Las principales presas que abastecen al Sistema Cutzamala se mantienen con los niveles más bajos de la historia; sin embargo, la alerta crece al contemplar que los embalses de Valle de Bravo y Villa Victoria se suman a las 65, de 120, presas del país que están perdiendo viabilidad para la extracción de agua, pues actualmente están al 27 por ciento de su capacidad de almacenamiento.
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Tan sólo en el Valle de México, el Sistema Cutzamala, que abastece entre el 25 y 30 por ciento del agua potable a la zona metropolitana del Estado de México y la Ciudad de México, presenta un déficit mayor en esta última semana, al perder 6.35 millones de metros cúbicos de agua. Pese a las lluvias de los últimos días, los embalses no han logrado recuperar el suficiente caudal para mitigar los estragos de lo que la propia Comisión Nacional del Agua (Conagua) denominó como el "Día Cero". Y es que estamos a poco más de dos meses de llegar a la fecha de "emergencia hídrica" (26 de junio) en la que el agua no será suficiente para cubrir ni siquiera las necesidades básicas de las 12 alcaldías de la CDMX y los 16 municipios del Edomex.
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Hasta este martes 23 de abril, el Organismo de Cuenca Aguas del Valle de México (OCAVM) contemplaba a la Presa El Bosque como la única de las tres mexiquenses más importantes que cuenta con un llenado del 48.1 por ciento, seguida por la Presa Villa Victoria, con 26.7 y la Presa Valle de Bravo, con 27 por ciento de su capacidad, esta última cerrada completamente y sin extracciones de agua por su nivel crítico.
Sistema Cutzamala, cerca del Día Cero
De acuerdo con el reporte de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), las presas de Valle de Bravo, Villa Victoria y otros embalces del Estado de México enfrentan las consecuencias de una grave sequía prolongada, con porcentajes críticos de almacenamiento.
Entre las presas que reportan un nivel de almacenamiento de menos del 20 por ciento se encuentran Huapango, ubicada en el municipio de Timilpan, que está al 2 por ciento; El Molino, en el municipio de Aculco, con el 4 por ciento; San Bernabé en Almoloya de Juárez, con 13 por ciento; así como Isla de las Aves, ubicada en Atlacomulco, con un 18 por ciento de su capacidad.
También se encuentran con menos de la mitad de su capacidad las presas Nadó, en el municipio de Aculco, con un 21 por ciento; Danxho, ubicada en Jilotepec, al 34 por ciento; y La Concepción, en Tepotzotlán, con el 40 por ciento.
En el Estado de México hay otras presas con niveles de almacenamiento por arriba del 50 por ciento, entre estas están: la presa Guadalupe, en Cuautitlán Izcalli, con un 63 por ciento; la Taxhimay, con un 60 por ciento, en Villa del Carbón; y la de Tepetitlán, con un 53, que está ubicada en el municipio de San Felipe del Progreso.
Presa Valle de Bravo
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Una de las presas más grandes es la de Valle de Bravo, se ubica al sureste del Estado de México; fue construida en 1947 como parte del sistema hidroeléctrico de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), con una superficie de 21.1 kilómetros cuadrados, una profundidad de 35 metros, una altitud de 1,830 msnm y una capacidad de almacenamiento de 400 millones de metros cúbicos. Esta presa representa el 38 por ciento del total del Sistema Cutzamala.
Para su construcción, en 1946, la Secretaría de Economía Nacional publicó en el Diario Oficial de la Federación un decreto mediante el cual se expropiaron los terrenos comprendidos en la curva de embalse, pues serían inundados por el agua. Actualmente su extensión es de 2,900 hectáreas, con una capacidad de almacenamiento del 457 millón de metros cúbicos y una profundidad promedio de 21 metros, aunque en la zona de la cortina es de 39 metros.
La Presa Valle de Bravo, es una zona federal concesionada a la Conagua y recibe los aportes de los ríos Amanalco, Los Hoyos, San Diego, El Carrizal, Las Flores, La Yerbabuena, Subcuenca San Gaspar, Subcuenca Microondas, Subcuenca Ladera Oeste y AW Valle de Bravo.
Desde el pasado 6 de abril se cancelaron las extracciones en este lago artificial por la gravedad de su situación y con la esperanza de que las lluvias próximas ayuden a recuperar el caudal.
Presa Villa Victoria
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La Presa Villa Victoria, también es parte del Sistema Cutzamala, es una de las tres grandes presas de almacenamiento que abastecen a más de 5 millones de personas. En ella se almacena el agua proveniente del río San José Malacatepec, desde su nivel más alto, a unos 2605 msnm; en este proceso, finalmente sus aguas se conducen y almacenan en la Presa Valle de Bravo.
