Gregorio Atlapulco: punto clave en el proyecto
El ejido de San Gregorio Atlapulco, en la alcaldía Xochimilco, figura como punto central en el plan. Esta zona cuenta con 475 hectáreas, de las cuales 276 conforman un Área de Restauración y Conservación Ambiental Comunitaria (ARCAC).
En esta localidad se realizó una consulta ciudadana sobre el manejo del agua, en la que la población definió un plan que ya está en curso. También se encabezó la primera cosecha de maíz en la zona ejidal bajo este esquema de gestión.
Clara Brugada informó que el gobierno mantendrá un proceso abierto de escucha y análisis de propuestas, con la expectativa de iniciar la aplicación de recursos el próximo año, conforme a los resultados obtenidos.
La jefa de Gobierno reafirmó su compromiso para que las comunidades impulsen su producción agrícola y conserven su identidad, mientras se garantiza el acceso a servicios públicos y se fortalece la función ambiental de la zona lacustre.
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Contexto: Durante décadas, la zona chinampera y lacustre de Xochimilco y Tláhuac enfrentó un proceso continuo de deterioro derivado del crecimiento urbano, el desvío de cuerpos de agua y la falta de inversión sostenida en infraestructura ambiental.
Las autoridades federales y locales reconocieron en distintos momentos la importancia cultural y ecológica del sistema lacustre, pero no aplicaron acciones que contuvieran su desecación progresiva.
De acuerdo con información publicada por La Silla Rota, especialistas y habitantes de la región documentaron la reducción del espejo de agua, la pérdida de biodiversidad y el abandono de los canales, muchos de los cuales quedaron obstruidos o secos.
La expansión de asentamientos irregulares y la extracción descontrolada de agua subterránea también influyeron en la pérdida del equilibrio ecológico.
Estudios del gobierno capitalino indicaron que, de las más de dos mil hectáreas de superficie lacustre que existían en el siglo XX, una parte considerable se transformó en suelo urbano o agrícola sin regulación ambiental.
Organismos como la Secretaría de Medio Ambiente (Sedema) y la Comisión de Recursos Naturales (Corena) registraron afectaciones directas en la recarga de los mantos acuíferos y en la capacidad de filtración natural del suelo.
En este contexto, las autoridades locales anunciaron el diseño de un plan estratégico para preservar la zona, con énfasis en el manejo del agua, la producción agrícola y la participación comunitaria.
El objetivo será contener el deterioro ambiental y garantizar el uso sustentable del territorio en las alcaldías Xochimilco y Tláhuac.
VGB