La camioneta en la que huyeron los cuatro presuntos responsables del asesinato de Ximena Guzmán y José Muñoz —secretaria particular y asesor de la jefa de Gobierno de la CDMX, Clara Brugada— fue identificada como una Nissan blanca, placas V12-BGM. El vehículo llegó a la capital desde el 14 de mayo por Tonanitla, Estado de México, municipio ubicado a unos 30 kilómetros de Ciudad de México.
De acuerdo con las investigaciones de la Secretaría de Seguridad y la Fiscalía de la CDMX, ese mismo día comenzó la operación para cometer los homicidios perpetrados este martes en calzada de Tlalpan, a la altura del Metro Xola. El vehículo permaneció en la capital hasta el día del ataque, específicamente en Iztacalco, donde los agresores dejaron una Nissan Kicks azul, usada para huir de la escena y luego cambiar de automóvil para despistar a las autoridades.
Según información documentada por el periodista Antonio Nieto en La Silla Rota, imágenes revelan que el tirador y tres sospechosos más abordaron la Nissan blanca y escaparon hacia el Circuito Exterior Mexiquense. Uno de los últimos registros del vehículo es en la salida hacia Querétaro, cerca del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA).
¿Fue un ataque planeado con precisión?
Actualmente, fuerzas locales y federales concentran los operativos en Zumpango, aunque el rastreo también se ha extendido a Hidalgo y Querétaro. Paralelamente, se realizan intervenciones telefónicas para ubicar a los asesinos materiales y posibles autores intelectuales.
Las autoridades señalaron que el nivel de preparación es similar al registrado en el homicidio de Milton Morales Figueroa, jefe de la SSC asesinado en julio de 2024 en el Estado de México. En ese caso también se usaron cambios de vehículo, números de serie alterados y estrategias para evadir cámaras del C5.
Aunque se realizaron detenciones —incluyendo al tirador— el móvil del asesinato de Morales nunca fue esclarecido oficialmente.
¿El arma había sido utilizada antes?
Peritos en balística concluyeron que el arma usada contra Ximena y José no había participado en otros crímenes, a diferencia de la empleada en el caso de Morales, que estaba vinculada a un homicidio en la alcaldía Gustavo A. Madero.
Las indagatorias también confirmaron que el grupo criminal conocía la rutina de las víctimas. José recogía todos los días a Ximena en el puente peatonal de Tlalpan y Napoleón, dirección Centro.
¿Hubo fallas en cámaras de vigilancia?
Los agresores conocían la rutina de las víctimas: todos los días Ximena recogía a José en el puente peatonal de Tlalpan y Napoleón. El día del crimen, la única cámara del C2 Sur frente al lugar no funcionaba.
La Fiscalía informó que se investigará a fondo la falla y, de ser necesario, se abrirá una pesquisa interna para deslindar responsabilidades.
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Tras el doble homicidio, surgieron dudas sobre el funcionamiento de las cámaras. Un video mostró a técnicos en el sitio sin dar explicaciones, lo que generó cuestionamientos.
El C5 aseguró que la cámara MC2056 sí opera con almacenamiento híbrido en tarjetas SD y en la nube, y que ya se analizaron los datos extraídos.
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El secretario de Seguridad, Pablo Vázquez, explicó que el material recuperado, junto con videos de particulares, permitió trazar la ruta de los agresores e identificar los puntos donde abandonaron los vehículos usados.
LSHV
