Ante las manifestaciones convocadas por la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) para este viernes 23 de mayo, el Sistema de Transporte Colectivo (STC) Metro informó que algunas estaciones cercanas al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) permanecerán cerradas de manera preventiva. Sin embargo, tras más de ocho horas, las estaciones ya fueron reabiertas.
Las estaciones afectadas eran Oceanía de la Línea 5 y B, Blvd. Puerto Aéreo de la Línea 1, así como Terminal Aérea y Hangares de la Línea 5.
"El Metro informa que alrededor de las 13:00 horas se realizó la apertura de las estaciones. Terminal Aérea y Hangares, con lo cual todas las estaciones de la Línea 5 ya están en servicio. Las estaciones Oceanía de la Línea B y Boulevard Puerto Aéreo de la Línea 1, también ya están en funcionamiento".
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"Las Estaciones Terminal Aérea de la Línea 5 y Boulevard Puerto Aéreo son una alternativa para quienes tienen como destino el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) o zonas aledañas", agregó el Metro CDMX en su comunicado.
Por su parte, el AICM pidió a los pasajeros con vuelos programados durante el día, llegar con mayor anticipación de lo habitual, debido a posibles bloqueos o complicaciones viales en las inmediaciones del aeropuerto.
Asimismo, el aeropuerto compartió algunas alternativas viales para acceder a las terminales, entre ellas el uso de Circuito Interior o Eje 1 Norte, dependiendo del punto de origen.
CNTE retira bloqueos en Paseo de la Reforma y otros puntos de la CDMX
Integrantes de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) retiraron los bloqueos que mantenían desde las primeras horas del 22 de mayo en distintos puntos de la Ciudad de México.
Entre los sitios afectados estuvieron Forum Buenavista, la sede de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, la Bolsa Mexicana de Valores, el Ángel de la Independencia, la Embajada de Estados Unidos y las oficinas de Afore Banamex.
Desde hace ocho días, el Zócalo capitalino está ocupado por casas de campaña. Entre las lonas, fogones y carteles destacan las voces de cientos de maestras y maestros que viajaron días desde sus comunidades rurales para sumarse al plantón de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE). Pero no todos vinieron con la misma consigna.
El martes 20, integrantes de la CNTE intentaron boicotear la conferencia matutina de la presidenta Claudia Sheinbaum. A las seis de la mañana los manifestantes lograron brincar vallas y romper el cerco policiaco, vandalizaron camionetas del Ejército y quemaron objetos en la Puerta Mariana. Tras estos hechos, los líderes del movimiento reiteraron sus exigencias: la derogación de la Ley del ISSSTE de 2007, la eliminación de la Reforma Educativa de 2019 y el reintegro de docentes cesados.
Sin embargo, a unos metros de distancia, pero lejos de los altavoces, maestras y maestros de Guerrero, Oaxaca y Chiapas sólo piden seguridad para ellos y sus alumnos, material básico como gises y pizarrones y, “si es mucho pedir”, un camino pavimentado para llegar a sus escuelas.
“Nosotros venimos por un salario digno, porque ganamos siete mil pesos al mes y de ahí pagamos pasajes, materiales y hasta comida para los alumnos”, dijo a La Silla Rota Patricia, maestra de primaria de escuela multigrado en Cochoapa el Grande, en la montaña alta de Guerrero.
Enseñar para que no se vuelvan sicarios
“Mamá Pati”, como la llaman sus alumnos, tardó tres días en llegar a la Ciudad de México. Viajó con dos compañeras: primero en una camioneta Urvan desde su comunidad, luego en autobús hasta Chilpancingo, y de ahí al plantón. Compraron una casa de campaña al llegar, sin saber cuánto tiempo permanecerán aquí.
En su comunidad, asegura, la inseguridad, la pobreza extrema y la deserción escolar son parte del día a día.
“Si los niños dejan de estudiar, el camino que les queda es migrar o unirse al crimen organizado. Por eso estamos aquí. Yo le diría a Claudia Sheinbaum que no estamos aquí tanto por economía, aquí venimos para salvar a muchos niños que no sean migrantes, que no sean delincuentes, que no sean sicarios, que no los agarre la maña. Queremos mejores cosas para ellos”, súplica.
La maestra relata que tiene a su cargo 32 alumnos de quinto y sexto año, a quienes enseña en un aula precaria con sillas improvisadas y sin materiales proporcionados por el gobierno. “Nosotros compramos gises y borradores”, afirma.
“Tenemos necesidad, necesitamos que los políticos nos apoyen, que nos den apoyo para lápiz, sacapuntas, gomas, que nos den materiales para los niños. A veces es difícil, me da mucha tristeza cuando vemos que el niño ya no le alcanza la libreta y tiene que borrar para volver a escribir”.
