Más de mil animales rescatados que viven en el Refugio Franciscano están en la incertidumbre luego de que un juez ordenara el desalojo del predio en la zona de Santa Fe. El predio es motivo de una disputa al interior de la Fundación Antonio Haghenbeck y de la Lama, ya que, de acuerdo con integrantes del patronato, el terreno en que se encuentra el albergue fue vendido a un grupo financiero, mientras la dirección sostiene que el desalojo se llevó a cabo para garantizar la integridad de los animales que se encuentran en el predio de Cuajimalpa.
Contexto: Antonio Haghenbeck y de la Lama, nieto de un comerciante alemán emigrado a México, que acumuló una importante fortuna mediante el comercio de ropa y telas, los préstamos hipotecarios y la compra de bienes raíces, dejó todos sus bienes a la fundación que lleva su nombre para dedicarse a “la ayuda en general de la fauna de la República Mexicana”.
En su testamento, dictado en 1993, poco antes de su muerte, el empresario advertía que, ante las dudas que suscitara su decisión de legar todos sus bienes a una organización dedicada a cuidar a los animales, se hizo examinar por tres médicos, quienes certificaron que estaba en sus cabales.
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Las cláusulas del testamento establecen que “los bienes no podrán venderse, enajenarse o hipotecarse”.
León Téllez Berlanga, integrante del patronato del Refugio Franciscano, apunta que el testamento de Haghenbeck establecía expresamente que los bienes destinados a la protección animal no podían ser vendidos ni utilizados con otros fines, no obstante, la fundación ha promovido acciones legales formalmente válidas, que en realidad contradicen la voluntad original del donante.
“La explicación que han dado es que hubo varios testamentos y que no había comodato. Pero nadie te deja una propiedad durante décadas sin un documento. Si no hubiera existido, ¿cómo es que tardaron 12 años en lograr una sentencia de desalojo?”, cuestionó.
El miembro del patronato subrayó que, aunque don Antonio Haghenbeck transfirió la administración de sus bienes a la Fundación que él mismo creó, ello no anulaba las obligaciones establecidas en su última voluntad.
La custodia de los animales y la versión de la Fundación
La “Fundación Antonio Haghenbeck y de la Lama” ha defendido la acción legal que emprendió para desalojar el albergue y dijo que este obedece a una orden judicial.
En un posicionamiento público, su presidenta, Carmela Rivero, afirmó que desde la madrugada posterior al desalojo (el 11 de diciembre), personal veterinario, de limpieza y de acompañamiento ha trabajado en el lugar.
De acuerdo con su versión, se realizan censos, se suministran dos raciones diarias de alimento y se atienden urgencias médicas, además de labores de limpieza para mejorar las condiciones generales del sitio.
Asimismo, la Fundación informó que ha detectado alrededor de 100 animales, entre perros y gatos, que requieren atención médica especializada y cuyo traslado está limitado por la resolución del Juzgado 60 del Tribunal Superior de Justicia de la CDMX.
También han lanzado acusaciones directas contra quienes operaban el refugio, señalando que durante años los animales habrían sido acumulados, hacinados y abandonados a su suerte.
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Cientos de perros enfermos en riesgo
Desde la ejecución de la orden judicial, el acceso al predio ubicado en el kilómetro 17.5 de la carretera federal México-Toluca quedó restringida para el personal del Refugio Franciscano A. C., organización que durante casi cinco décadas operó el albergue.
La doctora Laura Díaz, médica veterinaria responsable del refugio desde 2019, explicó que el operativo se realizó con presencia de fuerza pública y sin permitir la salida ni la revisión previa de los animales que permanecían en el lugar.
"Nosotros tenemos contabilizados mil 100 perros y 39 gatos en diferentes secciones. Nos preocupa mucho porque nos han informado que desde adentro las autoridades reportan solo 759 perros. Me están faltando animales y estoy muy preocupada", señaló en entrevista con La Silla Rota.
La preocupación de la especialista no se limita a la disparidad entre los censos, sino a la continuidad de los cuidados. Según Díaz, la población incluye a 275 ejemplares de edad avanzada, muchos de los cuales padecen afecciones complejas como síndrome de Cushing, diabetes, hipotiroidismo, cardiopatías y cáncer.
Estos animalitos requieren esquemas de medicación diaria y analgésica que, de acuerdo con su testimonio, han sido interrumpidos tras el desalojo. "Llevamos más de cinco días en los que no están recibiendo su medicación diaria y sus vidas están en riesgo", afirmó la doctora, quien sostiene que se le ha negado el acceso para coordinar la entrega de expedientes con los médicos de la Fundación.
Un predio de 16 hectáreas, el centro del conflicto
El trasfondo de esta crisis se encuentra en la propiedad del terreno donde el Refugio Franciscano ha operado durante casi cinco décadas.
Téllez Berlanga, miembro del patronato del refugio, explicó a La Silla Rota que el predio fue originalmente destinado por don Antonio Haghenbeck y de la Lama para la protección animal, estipulando en su testamento que el espacio no podría ser vendido ni rentado mientras cumpliera con dicha labor
“Hace 50 años esto eran basureros o minas y no valía nada, pero ahora es de las zonas más caras de la ciudad", detalló Téllez Berlanga, quien atribuye el conflicto a un interés comercial, señalando que el patronato de la Fundación Haghenbeck vendió la propiedad en 2020 a una entidad bancaria por un monto de 650 mil pesos por un área que, según sus registros, abarca 16 hectáreas de alta plusvalía.
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Desde la perspectiva del refugio, el desalojo fue una acción desproporcionada. Según los testimonios, el operativo ocurrió a la medianoche con la intervención de policías encapuchados que forzaron los cerrojos. Téllez Berlanga denunció que la sentencia judicial incluyó no sólo la recuperación del inmueble, sino también la custodia de los animales, lo que el personal del refugio interpreta como una medida para utilizarlos como "moneda de cambio".
Piden nuevo censo
Ante la escalada del conflicto, el Gobierno de la Ciudad de México instaló una mesa de diálogo este martes 16 de diciembre. En la reunión, presidida por el Secretario de Gobierno, César Cravioto Romero se intentó mediar entre las partes.
Tras la reunión, el gobierno capitalino informó que ambas instituciones manifestaron disposición para coordinar acciones que garanticen el cuidado de los animales. No obstante, el Refugio Franciscano denunció en un pronunciamiento posterior que la Fundación Haghenbeck se ha negado a retomar un acuerdo de 2022, en el que la Fundación se comprometía a construir un nuevo albergue en un terreno donado en Texcoco para facilitar la mudanza de los animales. "La Fundación manifestó su negativa a cumplir dicho acuerdo, argumentando que ‘ese barco ya se fue’", dicta el comunicado del Refugio.
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Sin embargo, sí logró acordar la realización de un nuevo censo por parte de la PAOT para determinar con exactitud la población actual y su estado de salud. Este conteo será fundamental para esclarecer la ubicación de los ejemplares que el Refugio Franciscano reclama como desaparecidos.
Mientras tanto, los animales permanecen bajo la custodia de la Fundación, en un predio que, en tribunales, se encuentra en medio de una disputa legal y que, físicamente, se encuentra rodeado de rascacielos, oficinas y complejos inmobiliarios.
