En el Estado de México, 36 de los 125 municipios mexiquenses, no tienen atlas de riesgo, mientras que 34 ayuntamientos están en proceso de corregir este documento y sólo 55 lo tienen actualizado.
De acuerdo con el diputado local, Valentín Martínez Castillo, los municipios que no cuentan con un atlas de riesgo son: Acambay, Aculco, Almoloya de Juárez, Amatepec, Axapusco, Ayapango, Calimaya, Chapultepec, Chiautla, Chiconcuac, Cuautitlán, Donato Guerra, Ecatzingo, Ixtapaluca, Jilotzingo, Jocotitlán, Juchitepec, La Paz, Mexicaltzingo, Morelos, Nextlalpan, Ocuilan y Otumba.
En la misma condición de falta de atlas de riesgos se encuentran: Polotitlán, San Antonio la Isla, San Martín de las Pirámides, Santo Tomás de los Plátanos, Tecámac, Tejupilco, Temascalapa, Temascalcingo, Tepetlaoxtoc, Tepetlixpa, Timilpan, Villa de Allende y Zumpango.
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Municipios que tienen actualizado su atlas de riesgo
Precisó que a la fecha sólo 55 municipios cumplen con tener actualizado y operando su atlas de riesgo, se trata de los Ayuntamientos de: Acolman, Santa Cruz Atizapán, Almoloya de Alquisiras, Almoloya del Río, Amecameca, Apaxco, Atenco, Atizapán de Zaragoza, Atlacomulco, Chapa de Mota, Chicoloapan, Coatepec Harinas, Cocotitlán, Coyotepec, Cuautitlán Izcalli, El Oro, Hueypoxtla, Huixquilucan, Ixtapan de la Sal, Ixtlahuaca, Jilotepec, Jiquipilco y Joquicingo.
También están al día los municipios de: Lerma, Luvianos, Melchor Ocampo, Metepec, Nezahualcóyotl, Otzoloapan, Otzolotepec, Papalotla, Rayón, San José del Rincón, San Mateo Atenco, Sultepec, Temoaya, Tenancingo, Tenango del Valle, Teoloyucan, Tepotzotlán, Tequixquiac, Texcoco, Tianguistenco, Tlalmanalco, Tlalnepantla.
Y se enlistan también: Toluca, Tonanitla, Tonatico, Tultepec, Tultitlán, Valle de Bravo, Valle de Chalco Solidaridad, Zacazonapan, Zinacantepec y Zumpahuacán.
Buscan sancionar la falta de atlas de riesgo
El también presidente de la Comisión de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil en la 62 legislatura mexiquense advirtió que se analiza la forma de presionar a los Ayuntamientos para que actualicen el atlas de riesgo, al tiempo que se trabaja en los mecanismos legales para implementar sanciones a los gobiernos municipales que no cuenten o no actualicen cada año este documento.
“El atlas de riesgo, es la manera de preservar la vida de los habitantes para que sepan qué hacer o que no hacer y donde están las zonas de alto riesgo”, acotó el diputado morenista.
¿Cuándo surgió el atlas de riesgo?
Hugo Antonio Espinoza Ramírez, director de la carrera de Paramédico y Protección Civil de Emergencias de la Universidad Tecnológica del Valle de Toluca, explicó que en México, este documento tiene 25 años, nació en el año 2000, pero fue entre los años 2004-2006, cuando se comenzaron a hacer las guías para elaborarlo, pues es una herramienta compleja que sólo lo hacen expertos.
“Para poder entender bien cómo se usa un atlas de riesgo, se necesita mucha experiencia y muchos conocimientos. Un atlas, ya por Ley, debe tener un sistema de información geográfica que ya necesita de ciertos conocimientos técnicos para saber lo que es un geolocalizador, sistemas de referencia espacial”.
Para su elaboración se debe saber sumar mapas de peligro y mapas de susceptibilidad, los primeros se refieren a las inundaciones y los segundos tienen que ver con cuestiones económica, política y social.
“Puedes vivir en una zona de peligro, de inundación, pero si no hay márgenes de pobreza, pues no les va a pasar nada porque las casas son de concreto, tienen buen sistema de drenaje, aunque sea un lugar que se inunde, como ocurre en la zona de Tecamachalco”.
En tanto que “si te vas a Chalco o a San Mateo Atenco, pues el mapa de susceptibilidad se combina con el de peligro y te dice que hay ciertos lugares marginados con pobreza, con edificaciones sin infraestructura diseñada por un arquitecto, invasiones a los ríos”, ejemplificó el especialista.
¿Qué tan importante es este documento?
El especialista en protección civil indica que, es importante que los Ayuntamientos tengan su atlas de riesgo y personal especializado para su función, ya que de nada les sirve sino cuentan con personal que lo sepa interpretar y con suficientes elementos para atender otro tipo de contingencias.
“Abarca todos los fenómenos (naturales). Para poder actualizar un atlas se necesita una computadora no mayor a cinco años su software, una buena conexión a internet y ancho de banda y, en recursos humanos, por lo menos a dos o tres personas. Una que sea de preferencia geógrafo y otra con conocimientos en planeación urbana y una buena coordinación con los organismos de agua, con los organismos de ecología, con CAEM, con Probosque, con la Conafor”, apuntó Espinoza Ramírez.
Puntualizó que el atlas de riesgo es una herramienta útil, necesaria y valiosa, pero que, si no se combina con una buena planeación de los diferentes órdenes de gobierno y la sociedad, “de que nos va a servir tener la radiografía”.
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En contexto, de acuerdo con el atlas de riesgo 2025 del gobierno del Estado de México en esta temporada de lluvias se tienen identificados 200 puntos de riesgo susceptibles de inundaciones, los cuales se ubican en 48 municipios, 20 en el Valle de Toluca y 28 en el Valle de México y Zona Oriente.
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