En calles como Dolores e Independencia, pero también en las plazas de Izazaga, en el centro de la Ciudad de México, la venta de vapeadores y accesorios continúa pese a la prohibición a importar y vender esos productos aprobada por el Congreso en diciembre de 2024. La Silla Rota registró que en esos sitios los vendedores ambulantes ofrecen los productos sin impedimento alguno por parte de la autoridad.
La Silla Rota visitó puestos ubicados en repartidos en la salida de las estaciones Salto del Agua y San Juan de Letrán, en la calle Dolores dentro del Barrio Chino y en Eje Central, sólo en esos sitios se ubicaron 16 puestos.
Los vendedores relataron que no son dueños del lugar, trabajan seis días a la semana en horario de 11 de la mañana a 6 de la tarde y al día ganan 450 pesos diarios más comisiones.
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Victoria, Jessica y Diego, quienes aceptaron dar su testimonio a condición de que no se usara su nombre real, contaron a La Silla Rota cómo funciona la venta de vapeadores en el Centro Histórico.
“Nadie de los que jalamos aquí somos dueños, le trabajamos a la gente y solo vendemos. Yo no sé dónde los compran; llego a las 11 y ya están ahí”.
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Venta sin obstáculos
Victoria atiende el puesto de vapeadores de Artículo 123 desde 2022 y relata que en los casi tres años no ha tenido problemas con policías o autoridades que impidan la venta del producto.
Ni Victoria ni los otros dos vendedores que accedieron a hablar sabían que vender vapeadores está prohibido por la Constitución y que el Código Penal Federal contempla sanciones de cárcel para quienes incurren en esa actividad.
“No me han dicho que me quite, entonces no me voy a quitar. Hasta ahorita me entero que es ilegal, pero yo solo lo trabajo; además, no creo que me quiten de aquí”, dijo Jessica, quien vende en Salto del Agua.
En las cajas de vapeadores hay una leyenda en letras rojas que dice “prohibida su venta a menores de edad”. En los puestos de Dolores, a diferencia de los de Artículo 123 y las estaciones del Metro, se constató que menores de edad compran los artículos para fumar y una vendedora lo confirmó.
Los jefes de Victoria, Diego y Jessica, les prohíben vender a menores de edad para no meterse en problemas.
Victoria dijo que ha visto a niños comprando en Dolores, principalmente vapeadores baratos de 40 y 100 pesos.
Ventas por mil pesos diarios
Los vendedores afirman que al día pueden vender entre mil 500 y 2 mil pesos; ellos reciben 200 pesos de comisión.
Mientras que en un mal día como los lunes o martes o aquellos en los que llueve durante la tarde, venden entre 700 y 900 pesos.
Los vapeadores más baratos se venden a 40 y los más caros en 450; el precio depende de la calidad.
Los más baratos tienen suficiente líquido fumable para 5 mil fumadas, que si se usa todos los días puede durar poco menos de dos semanas; mientras que los más caros tienen hasta 45 mil fumadas, son rellenables y recargables, por lo que duran hasta un mes si se fuma diario.
El 18 de enero de este año entró en vigor una reforma a la Constitución que sanciona “toda actividad relacionada con cigarrillos electrónicos, vapeadores y demás sistemas o dispositivos análogos”.
El camino para prohibir la importación y venta de los vapeadores arrancó el 19 de febrero de 2020, cuando el entonces presidente Andrés Manuel López Obrador emitió un decreto presidencial que prohibía “la importación de los dispositivos conocidos como cigarrillos electrónicos”.
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Adultos, los que más compran
Alejandra, mujer de 32 años, compró tres vapeadores de mango de la marca iPlay. Dijo que los prefiere porque esta es su fruta favorita y en total gastó 600 pesos y le van a durar dos meses y medio.
“Te cuento mi experiencia, pero no quiero fotos. Me gusta venir aquí (a Dolores) porque hay más sabores de vapes; además, no son tan caros y aprovecho para ver las cositas chinas del Barrio y comprar panecitos al vapor”, relató.
Según Diego, compradores como Alejandra son el grueso de sus clientes. La mayoría tiene entre 20 y 30 años; son personas que pueden gastar hasta 500 pesos para abastecerse con el producto suficiente para dos o tres meses.
VGB
