CERRO DEL CHIQUIHUITE

Casas sin escrituras, con humedad y fisuras: así viven los damnificados del Cerro del Chiquihuite

En diciembre de 2023, el gobierno federal entregó 130 viviendas a familias afectadas por el deslave del Cerro del Chiquihuite del 10 de septiembre de 2021. Sin embargo, estas viviendas aún no han sido escrituradas y presentan daños como filtraciones de agua y humedad

La Silla Rota platicó con los vecinos que recibieron sus nuevas viviendas en la colonia Caracoles, quienes señalan que los problemas que presentan las casas no han sido atendidos. Sin escrituras, con humedad y fisuras.
La Silla Rota platicó con los vecinos que recibieron sus nuevas viviendas en la colonia Caracoles, quienes señalan que los problemas que presentan las casas no han sido atendidos. Sin escrituras, con humedad y fisuras.Créditos: Carlos Medellín | LSR
Escrito en METRÓPOLI el

Las viviendas en la colonia Caracoles, en el municipio de Tlalnepantla que se entregaron para reubicar a las familias damnificadas por el desgajamiento del cerro del Chiquihuite en septiembre de 2021, a la fecha no han sido escrituradas y presentan daños en su estructura, señalan los vecinos.

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En diciembre de 2023 el gobierno federal entregó 130 viviendas para las familias afectadas por el deslave del Cerro del Chiquihuite que se registró el 10 de septiembre de 2021, pero a la fecha las viviendas no han sido escrituradas, hoy en día en algunas casas registran daños por filtraciones de agua y humedad en la parte baja de los edificios que se encuentran al lado de una pequeña ladera.

La Silla Rota platicó con los vecinos que recibieron sus nuevas viviendas en la colonia Caracoles, quienes señalan que los problemas que presentan las casas no han sido atendidos. Sin escrituras, con humedad y fisuras.

“No nos han entregado las escrituras, habían quedado desde marzo que nos las entregarían en ese mes, pero ya pasó medio año y nadie de estos edificios hemos recibido las escrituras, aunque sí contamos con los certificados que constan a quienes pertenecen las propiedades que nos entregó el gobierno”, dijo Martín quien tomaba el sol al lado de su mamá en uno de los pocos espacios de convivencia, en una banca.

Martín señala que las viviendas tienen fallas y se deben reparar, “por ejemplo algunos de los edificios tienen fisuras, otras filtraciones en la parte baja y algunos se les filtra el agua en la parte de arriba, la semana pasada tuvieron una reunión con la encargada de los edificios, donde ella nos pedía que debíamos cooperar con 500 pesos por familia para cuestiones administrativas. Desde luego no estuvimos de acuerdo”.

Foto: Carlos Medellín | LSR

A tres años del desprendimiento de rocas del Cerro del Chiquihuite, la señora María de Jesús recordó “yo estaba sola en mi casita esa vez, cuando escuché un fuerte tronido, y luego el caer las piedras nos asustó mucho, sólo me asomé con otras vecinas, pero no sabíamos que la familia de Jorge había quedado abajo, tampoco de chica de estudiante de la UNAM que también falleció esa vez”.

Extrañan el Cerro del Chiquihuite

Los habitantes de estos edificios comentan que extrañan su hogar en el Cerro del Chiquihuite, dicen que no se acostumbra a vivir en otro lugar.

“No nos acostumbramos a vivir aquí en estos departamentos de Caracoles, nosotros estamos acostumbrados a una vida diaria en la Lázaro Cárdenas, donde salíamos al mercado, a los puestos de ropa, de verduras, y a la vista desde nuestra casita, aunque teníamos que subir escaleras interminables”. Dijo la señora María del Jesús Romero de 78 años y quien fue reubicada debido a que su casa estaba en zona de riesgo por el deslave del Cerro del Chiquihuite.

Agregó que su hijo Martín Salazar llegó después, a él no lo dejaban pasar porque aún había riesgos, pero subió por la calle Alpino Solitario y llegó hasta donde estaba ella, “en la casa no nos pasó nada y tampoco hubo daño, pero después llegaron los soldados y policías y nos pidieron desalojar. Mi hijo me llevó mis cosas con una de sus primas cerca de la calle Volcanes, donde estuvimos varias semanas”.

Carlos Medellín | LSR

Sin arreglos que les permitan vivir tranquilos

En los edificios blancos que se encuentran frente al Deportivo Caracoles en el oriente de Tlalnepantla, radican 130 familias reubicadas de las inmediaciones del Cerro del Chiquihuite, cuyas casas estaban dentro de alguno de los cinco perímetros de riesgo marcados por protección civil. Y otras 50 familias reubicadas de la alcaldía Gustavo A Madero, también en riesgo por deslave del mismo cerro.

Hasta ahora, no se conoce el nombre del registro del complejo de viviendas en condominio, ni se han entregado escrituras, pero los vecinos hacen un llamado y precisan que, de no ser reparadas las fallas menores, se pueden agravar.

Jorge Armando Mendoza, el joven quien perdió a su familia en el deslave del 10 de septiembre de 2021, dijo que en esta casa aún no ha podido instalar el altar a su esposa Paola, y sus hijos Mía y Dilan, “lo que pasa es que en mi casa que me dieron se encuentra con mucha humedad en las paredes, primero necesito que se repare para que pueda hacerles su pequeño altar a mis familiares”, dijo.