El hundimiento del suelo en la Zona Metropolitana del Valle de México representa un riesgo creciente para millones de habitantes. De acuerdo con un estudio publicado por Science Direct y respaldado por la UNESCO, más de 457 mil propiedades y alrededor de 1.5 millones de personas viven en áreas con alto o muy alto riesgo de formación de fallas superficiales, principalmente en Iztapalapa, Chimalhuacán y Chalco. Además, 751 mil propiedades están expuestas a inundaciones por depresiones topográficas, especialmente en Nezahualcóyotl, Tláhuac, Venustiano Carranza, Iztapalapa, Gustavo A. Madero y Ecatepec.
¿Qué zonas de la CDMX se encuentran más afectadas por el hundimiento?
Las alcaldías con mayor subsidencia incluyen Iztapalapa, que se hunde 39 cm por año; Nezahualcóyotl 38 cm; y Gustavo A. Madero 32 cm. El estudio identifica áreas críticas como las faldas de la Sierra de Santa Catarina (Tláhuac e Iztapalapa), el Peñón del Marqués en Iztapalapa, el Peñón de los Baños en Venustiano Carranza y la sierra de Chichinautzin en el Ajusco, desde Tlalpan hasta Xochimilco y Tláhuac.
Este miércoles 1 de octubre, Efraín Morales, director de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), dijo que las autoridades analizaron la causa de las inundaciones en calzada Ignacio Zaragoza, 20 colonias de Iztapalapa y Nezahualcóyotl, Estado de México.
El diagnóstico señala que "el agua ya no va hacia el dren de Xochiaca, sino en muchos lugares se regresa hacia las colonias y entonces no tiene posibilidad de desalojarse el agua por otro lugar. En algunos lugares ya los hundimientos han generado que el agua se regrese".
El hallazgo coincide con lo publicado en la revista Science Direct, elaborado por el doctor Darío Solano.
¿Qué es la subsidencia y cómo afecta a la CDMX y la ZMVM?
La subsidencia es la deformación del suelo causada por la extracción de agua del subsuelo. En la Ciudad de México, la sobreexplotación de mantos freáticos para satisfacer la demanda de agua potable provoca hundimientos diferenciados que generan fallas y fracturas superficiales. La diferencia con un hundimiento local es que la subsidencia afecta regiones enteras, como colonias completas, y contribuye a la formación de socavones, desniveles y zonas de inundación.
El doctor Darío Solano, investigador en riesgos geológicos de la UNAM, explica en entrevista con La Silla Rota que la subsidencia se presenta de manera regional en toda la CDMX, siendo más evidente en Xochimilco, Iztapalapa, Tláhuac, el Peñón de los Baños y el Peñón del Marqués. Zonas como el lago de Texcoco experimentan los mayores hundimientos, de 45 a 50 centímetros por año, lo que afecta incluso la infraestructura como el Metro, la calzada Ignacio Zaragoza y avenidas principales.
El experto en geología, explica que la CDMX se hunde de manera general por su origen lacustre. Sin embargo, áreas como Peñón de los Baños o Peñón del Marqués, cercanas a la combinación de suelos lacustres y volcánicos, presentan desniveles más pronunciados.
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Solano aclara que la subsidencia no es exclusiva de la capital mexicana; es un fenómeno global presente en ciudades como Aguascalientes, Querétaro, Guanajuato, Celaya y Morelia, donde se han implementado soluciones como acueductos superficiales para mitigar los daños. En la Ciudad de México, el problema es regional y afecta a Xochimilco, Iztapalapa y Tláhuac, generando fracturas y fallas superficiales que ponen en riesgo calles, viviendas y la infraestructura urbana.
El lago de Texcoco, donde se proyectaba el nuevo aeropuerto, es de las zonas con mayor subsidencia de la ZMVM, con hundimientos de 45 a 50 centímetros por año. Las áreas más bajas de la ciudad coinciden con los sectores que presentan mayores deformaciones.
En el Peñón del Marqués, cerca de la estación Guelatao de la Línea A, se observan pavimentos sobresalientes y socavones. Solano explica que esto se debe a las intercalaciones de sedimentos y coladas de lava en el subsuelo, que provocan movimientos diferenciales: algunas partes del terreno se hunden más que otras. Esta combinación geológica genera fracturas y desniveles que afectan vías principales como la calzada Ignacio Zaragoza y la propia Línea A del Metro.
El investigador señala que, aunque las vías del Metro se renivelan periódicamente para evitar accidentes, el movimiento constante del terreno, sumado a las lluvias, genera nuevas zonas de inundación y complejiza la estabilidad del subsuelo de la capital.
¿Cuál es la relación del hundimiento con las inundaciones y grietas en CDMX y la ZMVM?
El desplazamiento del terreno modifica la pendiente natural del suelo y genera depresiones donde se acumula el agua durante la temporada de lluvias. Esto explica las inundaciones recurrentes en alcaldías como Venustiano Carranza, Gustavo A. Madero, Iztapalapa y Tláhuac, así como en municipios del Estado de México como Nezahualcóyotl y Ecatepec.
La combinación de suelos lacustres y volcánicos produce movimientos diferenciales que agrietan calles, vías y edificaciones, afectando la seguridad de la población y la estabilidad de construcciones históricas como la Catedral Metropolitana y el Palacio de Bellas Artes.
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El estudio forma parte de la Iniciativa Internacional de Subsidencia del Terreno de la UNESCO y contó con la colaboración de 20 especialistas internacionales, incluidos los mexicanos Dora Carreón Freyre (Centro de Geociencias) y Enrique Cabral Cano (Instituto de Geofísica).
Este fenómeno no es exclusivo de la CDMX: afecta al 19% de la población mundial y a ciudades como Venecia y varias en Holanda, demostrando que la subsidencia es un desafío global para la planificación urbana y la infraestructura.