Además de todo esto, Patricia, de 32 años, dice que en la comunidad donde imparte clases tampoco hay una secundaría cerca y que los niños que terminan sexto de primaria tienen que caminar más de una hora, por caminos de terracería, a la comunidad vecina, para poder continuar con sus estudios.
“Ya quisiéramos ganar lo que dice la presidenta”
El pasado 16 de mayo, Claudia Sheinbaum declaró en conferencia matutina que el salario promedio de los maestros pasó de “cerca de 9 mil pesos que ganaban en 2018” a “casi 19 mil pesos” en 2025. “Ojalá pudiéramos dar más, evidentemente, pero el presupuesto pues no alcanza para todo”, dijo la presidenta en Palacio Nacional.
Sin embargo, desde su casa de campaña, a 200 metros de Palacio Nacional, para Patricia esas cifras no son más que una ilusión. “No ganamos ni el salario mínimo”, afirma.
“La presidenta dice que ganamos arriba de 15 mil, 16 mil. ¡Dios mío! Pues eso quisiéramos ganar. Mi familia dice: ‘por ser maestra ganas demasiado’, pero no. A veces nos compramos unos trapitos de 100 pesos para disimular, porque la verdad, nuestro salario no es favorable”.
Ella, asegura, gana 7 mil pesos al mes y un gran porcentaje de su salario en pasajes, materiales y alimentos para los alumnos.
"Hasta un 30% de mi salario se va en medicinas"
Un panorama similar enfrenta Otón Villar Flores, maestro en la misma región, quien también, asegura, gana 7 mil pesos mensuales. Otón padece diabetes, artritis y presión alta y de su salario, destina hasta un 30% para comprar medicinas ya que, afirma, el ISSSTE no le da todos los medicamentos que necesita.
“El gobierno piensa que con el ISSSTE el docente resuelve todo, pero no es así. El ISSSTE no te da todos los medicamentos, con mis propios recursos tengo que comprarlos y ese salario no es suficiente y en la región donde estamos carece de muchas cosas como Internet, computadoras o caminos pavimentados”, explica el docente a La Silla Rota.
Otón, junto a su esposa, suma cinco días viviendo en una casa de campaña junto a la Catedral Metropolitana. En su hogar improvisado tiene una bolsa para dormir, dos mochilas y una bolsa llena de medicamentos. “si algo tengo más organizado que mis clases es mi medicina”, dice.
El profesor de primaria señala que participa en el plantón porque “gana una miseria”, insuficiente, dice, para mantener a sus hijos y a su esposa. “El gobierno presume que los maestros ganan 16 mil, 18 mil pesos, pero eso es pura mentira, yo lo estoy viviendo, gano 3 mil 500 pesos quincenales”, detalla.
“Gastamos en alimentación, gasolina, hijos, pasajes, con ese sueldo únicamente nos alcanza para sobrevivir”, lamenta, mientras toma sus pastillas de las nueve de la mañana.
Tanto Otón como Patricia dicen que, a pesar del sol, la lluvia, el frío y el hambre, se mantendrán en el plantón el tiempo que sea necesario hasta que el gobierno escuche sus verdaderas demandas: seguridad para ejercer su labor, un salario digno y materiales básicos para dar clases. Exigencias muy distintas a las que enarbolan los líderes visibles de la CNTE, quienes han centrado el discurso en la abrogación de leyes y el reintegro de docentes cesados.
Contexto: cabe recordar que desde el 15 de mayo, los integrantes de la CNTE mantienen un paro nacional indefinido y desde entonces han realizado diversas movilizaciones como el cierre del viernes en Circuito Interior, tomas de casetas y el plantón en la plancha del Zócalo.
CNTE busca derogación de la Ley del ISSSTE
Una de las principales demandas de la CNTE es la derogación de la Ley del ISSSTE de 2007, así como un aumento salarial del 100%.
Desde el pasado 1 de mayo, representantes de la CNTE entregaron en Palacio Nacional su Pliego Nacional de Demandas a los secretarios de Educación Pública, Mario Delgado; de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez, y al director general del ISSSTE, Martí Batres Guadarrama. Entre las principales exigencias destacan: justicia social, reinstalación de maestros cesados y un aumento al presupuesto público en educación y salud.
La CNTE destacó que la Ley del ISSSTE de 2007 ha dejado a los trabajadores en una situación precaria, especialmente con el cálculo de pensiones basado en Unidades de Medida y Actualización (UMAs), en lugar de un sistema que garantice una jubilación digna.
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De esta manera, los trabajadores piden una reforma profunda del sistema de pensiones, buscando restablecer el carácter solidario y justo que garantice una vejez segura.
Estas son sus peticiones:
- Abrogación Reforma Educativa 2019
- Abrogación de la reforma a la Ley ISSSTE
- Aumento salarial del 100% al sueldo base
- Justicia social y democracia sindical
djh
