Ante el miedo de que presuntos integrantes de “La Familia Michoacana”, regresen a cobrar venganza, pobladores de la comunidad mazahua de Yebucivi, al norte de Almoloya de Juárez, mantienen su propia vigilancia, desconfían de la policía local y estatal.
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“La vigilancia la tenemos nosotros como comunidad”, dijo una comunera al agregar que los pobladores no dejan entrar a ninguna policía, “nosotros somos la vigilancia, estamos en todas las entradas”.
“¿Si nosotros no nos cuidamos quien nos cuida?, tenemos policía municipal, pero a veces hasta sentimos que están con ellos (los delincuentes), nosotros como pueblo estamos resguardando nuestra integridad”, acentuó la mujer campesina.
¿Qué paso en Yebucivi?
En la comunidad indígena, Yebucivi, desde el año pasado se le acabó la tranquilidad, pues cuatro presuntos integrantes de la Familia Michoacana les exigían 60 mil pesos mensuales a quienes tienen hijos o esposos trabajando en Estados Unidos, por ello los mataron y quemaron el 13 de diciembre de 2024.
“Tenemos familia en Estados Unidos, nos pedían una cantidad de 60 mil pesos por cada familiar, si tenemos dos o tres familiares, pues eran 60 mil pesos por cada familiar. Desgraciadamente el gobierno, en lugar de estar con nosotros como pueblo, se puso ahora a favor de los extorsionadores”, citó enojada una comunera.
Recordó que, desde inicios del año pasado, los criminales pasaron a decirles a sus casas que ya les iba a pasar a cobrar el “derecho de piso” por sus familiares que trabajan en la Unión Americana, y lo hicieron en el mes de septiembre.
El pueblo comenzó a endeudarse
El miedo fue tal, que muchos comuneros de Yebucivi, llegaron a pagar los 60 mil pesos, incluso la comunera comentó que se endrogó con tiendas prestamistas para juntar el dinero exigido.
“Llegaban a nuestra casa y nos amenazaban, nos decían que si no cooperábamos se iban a meter con nuestra familia, con nuestros hijos, con nuestros esposos, nos amenazaban, nos decían que sino aportábamos la cantidad los que iban a pagar eran nuestros hijos”, puntualizó la pobladora mazahua.
Por fortuna, agregó, no se metieron con las familias del poblado que por meses vivieron con miedo a no juntar el dinero exigido.
“Ya se viene otra vez la mensualidad y pagarles, no se vale, nuestros hijos o nuestros esposos, nuestros familiares salen a trabajar a los Estados Unidos, salen para buscar el pan de cada día de cada uno de nosotros, ¿por qué?, porque somos personas humildes, somos personas que tenemos hambre, somos personas que no tenemos a veces que comer”, indicó la mujer entrevistada por La Silla Rota.
Ni sus familiares les querían prestar a las víctimas de extorsión
Para salir al paso de la situación, los desesperados pobladores acudían a sus familiares para que les prestaran dinero y, en ocasiones, completaban “la cuota” o se endeudaban con las tiendas Elektra o Coopel.
“Ya ni los familiares nos querían prestar, porque siempre era lo mismo, siempre era lo mismo, de que a cada rato teníamos que estar consiguiendo para para pagar las cuotas, no se vale que nos tengan así, al pueblo oprimido, asustado, se hacían llamar como La Familia Michoacana”, ahondó con tristeza y coraje la denunciante.
La Familia Michoacana traía asolado al pueblo indígena
Pero los delincuentes no sólo les cobraban “la cuota” de 60 mil pesos por cada familiar que tuvieran trabajando en Estados Unidos, también les exigían por cada calentador solar grande 500 pesos al mes, “por el más chico 300 y por el más chiquitito 150, ya iban a cobrar por los tractores, ganado y surcos de maíz que íbamos a sembrar”, sostuvo un comunero.
Por cada surco sembrado de maíz los criminales intentaban cobrar 10 pesos y por cada cabeza de ganado desde 50 pesos hasta 500 pesos, dependiendo la clase de animal.
Su líder entregó a su pueblo originario mazahua
De acuerdo con los comuneros, el Comisariado Ejidal de Yebucivi, de nombre Adán, entregó a su pueblo a los criminales, “él los dejó entrar (a los delincuentes) él prácticamente entregó a su pueblo que tiene como comunidades a “Palos Amarillos”, “Las Palomas”, “El Jacal”, “Buenavista”, “Lagartos”, Yebucivi centro, “Casas Nuevas” y “Santito”, “Río Frío”, a todas esas comunidades llegaban, llegaban armados en ocasiones”, añadió la pobladora.
El 13 de diciembre pasado tocaron las campanas y los lincharon
La entrevistada recuerda que, en diciembre pasado, el pueblo hizo sonar las campanas cuando fueron capturados por ellos mismos cuatro presuntos criminales, a quienes unos 500 pobladores los golpearon y prendieron fuego.
Hecho similar al ocurrido en Texcapilla, pero en el caso de Yebucivi, la autoridad judicial no ha aplicado la misma medida que en Texcaltitlán, donde la enardecida población lincho a 10 integrantes de La Familia Michoacana y no hubo delito que perseguir porque se actuó en defensa propia.
“Pero ahora que llegamos a esto, ahora los malos somos nosotros como comunidad, como pueblo, ahora a nosotros nos reprimen y van a nuestro pueblo a sacar a gente inocente”, refirió la señora.
Uno de los líderes mazahuas abundó que “cuando fue el linchamiento, se tocaron las campanas para que la gente se reuniera. Al tocar las campañas el 15 de diciembre fue la detonación para que la gente se juntara y se linchara a los cuatro”.
El pueblo de Yebucivi, exige al Tribunal Superior de Justicia del Estado de México y a la Fiscalía General de Justicia del Estado de México, sean liberados Óscar, Juan, Valeria e Ismael, estas dos últimas personas son matrimonio y sus hijos han quedado en el desamparo, sostienen los inconformes.
Los cuatro pobladores de Yebucivi, son señalados por el probable delito de homicidio calificado y están en la prisión estatal de Almoloya de Juárez.