A sus 58 años de edad, Modesta busca reincorporarse a la su vida social y familiar, de las cuales se mantuvo ausente por casi cinco años, tiempo que permaneció encerrada en el penal de Nezahualcóyotl (Tepozanes) por un delito que no cometió. Sentada en una silla de plástico, con cuatro de sus ocho hijas alrededor, bajo la sombra de encinos y un capulín, la mexiquense se observa pensativa mientras cuenta su historia de vida a La Silla Rota.
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Entrevistada en su casa, ubicada a unos 12 kilómetros del centro de Jilotepec, donde permanece libre de toda culpa, la mujer dice sentirse bien pese a sus males físicos que la aquejan desde hace años, como diabetes, hipertensión arterial, angina de pecho, cáncer mamario y daño renal, que a veces la obligan a permanecer en cama.
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Ella fue condenada a una pena de 40 años de prisión por el delito de extorsión, pero la Comisión de Derechos Humanos del Estado de México (CODHEM) logró su libertad por amnistía.
La vida en prisión por una acusación falsa
Doña Modesta fue acusada en 2019 por el propietario de una tortillería, donde supuestamente ella le había escrito en un papel que le entregara una cantidad fuerte de dinero o de lo contrario haría daño a su familia; sin embargo, aunque ella no sabe leer ni escribir, personal de la Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM) le dio entrada a la demanda que llevó a la detención de la mujer de origen indígena.
Pero el trasfondo en realidad era otro, el sujeto, cuyo nombre se reserva por motivos legales, intentó abusar de la mujer y, cuando se dio cuenta su esposa, maquinaron la forma de enviarla a la cárcel mediante un supuesto delito de extorsión.
A Modesta la sentenciaron a 40 años de prisión, pero fueron los mismos directivos del penal de Nezahualcóyotl-Tepozanes quienes contactaron a la CODHEM para pedir apoyo; explicaron su situación jurídica, su estado de salud y la posibilidad de que se revisara su caso para obtener el perdón del Estado y su libertad.
Una vez que se analizó su caso y cada una de las atenuantes que sirvieron de base para solicitar la amnistía, de acuerdo con la Visitadora de la CODHEM Rocío Sánchez Molina, se delimitó que la mujer fue víctima de violencia sexual, violencia vicaría y violencia económica por su condición de mujer, lo que fue informado al Tribunal Superior de Justicia del Estado de México (TSJEM). Además, a la mujer se le considera en situación de pobreza, con múltiples enfermedades y rezago educativo, no tuvo acceso a la salud, a la alimentación y sus ingresos son insuficientes para adquirir bienes y para satisfacer sus necesidades.
El caso de Modesta estuvo plagado de irregularidades, ya que se le juzgó y se dictó una sentencia de 40 años con base en pruebas inconsistentes, como el hecho de que ella escribió en una hoja la amenaza de causar daño a los familiares del dueño de la tortillería donde trabajaba, de puño y letra, cuando ella no sabe escribir y carece de estudios básicos.
El Tribunal resolvió en favor de otorgar la amnistía a Modesta, su hija Susana recibió la notificación el pasado 23 de abril y ella quedó completamente en libertad el 9 de mayo.
"El diez de mayo lo pasé con mis familiares, mis hijas, tengo 8 hijas y mis yernos, todos aquí en la casa", cuenta Modesta.
La mujer, quien tiene raíces indígenas, trata de hacer su vida normal, pero le cuesta mucho trabajo dormir y, en ocasiones, tiene pesadillas: "sueño seguido que llegan aquí a mi casa muchas patrullas y una ambulancia, que me van a llevar, y esa es mi angustia de diario".
"Se despierta diario a las 6 de la mañana, abre las ventanas y se pone a hacer cosas”, dice uno de sus nietos, menor de edad.
Doña Modesta recuerda que en el penal le tenían mucho aprecio dos jóvenes internas a las cuales procesaron por robo, “ellas me cuidaban, me bañaban y me ayudaban a darme mis medicamentos. Veía en ellas a mis hijas”.
De acuerdo con el personal de la CODHEM, ella requiere de terapia psicológica que le ayude a superar esos traumas que trae de tiempo atrás, por lo que le propusieron conseguir por intermediación de esa dependencia apoyo de un especialista del DIF o del ISEM para que la atienda.
La mujer se mostró con mucha gratitud hacia las personas que hicieron posible que quedara libre, al obtener el perdón del Estado a través de una amnistía, a pesar de que no cometió el delito del que se le acusó y sentenció, como ella misma lo señaló.
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Como Modesta, en las cárceles mexiquenses hay muchos casos
En entrevista con La Silla Rota, la Visitadora que llevó el caso de Modesta, Rocío Sánchez Molina, dijo que conocieron del asunto a través de la Dirección del penal de Neza-Tepozanes, que es un centro de reclusión para mujeres en el Estado de México.
Dijo que la petición de amnistía fue hecha por quien encabeza la CODHEM, Mirna García Morón, quien ha buscado que, por la vía del perdón del Estado, sean liberadas otras personas que se encuentran en cárceles. Explicó que tienen muchos otros casos en puerta, los cuales se podrán ir resolviendo en próximas fechas.
"Realmente no sabemos cuándo, dado que cada proceso es revisado por un grupo interdisciplinario y los avances son distintos; sin embargo, sí hay más peticiones de amnistía que se han solicitado al Tribunal Superior de Justicia del Estado de México".
Reconoció que casos como el de Modesta lamentablemente no son pocos, y no sólo se concentran en el lado sur de la entidad, sino en todo Estado de México.