Este martes, la tranquilidad de los vecinos del Boulevard Reforma, en Tultitlán, Estado de México, se vio interrumpida por una fuerte explosión. Tras el estruendo, residentes de la zona alertaron de inmediato a las autoridades de emergencia, incluyendo a personal de protección civil y bomberos de la localidad.
Al llegar al lugar, los equipos de emergencia encontraron que la vivienda presenta daños estructurales: ventanas, puertas y parte de la estructura estaba completamente destrozada.
Al ingresar para asistir a las personas que habitan el inmueble, confirmaron el hallazgo de una persona sin signos vitales, quien falleció a causa de las heridas provocadas por la explosión. De manera preliminar, no se reportan otras personas lesionadas.
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Acumulación de gas LP, la causa probable
La policía municipal acordonó el área del siniestro y desvió la circulación vehicular para facilitar el trabajo de los cuerpos de emergencia. Personal de protección civil informó que, con base en las evidencias encontradas en el interior del inmueble, la causa más probable de la explosión fue la acumulación de gas licuado de petróleo.
Bomberos de la localidad permanecen en el lugar, a la espera de la llegada del ministerio público y los peritos de la Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM) para llevar a cabo las diligencias correspondientes y determinar oficialmente las causas del incidente.
Una vez que el inmueble sea liberado por las autoridades, se procederá con el levantamiento y remoción de los escombros que dejó este suceso, que desprendió puertas, ventanas, barandales y causó destrozos en muebles y demás enseres de los habitantes.
¿Cómo disminuir riesgos de explosiones por acumulación de gas?
En contexto, las explosiones en viviendas por acumulación de gas ocurren cuando una fuga permite que el gas se mezcle con el aire en un espacio confinado, alcanzando una concentración explosiva. Una chispa o llama puede entonces encender la mezcla, causando una rápida expansión de gases calientes y una explosión.
Causas comunes de fugas de gas que conducen a explosiones son: tuberías defectuosas, conexiones sueltas, mangueras agrietadas o reguladores dañados pueden causar fugas de gas; instalaciones de gas mal realizadas, o con equipos en mal estado (calentadores, estufas, etc.) aumentan el riesgo de fugas y explosiones.
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Para disminuir los riesgo se pueden tener previsiones como: inspeccionar regularmente las tuberías, válvulas y conexiones de gas; detectar fugas a través del olor característico del gas o ruidos de silbido; asegurar una buena ventilación en áreas donde se utiliza gas, especialmente en espacios cerrados; contratar técnicos calificados para la instalación y mantenimiento de equipos de gas; evitar almacenar tanques de gas en sótanos debido a la acumulación de gases pesados, y en caso de detectar se detecta una fuga, cerrar la válvula de suministro de gas, ventilar el área y llamar a un técnico especializado.
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