Ecatepec y Nezahualcóyotl son dos zonas del Estado de México que padecen escasez de agua desde hace años y que esta semana se sumaron a las afectaciones por los trabajos de reparación fugas en el Macrocircuito del Sistema Cutzamala. Ambos municipios tienen una alta demanda de pipas de agua en la entidad, lo que le asegura el trabajo a Guillermo Piedra, quien reparte el líquido, casa por casa, desde hace 18 años.
El hombre ha sido testigo durante ese tiempo de cómo se fueron secando los pozos de agua y cómo cada vez menos mexiquenses tienen acceso al servicio, ya sea por el desabasto o por las fallas en la infraestructura de la red hídrica.
ÚNETE A NUESTRO CANAL DE WHATSAPP. EL PODER DE LA INFORMACIÓN EN LA PALMA DE TU MANO
Te podría interesar
“Ya es mucha la escasez, nosotros hemos visto cómo hay pozos que se secan porque realmente el agua está escasa, muchos dicen que es político, pero sí está muy escasa”, señala.
Guillermo asegura que los estragos de las sequías y la sobreexplotación de los mantos acuíferos son visibles en el Estado de México y que no se puede negar la crisis que azota al Valle de México ante la insuficiencia del llenado de las presas del Sistema Cutzamala.
Y es que, a sus 43 años, recorre solo las calles de municipios como Nezahualcóyotl y Ecatepec, dos de las zonas más densamente pobladas de la entidad, para entregar el servicio de agua en pipa a las colonias que carecen de agua potable… y ya no se da abasto.
"Empecé gracias a mi suegro que me enseñó el oficio, me gustó y fue como empecé a trabajar (...) Regularmente me paro a las 3:30 de la mañana para irme a formar al pozo para salir como a las 7:00 de la mañana y andamos en las colonias donde nos hablen", dice.
Su jornada de trabajo es larga, hace hasta dos viajes diariamente para llevar el agua a las casas. Maneja un camión cisterna de 20,000 litros, que le renta a su patrón, hacia los pozos autónomos de Texcoco.
“Me aviento dos viajes porque cada día es más la demanda de agua y por eso hay mucha pipa, ya no nos damos abasto. Yo trabajo solo, la gente ya no quiere trabajar, ya son muy flojos los chalanes”, dice entre risas.
Explica que a diferencia de los piperos que trabajan en organismos de gobierno, el sector independiente tiene que lidiar con grandes distancias para buscar fuentes de abastecimiento que ofrezcan el mejor precio posible.
“Nosotros vamos a los pozos de Texcoco, en Coatlinchán, y todo eso”, dice, "(Trabajo) depende del corte, por ejemplo, en Ecatepec, del lado de Muzquiz hacia Ciudad Azteca, que siempre han tenido el problema del agua, de repente Neza, San Juan de Aragón, ahora sí que depende de cómo sea la zona es a donde vamos".
200 pesos por 1,000 litros de agua
Debido a la lejanía del pozo, a diario tiene que hacer filas de hasta 4 o 5 horas para esperar un turno y poder llenar la pipa, tiempo que aprovecha para tomar un descanso o comer antes de continuar la ruta.
—¿Cuántas casas alcanza a llenar?—, se le pregunta. —Todo varía, puede ser hasta cinco o seis casas y posiblemente hasta diez—.
En la zona oriente del Estado de México, en promedio, el costo por 1,000 litros de agua potable ronda los 200 pesos, aunque esta cifra aumenta si los depósitos se encuentran en pisos altos, en áreas inseguras o con problemas de conexión.
Además, si la compra del servicio se realiza por carro cisterna, los costos rondan los 4,000 pesos, debido a que, por entrega completa, se incluye en el precio los recursos para solventar la operación, pago de casetas, gasolina y cobro por recarga en el pozo.
“Yo tengo mi jefe, a la semana me pagan unos 3,000 o 2,800 pesos, ya si llego a trabajar más tiempo, o hasta en la noche, son horas extra. Hay veces que hay mucha demanda y empezamos a las 3:00 y le paro a las 12:00, ya cuando estamos en el pozo aprovechamos para dormir un rato”, cuenta.
De acuerdo con el último reporte de la Comisión Nacional de Agua (Conagua), en el mes de junio, las presas en el Estado de México registran un promedio de almacenamiento del 27.21%, uno de los niveles más bajos de los que se tenga registro.
