Un juez del Estado de México impuso prisión preventiva a María Fernanda “N” y Brandon Jonathan “N”, señalados como los principales implicados en la desaparición y asesinato del sacerdote Ernesto Baltazar Hernández Vilchis.
Durante la audiencia inicial, la defensa de ambos solicitó la duplicidad del plazo constitucional para que se determine su situación jurídica por el delito de desaparición forzada cometida por particulares. El juez de control concedió la petición y fijó la continuación de la audiencia para el martes 18 de noviembre, cuando se decidirá si son vinculados a proceso.
Mientras tanto, los dos imputados, deberán permanecer en prisión preventiva. María Fernanda “N” será ingresada al Penal de Barrientos, en Tlalnepantla, y Brandon “N” quedará recluido en el Centro Penitenciario de Cuautitlán.
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Contexto: El caso del sacerdote Ernesto Baltazar Hernández Vilchis, desaparecido desde el pasado 27 de octubre en el municipio de Tultepec, ha generado consternación entre feligreses y habitantes del Estado de México.
La madrugada del 11 de noviembre, vecinos del municipio de Nextlalpan reportaron a las autoridades un bulto sospechoso en un canal de aguas residuales. El hallazgo resultó ser el cuerpo del párroco, envuelto en bolsas negras y atado a un sillón.
La Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM) confirmó la identidad de la víctima tras realizar los análisis forenses y genéticos correspondientes. El cadáver presentaba avanzado estado de descomposición, lo que dificultó su identificación inicial.
Una desaparición que alertó a la comunidad
El sacerdote fue visto por última vez el 27 de octubre en la colonia Ampliación La Piedad, en Tultepec. Su desaparición fue reportada oficialmente hasta el 31 de octubre, lo que activó la Alerta Odisea. A partir de entonces, comenzaron las investigaciones de la Fiscalía, que permitieron seguir el rastro del vehículo del párroco y ubicar su destino final.
Según las autoridades, el 29 de octubre, Ernesto Baltazar acudió a un domicilio en la Unidad Habitacional Morelos, Tercera Sección, en el municipio de Tultitlán, acompañado por una mujer. En ese sitio ya se encontraba un sujeto identificado como Brandon Jonathan “N”, con quien la víctima convivió varias horas consumiendo bebidas alcohólicas y estupefacientes.
El ataque y el intento de ocultamiento
De acuerdo con la investigación ministerial, en algún momento Brandon Jonathan “N” habría atacado al sacerdote con un objeto punzocortante, causándole la muerte. Posteriormente, arribó al domicilio María Fernanda “N”, pareja sentimental del agresor.
Los tres presuntos responsables intentaron ocultar el cuerpo, colocándolo dentro de bolsas negras y amarrándolo a un sillón, para posteriormente trasladarlo hasta Nextlalpan, donde fue abandonado en un canal de aguas negras.
Cateo revelador en Tultitlán
El 9 de noviembre, tras obtener una orden judicial, la Fiscalía realizó un cateo en el domicilio de Tultitlán. En el lugar encontraron ropa y objetos personales del sacerdote, además de una estola religiosa, armas punzocortantes y rastros hemáticos detectados con luminol.
Con base en las declaraciones y los indicios, las autoridades localizaron el sitio donde fue abandonado el cuerpo. El 11 de noviembre, los peritos realizaron la recuperación del cadáver, que fue trasladado al anfiteatro de Zumpango de Ocampo para su identificación oficial.
Detenciones y búsqueda de una tercera implicada
La Fiscalía del Estado de México cumplimentó órdenes de aprehensión contra Brandon Jonathan “N” y María Fernanda “N”, quienes fueron detenidos en el municipio de Cuautitlán. Él fue ingresado al penal de Cuautitlán y ella al de Tlalnepantla.
Ambos son investigados por el delito de desaparición cometida por particulares, aunque las autoridades no descartan más delitos en la carpeta de investigación. Además, la Fiscalía continúa con la búsqueda de la mujer que acompañó inicialmente al sacerdote al domicilio, por su posible participación en el asesinato.
Se trató de la segunda desaparición de un padre en México en octubre.
El 5 de octubre la Diócesis de Chilpancingo-Chilapa reportó la desaparición del sacerdote Bertoldo Pantaleón Estrada, párroco en funciones de la Parroquia de San Cristóbal en Mezcala, Guerrero.
Un día despues, la Conferencia del Episcopado Mexicano informó que el padre Bertoldo Pantaleón Estrada fue hallado sin vida en el municipio de Eduardo Neri, en Guerrero.
Al día siguiente, el secretario de Seguridad Pública y ciudadana, Omar García Harfuch informó que el padre fue ejecutado y una hipótesis que planteó es que fue su propio chofer.
Tan solo en Guerrero, de 2009 a la fecha fueron asesinados 8 sacerdotes y 2 seminaristas, u con el padre Bertoldo Pantaleón Estrada la cifra aumentó a 9.