Filtraciones y goteras han dejado sus marca y daños a lo largo de la estación San Antonio, de la Línea 7 del Metro. Y a pesar de que se ha intentado controlar el problema con láminas y polímeros para rellenar grietas, el problema en el principal transporte de la Ciudad de México persiste.
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En un recorrido realizado por La Silla Rota se detectaron filtraciones y goteras en distintos puntos de esa estación del Sistema de Transporte Colectivo Metro (STC).
La mayor de las filtraciones se encuentra en el andén que corre de Barranca del Muerto a El Rosario a la altura del área reservada para mujeres.
El agua ha hecho tales estragos que la humedad en el carril y la separación de ambos sentidos se distingue desde el andén en que los usuarios esperan, además de en los muros.
Las filtraciones en la estación San Antonio han sido denunciadas anteriormente, incluso se han tratado de reparar por personal del Sistema de Transporte Colectivo colocando láminas, como quedó documentado por La Silla Rota, pero el problema de fondo continúa.
Al preguntar al STC sobre los problemas de la estación de la Línea 7, informaron que el asunto “está controlado” y que “existe un programa permanente para el sellado y canalización de filtraciones y en 2025 se prevé realizar acciones en el sitio en referencia”.
También, el Sistema Metro reveló que las goteras y filtraciones no interrumpen el servicio y el transporte de usuarios.
“Dicha filtración no representa ningún riesgo para la operación de trenes o el servicio a los usuarios. En ese sentido, la Línea 7, al igual que el resto de la red, cumple con la función primordial de movilizar a las y los usuarios”, de acuerdo con el STC.
Sin embargo, el Metro también informó que es probable que estas filtraciones tengan su origen en el manto freático, debido la profundidad en la que se encuentra la estación.
Goteras y filtraciones en toda la estación
Estos no son los únicos problemas que La Silla Rota documentó en la estación San Antonio ya que hay otras goteras más pequeñas y diversas filtraciones en muros y techos.
En ambos andenes de la estación de la Línea 7 se registran "fugas" que han dejado sus marcas al paso del tiempo. Manchas blancas y cafés de humedad.
Algunas fallas han sido tapadas con láminas y productos constituidos por polímeros para sellar, pero el agua ha encontrado camino aún a través de estas.
En el cambio de anden de dicha estación, la humedad en el techo y las fugas no son ajenas. En esquinas de los muros también se aprecian las marcas de la humedad y en la canaleta que corre por todas las estaciones se observa el agua que se ha ido filtrando.
Apenas hace unas semanas, La Silla Rota también documentó las fallas en las escaleras eléctricas de diversas estaciones de la Línea 7 del Metro.