De las tres presas que conforman el Sistema Cutzamala, la del El Bosque es la que cuenta con el mayor número de litros de agua, con el 28.92%, seguido de Valle de Bravo, con 27.64%, y la de Villa Victoria, con 24.45% de los casi 700,000 litros metros cúbicos que pueden almacenar.
TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR: Crisis de agua CDMX: Estas son los lugares que abastece el Cutzamala
La zona "Quinta", una de las que más padece falta de agua
Entre los puntos con mayores problemas de abastecimiento de agua en el Valle de México se encuentran colonias de la llamada Quinta Zona, en el municipio de Ecatepec, donde se registran fallas en pozos y redes de distribución, huachicoleo de agua y bajos niveles provenientes del Cutzamala.
De acuerdo con datos del organismo para el Servicio de Agua Potable, Alcantarillado y Saneamiento del municipio de Ecatepec (SAPASE), en las últimas semanas el servicio registró un alza del 12%, respecto a lo reportado el mes pasado. Con ello, la entrega de agua en bloque para este mes de junio representó el primer incremento en lo que va del año por parte del sistema federal para las zonas del municipio con problemas de abastecimiento donde se han registrado protestas.
Según los datos del organismo local, el agua que reciben del Sistema Cutzamala actualmente ronda los 530 litros por segundo y se envía hacia el tanque elevado de Cerro Gordo.
Asimismo, estos datos muestran que el déficit de agua en Ecatepec pasó de 69% el mes pasado, a un 57%, respecto a la cifra más alta recibida en el máximo histórico en 2017, cuando se recibieron 1,578 litros por segundo.
Esto quiere decir que el déficit que se padece en esta demarcación equivale a 104 millones de litros de agua potable al día que no llegan al municipio más poblado del Estado de México, pese a atravesar uno de los meses con las más altas temperaturas en los últimos 40 años.
Pemex investiga si liquido reportado en coladera de Nezahualcóyotl es combustible
Personal de Petróleos Mexicanos (Pemex) inició una investigación para determinar la procedencia de líquido, relacionado a una presunta fuga de combustible, que brotó este miércoles de una coladera en el municipio de Nezahualcóyotl, al oriente del Estado de México.
La emergencia se registró a la altura de la calle Oriente 17 casi esquina con avenida Texcoco, justo en las inmediaciones del Aeropuerto Internacional Benito Juárez, en la zona limítrofe con la Ciudad de México.
Durante los trabajos, personal de Pemex tomaron muestras para determinar si el líquido corresponde a algún tipo de combustible y así identificar el origen de una posible fuga en algún ducto.
Al respecto, autoridades del gobierno de Nezahualcóyotl reconocieron que mientras limpiaban la coladera encontraron una sustancia con textura grasosa, aunque no pudieron especificar su origen.
De acuerdo con informes preliminares, el presunto combustible comenzó a brotar de una alcantarilla de acero localizada frente a una estación de gasolina desde la madrugada de este miércoles.
Ignacio Vázquez Palacios, comandante del cuerpo de bomberos de Nezahualcóyotl, reconoció que la coladera tipo boca de tormenta estaba saturada de basura, por lo que junto con personal del ODAPAS procedieron a realizar las labores de limpieza.
En tanto, elementos adscritos a la unidad de tránsito y vialidad cerraron la calle para permitir al personal realizar las labores de limpieza y evitar percances vehiculares.
En el sitio, personal del cuerpo de bomberos de Nezahualcóyotl aplicó una solución espumógena para cubrir la sustancia, mientras que personal del ODAPAS realizó labores de limpieza en las líneas de conducción en el sistema de drenaje.
El surgimiento del líquido, de color negro, obligó al cierre de la circulación en dirección a la Alameda Oriente y ha provocado una intensa movilización de cuerpos de emergencia para atender la avería.
Desde hace varias semanas, vecinos de la colonia cuchilla del tesoro, en la alcaldía Gustavo A. Madero han reportado un fuerte olor a combustible que brota presuntamente el sistema de drenaje, lo que ha provocado malestares a la salud.
En tanto, autoridades capitalinas de la Secretaría de Gestión Integral y Riesgos y Protección Civil de la Ciudad de México, descartaron que el olor a combustible, ponga en riesgo a las familias de esa zona.