Tras la aprobación de un dictamen por el Congreso de la Ciudad de México, las alcaldías podrán implementar programas locales de recolección y concientización para fomentar el reciclaje de ropa, la reutilización y la correcta disposición de residuos textiles, contribuyendo a una ciudad más sostenible y responsable con el medio ambiente.
Los cambios a la Ley de Residuos Sólidos reconocen como residuos textiles a los materiales o productos elaborados con textiles que ya no cumplen su función original, incluyendo ropa, calzado, bolsas y otros artículos.
La iniciativa busca contrarrestar los efectos de la fast fashion o moda rápida, que genera grandes cantidades de desechos textiles y perjudica al entorno, promoviendo el aprovechamiento responsable de los materiales en desuso y fomentando una cultura de consumo más consciente y sostenible.
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Sedema impulsará convenios y campañas para reciclar
Asimismo, la Secretaría de Medio Ambiente (Sedema) queda facultada para suscribir convenios con cámaras industriales, comerciales y otras actividades productivas dedicadas a la fabricación y venta de textiles, siempre que haya disponibilidad presupuestal, con el objetivo de coordinar acciones que promuevan la recolección, tratamiento, reciclaje, reutilización, coprocesamiento y disposición final de estos residuos.
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Además, la Sedema implementará programas de recolección de residuos textiles, en concordancia con la Ley de Economía Circular, y lanzará campañas de concientización para que la ciudadanía conozca la manera correcta de desechar y disponer de estos materiales, fomentando su intercambio y reutilización.
Toneladas de desechos
Contexto: la fabricación de ropa consume millones de litros de agua y genera toneladas de desechos y emisiones de carbono. Según Greenpeace México, en 2021 la producción y el lavado continuo de prendas liberaron alrededor de 500 mil toneladas de microplásticos al año en los océanos.
Por ello, el pasado 17 de junio, la congresista Elvia Estrada Barba alertó que “si la producción de ropa sigue el ritmo actual, se prevé que para 2050 el consumo de petróleo destinado a esta industria se triplicará, con lo que se alcanzarán 300 millones de toneladas anuales”.
¿Por qué es importante este tema? Estrada, promotora de esta reforma, señaló que la contaminación por prendas de fast fashion es cada vez mayor, afectando cuerpos de agua, sistemas de gestión de residuos y la vida cotidiana.
“Con esta propuesta, como lo mencioné en su momento, buscamos que las autoridades de nuestra Ciudad generen nuevos mecanismos del manejo de estas prendas para que puedan tener una segunda oportunidad, o en su caso, puedan contar con una correcta disposición final, todo ello de la mano de los actores privados como las cámaras de comercio, quienes son indispensable para este tipo de procesos, así como en conjunto con la ciudadanía que a través de la concientización y acción permanente pueden hacer una diferencia trascendental”, explicó.
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gph