Cuando llegó al aeródromo de Atizapán de Zaragoza, la aeronave DC-3 Douglas para 27 pasajeros, perteneciente a la flotilla personal del ídolo de México, Pedro Infante, aún tenía todos sus componentes para emprender el vuelo, pero hoy sólo queda el “cascaron”.
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El aeropuerto estatal “Jorge Jiménez Catú” se encuentra en Zona Esmeralda, del municipio mexiquense, a lado del Parque de los Ciervos y de residencias de fraccionamientos exclusivos como Rancho San José y Condado de Sayavedra.
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En diciembre de 2022, La Silla Rota conoció esta aeronave y las condiciones en que se encontraban, pero, a más de un año, el deterioro es notable, desde afuera se aprecia que carece de la puerta principal, no tiene vidrios, no hay asientos, ya no tiene cables y “prácticamente está el puro cascaron”, explicó el vigilante de la caseta de acceso al aeródromo.
Esta aeronave fue parte de la flotilla de 12 unidades que poseía Pedro Infante, pertenecía a la empresa TAMSA y que luego se constituyó en Mexicana de Aviación; llegó a este lugar el año 2010, pero la dejaron afuera del aeropuerto debido a que rebasaba las dimensiones establecidas por el reglamento interno, por lo que la administración no permitió su acceso.
Es inspiración para estudiantes de aviación
El DC-3 Douglas de 27 plazas sería parte de una exposición de objetos personales del ídolo de Guamúchil, Sinaloa, la cual se abrió en el año 2014 en uno de los hangares del aeropuerto, donde se exhibió junto con una motocicleta Harley Davidson, fotografías y prendas del cantante mexicano, pero esta aeronave permaneció afuera.
En la actualidad, después de 13 años, la aeronave sigue siendo inspiración para los estudiantes de las escuelas de piloto aviador que se encuentran operando en el aeropuerto de Atizapán, como comentó el capitán Jesús Sánchez, quien tiene un récord de 14 mil horas de vuelo y quien agregó que el avión está a la entrada y cuando llegan al aeródromo es lo primero que ven.
Por fuera, el avión fue pintado con colores amigables con el medio ambiente como amarillo, verde y azul, con la finalidad de mejorar la imagen de lo que queda de esta aeronave, que por dentro, incluso, ha sido objeto de actos de vandalismo con grafiti.
El aeródromo de Atizapán, según sus administradores, depende del Gobierno del Estado de México y, hasta donde conocen, como lo explicó Alberto, no puede ser resguardado en el aeródromo al rebasar las dimensiones de peso, tamaño y número de plazas (8) que establece el reglamento interno.
Según consta en archivos históricos del aeropuerto local, un club de pilotos hizo una presentación del hangar dedicado al ídolo de México en Mazatlán, Sinaloa, en agosto de 2014, a la que acudieron diversos personajes de la aviación local, propietarios de hangares y de aeronaves, así como algunos políticos, entre ellos Manuel Espino Barrientos, entonces dirigente panista, para rendirle honor a Pedro Infante.
El aeropuerto de Atizapán en la actualidad tiene al menos seis escuelas de enseñanza para pilotos aviadores, una empresa de aerotaxis y otra de vuelos de placer para festejos como cumpleaños, aniversarios con paquetes de alimentos y bebidas a bordo.
De acuerdo con el capitán Jesús Sánchez, el aeropuerto es, hasta cierto punto, complicado para la aviación comercial, donde en gran parte del tiempo se debe maniobrar por aparataje, pues, acota, quien domina el cielo en Atizapán es capaz de dominarlo en todo el país.
Sin embargo, es útil para ascenso y descenso de helicópteros, aviones pequeños y avionetas, que pueden maniobrar con facilidad en aterrizaje y despegue sobre un espacio muy amplio.
Pese a lo anterior se han registrado diversos accidentes, el 2 de octubre de 2007 quien fuera presidente municipal de Tultitlán, José Antonio Ríos Granados, falleció minutos después de despegar del aeropuerto de Atizapán, su aeronave se desplomó y cayó en el patio de una casa en Los Olivos.
De igual manera, se han registrado desplomes de avionetas, algunas en vuelos de prácticas, como ocurrió el 10 de marzo de 2020, cuando una avioneta Cessna se desplomó cerca del aeropuerto de Atizapán de Zaragoza, causando lesiones menores a sus ocupantes.