Fue construida en el municipio de Villa Victoria, en 1944, pero inició operaciones de abastecimiento de agua hasta 1982. Su capacidad de almacenamiento original era de 275 hm3, actualmentem cuando alcanza su nivel de aguas máximas ordinarias (2,558.96 msnm)m se estima que tiene una capacidad total de 185.7 hm3 y una profundidad máxima de 18 metros, el espejo del agua llega a cubrir 27.57 km2 y un perímetro de 60.9 km.
Este cuerpo de agua es alimentado principalmente por las aguas que descienden de las Sierras en la Reserva de la Biosfera Mariposa Monarca, así como de escurrimientos, arroyos y manantiales que se unen a diversos ríos, con el San José Malacatepec.
Presa Madín
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La Presa Madín, que es otro de los grandes afluentes en el territorio estatal. Está ubicada en la zona limítrofe de los municipios de Atizapán y Naucalpan, pertenece a la región hídrica del Valle de México y fue construida en 1977.
Tiene una extensión de 99.45 kilómetros cuadrados y una cortina de materiales graduados, con una longitud de 250 metros, altura de 75. La presa fue construida sobre el Río Tlalnepantla, entre 1974 y 1977, con capacidad máxima de almacenamiento de 24 millones 700 mil metros cúbicos, es una obra de toma de tipo torrecilla de concreto para rejillas y tubería de presión, cuyo objetivo es el control para protección contra inundaciones y suministro de agua potable con un caudal de 0.6 m3/s.
Su estructura está conformada por una torrecilla de rejas, una tubería de presión ahogada en concreto, una caseta de operación al extremo en la que se localiza una válvula de emergencia tipo mariposa y una válvula de chorro divergente para descarga, entre ambas se localizó, originalmente, la toma para la conducción a la primera planta potabilizadora con cuatro bombas centrífugas instaladas sobre un cárcamo a la salida de la torre.
Esta presa se alimenta de los caudales provenientes del Río Tlalnepantla y actualmente el agua es potabilizada por dos plantas construidas a un costado, la más antigua, creada desde que inició operaciones, abastece a más de un millón de habitantes tanto de Naucalpan como de Atizapán y parte de Tlalnepantla, mientras que una segunda, recién puesta en operación, lleva el vital líquido a la Ciudad de México, procesa en promedio 500 litros por segundo.
La sequía nacional
La grave situación de sequía en México se ha extendido por el fenómeno de El Niño, que ha llevado a que aproximadamente un tercio de las presas del país (65 de 210) se encuentren con niveles críticamente bajos de agua, entre 0 y 20 por ciento de su capacidad. Esta condición no solo refleja una crisis histórica sin precedentes en el país, sino que también presenta un peligro de contaminación, ya que extraer agua de estos niveles bajos puede implicar contaminantes y sedimentos, afectando negativamente la agricultura y el consumo animal.
Estudios de la Conagua han alertado en las últimas semanas de un aumento en las olas de calor, sequías en ríos y lagos, y la posible correlación entre las altas temperaturas y problemas de salud.
El efecto del cambio climático y la pérdida de los embalses es mucho más notorio en zonas como el Lago de Pátzcuaro o la Presa El Bosque, ambos en Michoacán.
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Y es que, a nivel práctico, seis presas ya están completamente vacías y otras 13 están peligrosamente cerca de estarlo. En 2024, el panorama es aún más sombrío, con un aumento significativo de estados afectados por sequía extrema o excepcional.
Otros 28 embalses en diferentes entidades están entre el 1 y el 10 por ciento de su capacidad de llenado, mientras que el almacenamiento conjunto de las presas de agua del país es de 48 mil 218 millones de metros cúbicos, lo que representa sólo el 38.5 por ciento de la capacidad de abasto total.
Los embalses con los niveles más críticos se encuentran en varios estados, incluyendo Sonora, Sinaloa, Querétaro, Guanajuato, Michoacán, San Luis Potosí y Estado de México. La situación refleja la grave sequía que enfrenta México y la necesidad de tomar medidas para enfrentar esta crisis hídrica.
¿Cuáles son las presas de agua totalmente secas y dónde se encuentran?
- El Centenario, en Querétaro
- La Llave, en Querétaro
- La Venta, en Querétaro
- Abelardo Rodríguez Luján, en Sonora
- Ignacio Alatorre, en Sonora
- La Pañuelitas, en Guanajuato
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