La temporada de sequía en el Estado de México se acerca con la disminución de las aguas en ríos y lagunas, y según la Comisión del Agua del Estado de México (CAEM), el ciclo de sequía, que comenzó en 2020 durante la pandemia de COVID-19, tiene una duración de cinco a seis años, por lo que se espera que empiece a disminuir entre 2026 y 2027.
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Se advierte que los próximos cuatro meses de sequía, en los que no lloverá en el territorio mexiquense, se afectarán de nueva cuenta las presas que abastecen al Sistema Cutzamala, ubicado en el municipio de San José Villa de Allende.
Latente el “día cero”
La CAEM advierte que, ahora sí podría llegarse el “día cero” para los tres embalses a los que no se les podrá extraer más agua para evitar daños al sistema hidráulico federal.
Para que se llegue al “día cero”, las presas Miguel Alemán, en Valle de Bravo, la de Villa Victoria y la de El Bosque, situada en el municipio de Zitácuaro, Michoacán, tendrían que llegar a los 163.01 millones de metros cúbicos de agua.
El año pasado el nivel mínimo de llenado que registraron estos tres cuerpos de agua fue de 203 millones de metros cúbicos de agua, el equivalente al 26 por ciento del llenado global.
Se repetirá el ciclo de crisis hídrica
El investigador del Instituto de Ciencias del Mar y de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Jorge Ramírez, sostiene que, si bien el año pasado las lluvias fueron benignas y las presas antes mencionadas lograron recuperar sus niveles, en la próxima temporada de estiaje volverán a descender.
Descartó que haya desaparecido el riesgo de sequía para los embalses y muy posiblemente para este 2025, se repetirá el ciclo de crisis hídrica registrado el año pasado.
“Este es un tema de restauración de alrededor de cinco años, dependiendo de esas intensidades (de lluvia), en cinco años estaríamos estirando y aflojando para restaurar el nivel y el abastecimiento natural del Cutzamala”.
Jorque Ramírez agregó que, “a mediano y largo plazo lo que se requiere es un programa, pero justo la apuesta es captar la mayor parte de agua pluvial y mantenerla circulando en la cuenca de México.
"Me refiero al agua que se usa, se trata, se potabiliza y vuelta a lo mismo, tenemos que generar una autosuficiencia hídrica en toda la cuenca de México”, expresó el especialista.
¿A dónde manda agua el Sistema Cutzamala?
Desde la planta potabilizadora de Berros, en San José Villa de Allende, se envía el recurso natural a Toluca, Huixquilucan, Naucalpan, Tlalnepantla, Nicolás Romero, Atizapán, Cuautitlán Izcalli, Tultitlán, Coacalco, Tecámac, Ecatepec, Nezahualcóyotl y Valle de Chalco Solidaridad.
Mientras que, a la capital del país, a las alcaldías Álvaro Obregón, Azcapotzalco, Benito Juárez, Coyoacán, Cuajimalpa, Cuauhtémoc, Iztacalco, Iztapalapa, Magdalena Contreras, Miguel Hidalgo, Tlalpan y Venustiano Carranza.
Fábrica de agua en Toluca
Para enfrentar la crisis hídrica que se aproxima, las autoridades estatales anunciaron que el Parque Alameda 2000, ubicado al sur de la capital mexiquense, se convertirá en una “fábrica de agua”, la cual contará con un tendido hidráulico que llegará hasta el municipio de San Mateo Atenco.
A través de la línea morada, las aguas grises de la ciudad serán tratadas y conducidas a la industria y giros comerciales que no requieren agua potable para su funcionamiento, como son los lavados de autos y programas de riego de áreas verdes.
Con esta tecnología se evitará que se utilice agua potable generada por el Sistema Cutzamala.
Sequía 2024 en el Edomex
En 2024, el Estado de México fue una de las entidades del país más afectadas por la sequía, de acuerdo con la Comisión Nacional del Agua y el sistema de monitoreo de sequía.
Para el mes de mayo del año pasado, de los 125 municipios que conforman la entidad, 72 presentaron sequía severa, 48 sequía extrema, 4 sequía excepcional y 1 moderada.