En 2008, los hermanos Heriberto, Enrique y Edmundo Santiago Lorenzana, fueron detenidos, y obligados, con tortura, a firmar una declaración para auto incriminarse de un homicidio que aseguran, no cometieron.
A 16 años del tormento, permanecen privados de la libertad en un centro penitenciario del Estado de México, sentenciados a más de 60 años de prisión, sin poder olvidar los golpes, la asfixia, las amenazas y las descargas eléctricas que recibieron, y las consecuencias que ellos siguen padeciendo.
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En ese entonces, los hermanos, de 19, 21 y 22 años, trabajaban en una fábrica de textiles y en una empresa ubicada en el municipio mexiquense de Santiago Tianguistenco, para apoyar económicamente a su familia de origen indígena, proveniente de la Mixteca Alta del estado de Oaxaca.
Jaime Santiago Lorenzana, otro de los hermanos, relató que la vida de todos los integrantes de la familia dio un giro inesperado el 17 de junio de 2008.
Detenidos y torturados
Ese día, Enrique se dirigía al trabajo cuando fue abordado por un grupo de personas, que sin uniforme y sin identificarse, lo detuvieron arbitrariamente. Dos horas más tarde, Heriberto fue aprehendido en su lugar de trabajo.
Al enterarse, Edmundo acudió al ministerio público, pensando que habían sido secuestrados o víctimas de desaparición forzada, pero ahí mismo fue detenido. A los tres hermanos, el ministerio público los acusó del delito de cohecho y después de homicidio.
Al relatar lo anterior, Jaime Santiago denunció que a ninguno de sus hermanos les presentaron orden de aprehensión, y antes de ponerlos a disposición del ministerio público, todos fueron “paseados” y durante horas, estuvieron incomunicados.
Métodos de Tortura
Jaime cuenta que antes de presentarlo al ministerio público, Enrique fue llevado a un lugar denominado “campo abierto “, le cubrieron el rostro, le vendaron las manos y recibió todo tipo de golpes e insultos.
“Hicieron su trabajo sin dejar huella de la tortura, mi hermano fue privado del oxígeno muchas veces, sufrió cachetadas y jalones de cabello, fue amenazado de matar a sus hermanos, violar a sus hermanas y también inculpar a mis padres”, señala Jaime Santiago.
Heriberto sintió que sería su último día de vida, al ser torturado, humillado, denigrado
A Edmundo lo obligaron a ver como sus hermanos eran torturados, para después doblegarlo con golpes y descargas eléctricas en sus partes genitales.
El primer informe sobre personas injustamente presas en el Estado de México, del Centro de Derechos Humanos Zeferino Ladrillero, revela que 66 por ciento de las personas detenidas en la entidad, sufrieron tortura desde su aprehensión hasta el momento previo a su puesta a disposición.
Entre las formas más comunes de tortura se encuentran los golpes, asfixia con bolsa, piquetes en las manos con plumas o alfileres, toques eléctricos en órganos sexuales, cortes en el cuerpo y quemaduras.
A los tres hermanos, el ministerio público los acusó del delito de cohecho y posteriormente, los señaló como presuntos responsables de un homicidio ocurrido el día 07 de junio de 2008, en el municipio de Xalatlaco, donde ellos no estuvieron.
Jaime Santiago Lorenzana cuenta a La Silla Rota que tres años después, sus hermanos fueron sentenciados a más de 60 años de prisión, tras violaciones al debido proceso y a sus derechos humanos, tal como lo confirma, un pronunciamiento que emitió la Comisión de Derechos Humanos del Estado de México.
“A base de tortura los obligaron a firmar las declaraciones, lo que los tiene dentro de prisión, pues fueron esas declaraciones en las que la juez basó su sentencia. Cuando a ellos les obligan a firmar las declaraciones también les dan la hoja que ellos firman, era la certificación del médico legista”, señaló.
Privados de la libertad en el Centro Penitenciario y de Reinserción Social (CPRS) de Tenango del Valle, Heriberto, Enrique y Edmundo, actualmente tiene 34 años, 36 y 38 años y siguen sufriendo las secuelas de la tortura que sufrieron.
Hace cinco años, aproximadamente, Edmundo fue diagnosticado con cáncer. Jaime Santiago platica que el médico dice que la enfermedad posiblemente se originó por un golpe fuerte que recibió al ser torturado.
La familia no pierde esperanza de lograr justicia y su libertad
Actualmente, la familia busca la aplicación del Protocolo de Estambul y realiza los trámites correspondientes ante la Fiscalía Especial para la Investigación de la Tortura.
Los hermanos Lorenzana no pierden la esperanza de recuperar su libertad, incluso, Heriberto y Enrique estudian Relaciones Internacionales en el centro penitenciario.
“Perdieron gran parte de su juventud, los momentos que ellos tuvieron que haber vivido. Lo único que les queda es seguir echándole ganas dentro de prisión, están estudiando la universidad, Heriberto participa en la escolta del centro penitenciario, trabaja dentro de prisión, de alguna manera tratan de ocupar su mente estudiando”, platica Teresa Santiago, otra de las hermanas.
Más de mil casos denunciados por tortura en el Edomex
La familia Santiago Lorenzana es parte del colectivo Haz Valer Mi Libertad, integrado por personas que, al igual que ellos, tienen hijos, hermanos, padres y esposos privados de la libertad, tras sufrir violaciones al debido proceso y a sus derechos humanos.
De acuerdo con el “Informe de hallazgos 2022” del Observatorio contra la Tortura, de mil 312 carpetas de investigación abiertas en la Fiscalía General de Justicia del Estado de México, por el delito de tortura y tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes (TPCID) en 2022, solamente una fue judicializada.
El informe revela que la tortura sigue empleándose como método de investigación de delitos y el porcentaje de casos que se investigan por denuncia de las víctimas es muy bajo, de apenas el 7.8 por ciento.
Esto puede deberse a varios factores, tales como el miedo a denunciar, la desconfianza en las instituciones de justicia, el desconocimiento de los recursos legales y su funcionamiento, por el impacto de la tortura en la víctima o la falta de recursos.
Lo anterior, de acuerdo con el Observatorio contra la Tortura, integrado por Documenta, Análisis y Acción para la Justicia Social; Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro-Juárez; y Centro de Justicia para la Paz y el Desarrollo (CEPAD); Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de Derechos Humanos (CMDPDH) y Fundar, Centro de Análisis e Investigación.