Una seguidilla de detonaciones hizo que la música parara de golpe. El griterío se multiplicó en el bar Foro Santa Maria, en la alcaldía Cuauhtémoc. Era la madrugada del 12 de mayo de 2025.
Dos muchachos quedaron tendidos en el suelo, uno bocarriba, de playera amarilla y gorra azul, el otro, bocabajo, de chamarra negra y con una mariconera cruzada en el pecho.
Sillas volcadas, charcos de sangre y el sonido de una moto arrancar afuera, sobre la lateral de Insurgentes Sur, eso fue lo último que vieron testigos, según la carpeta FIEDH/2/UI-1C/D/00179/05-2025.
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El saldo: dos jóvenes asesinados dentro del bar y 3 más heridos, quienes refirieron a los policías que eran venezolanos y trabajadores de otro bar, las Mezcalitas, ubicado cerca.
Estaban festejando el Día de las Madres y allí se juntaron con otros chicos venezolanos, uno de los cuales presuntamente les ofreció un “pericazo” y mariguana.
Detrás del ataque, se supo después, estaba la AntiUnión, grupo criminal que rivaliza con la Unión (Tepito) y su reciente alianza con el Tren de Aragua, mafia venezolana que llegó a México y será foco rojo en los próximos años.
El Origen
Desde hace más de una década, el Tren de Aragua tiene presencia en territorio nacional. Aunque antes se limitaba a pasar sudamericanos a Estados Unidos o regentear sexoservidoras.
Anteriormente, los delincuentes venezolanos se dedicaban a clonar o robar tarjetas bancarias o atraer mujeres sudamericanas para ejercer el sexoservicio, pero desde septiembre de 2024 pactaron con el cártel de la Unión para controlar la prostitución en las calles de Ciudad de México.
No solo eso, el Tren de Aragua pactó también dotar de narcomenudistas al cártel, lo que quedó de manifiesto la noche del 12 de mayo en el bar Foro Santa Maria, donde se presume que los asesinados, José Luis Caña, de 25 años de edad y otro no identificado se dedicaban a la venta de estupefacientes en los bares de Santa Maria la Ribera.
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El Tren de Aragua surgió en la cárcel de Tocorón, en Aragua, Venezuela y de acuerdo con publicaciones locales, ha estado vinculada al régimen chavista.
Sus alcances son internacionales, pues son públicas numerosas detenciones de sus integrantes en España, Estados Unidos, Perú, Colombia, Ecuador y Canadá.
Como ocurrió en los años 80, con la partida de miles de cubanos debido a un permiso deliberado de Fidel Castro, la movilización actual de venezolanos es cada vez mayor, debido a las condiciones económicas precarias que persisten en aquel país.
El Tren de Aragua habría ayudado a miles de venezolanos (opositores al régimen) a salir de Venezuela y así mermar a la oposición política.
No obstante, en Ciudad de México buscan el control de la prostitución callejera, la cual se da mayormente en la alcaldía Cuauhtémoc, en Sullivan, en Calzada de Tlalpan y los alrededores del Monumento a la Revolución.
Tres muchachas que ejercían el sexoservicio en Sullivan fueron asesinadas por el Tren de Aragua, pues quisieron escapar de la red en la que habían caído.
Según el expediente FEIDF/D/UI-1S/D/00245/07-2024, el 30 de julio de 2024 fueron encontradas sin vida Keyderlin Carballo y Stephanie Crespo, de 20 y 19 años de edad, respectivamente.
Ambas eran amigas desde la infancia, llegaron a México con el sueño de hacer dinero y cruzar la frontera hacia Estados Unidos. Las dos tenían tatuajes de las Chicas Superpoderosas, caricatura que las unía y que las hacía sentir invencibles, según consta en la investigación de la Fiscalía capitalina.
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Ejercían el sexoservicio en Sullivan, territorio que durante décadas fue regenteado por Alejandra Gil, la “Madame”, encarcelada por trata de personas.
El vacío que dejó Gil y los tratantes de Tenancingo, Tlaxcala, otrora amos de la prostitución en la zona centro del país y oriundos de la “Mata de los Padrotes”, provocó que el cártel de la Unión tomara esos espacios.
Primero, lo hicieron en alianza con Zona Divas, una red de trata sudamericana cuyos líderes fueron detenidos y hoy lo hacen a través del Tren de Aragua.
La guerra en CDMX
El 7 de julio de 2024, el venezolano Manuel Acevedo fue ultimado a balazos en la colonia Buenavista, alcaldía Cuauhtémoc, con la misma arma con la que fueron asesinadas Keyderlin y Stephanie.
Los crímenes de venezolanos y capturas se fueron sucediendo una tras de otra desde entonces.
Los hoteles clandestinos o tolerados por la alcaldía sirvieron de refugio para los enviados del Tren de Aragua.
El 8 de agosto de ese año, en la tradicional Casa de Toño, un restaurante de comida mexicana, fue acribillado el venezolano. Sebastián Hernández.
El 9 de septiembre, otro nacido en Venezuela fue asesinado en la colonia Morelos, colonia donde se han asentado, lo mismo que en el Centro Histórico.
El primero de febrero, venezolanos que administraban un taller de motos en la Narvarte, al sur de CDMX, fueron atacados a tiros.
Hubo otra agresión el 5 de marzo en la colonia Tabacalera, de nuevo alcaldía Cuauhtémoc, donde fue asesinado Joneiker Pérez, mientras circulaba en su moto.
El 14 de abril fue hallado un cuerpo desmembrado en un refugio de venezolanos en la colonia Morelos, en el 101 de Jarcería.
Esto es una guerra total entre la Unión, en alianza con el Tren de Aragua y la AntiUnión, que desde 2018 pelea por acabar el dominio de la U.
La AntiUnión controla algunas partes de la Morelos, como la Rinconada, también lo hace en Plaza Garibaldi, la Buenavista y Santa Maria la Ribera. A últimas fechas también ha aumentado su presencia en Peralvillo, zona conocida por la venta de autopartes robadas.
Ha habido detenciones de integrantes del Tren de Aragua, pero ninguna que desconecte la red que han trazado desde Venezuela.
La mayoría han sido asesinos materiales de mujeres y compatriotas, vendedores de drogas y extorsionadores, pero ningún líder, ni ha habido colaboración, al menos públicamente, con la Embajada venezolana y el gobierno de aquel país.
El único rostro que se conoce como reclutador de mujeres para el sexoservicio, que opera desde Venezuela, es el de Eduardo José N, cuya ficha está en poder de La Silla Rota.
Es objetivo de la Secretaría de Seguridad Ciudadana y aunque está relacionado con el liderazgo de una célula del Tren de Aragua, en México no tiene carpetas de investigación abiertas.
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En el futuro, de no haber una intervención directa de autoridades federales, el poder del Tren de Aragua podría crecer, lo mismo que los homicidios que, de por sí, han sido cada vez más frecuentes en CDMX.
gph