La "guerra del centavo", como se le conoce en el gremio de transporte, está lejos de terminar en el Estado de México, aun cuando existen programas de subsidios, de reordenamiento y planes de transporte articulado, pues mientras no se ponga fin a la irregularidad, no se invierta en la infraestructura y se tenga voluntad política y social para la implementación de técnicas con conocimiento y proyectos integrales, no puede haber un cambio verdadero, explican a La Silla Rota empresarios, trabajadores del volante y especialistas en la materia.
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En la entidad más poblada del país, se tiene un registro de 175 mil concesiones de transporte público para unidades de colectivos y taxistas, de las cuales 6 de cada 10 no están vigentes y se encuentran fuera de norma, pero siguen circulando.
De acuerdo con el portal de transparencia de la Secretaría de Movilidad del estado, en el último trimestre del 2023 se presentaron por parte de los usuarios 1,530 quejas en contra de concesionarios, permisionarios o choferes, con motivo de la prestación del servicio, de las cuales se atendieron 1,081 y 449 están en proceso.
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Transporte en Edomex, entre sobreoferta y represalias
Fernando Coronel, secretario general sustituto de la Confederación de Auto Transportistas de Trabajadores y Empleadores de México (CATEM), reconoció que actualmente existe una sobreoferta en el transporte de entre 30 y 40 por ciento, lo que genera competencia desleal y, a su vez, una infinidad de problemas que impiden que se brinde un transporte de calidad y eficiente.
Para atender este tema, en enero pasado el Gobierno del Estado de México anunció una serie de acciones que forman parte de la nueva era de la movilidad, entre las que se encuentran el programa “Regularízate, no te cuesta nada”, a través del cual se otorgan diversos subsidios a los concesionarios para que regularicen sus unidades, pero para poder obtener los beneficios, ellos deben renovar el parque vehicular, a fin de que cumplan la normatividad y tengan menos de 10 años de antigüedad.
Al poner en marcha estas acciones, el gobierno fue claro al señalar que uno de los pilares irremplazable del llamado Plan Colibrí, es que todos los trámites se podrán hacer sin corrupción, ni extorsión y sin favoritismos; sin embargo, los concesionarios que buscan hacer la renovación se han enfrentado al llamado “entre”, no en gobierno, pero sí en sus dirigencias.
De forma anónima, para no enfrentan represalias, transportistas del Edomex aseguran que “para hacer los trámites, los dirigentes por cada unidad, piden 1,000 pesos para llevar a cabo el papeleo y entregar la renovación”; dicen que no hay opción, porque, si bien las autoridades otorgan subsidios de hasta el 100 por ciento, las cabezas de este gremio sí mantienen esa vieja práctica.
“Es un círculo que nunca termina, además no podemos renovar las unidades, no contamos con los recursos para hacer esa fuerte inversión, son pocos los que tienen capacidad para regularizarse y seguiremos en lo mismo. Así pongan más programas, es inalcanzable el contar con unidades de transporte circulando nuevas o con menos de 10 años de antigüedad”, comentó Antonio, propietario de dos concesiones, tiene una unidad modelo 2009 y otra 2011.
Asimismo, en la entidad mexiquense se tienen al menos 104 rutas del transporte público, con las que circulan para brindar servicio unidades tipo Urvan, microbuses, combis y taxis, con 175 mil concesiones; por cada una de estas unidades, viven por lo menos las familias de dos choferes, tres checadores por ruta, el personal administrativo, así como, indirectamente, quienes hacen los trabajos de "talachas" y hojalatería.
Fernando Coronel precisó que, para los empresarios del transporte que se encuentran en orden con sus unidades, los subsidios y programas “son para los indigentes del transporte, porque cada año se acercan y viven de los subsidios, hacen el compromiso de renovar los vehículos, pero no lo hacen y esperan al siguiente año para volver a tomar los subsidios, porque ya saben que hay acuerdos y no pasa nada”.
Reconoce que, lamentablemente, la normatividad sólo la cumple un promedio del 40 por ciento de las concesiones, mismas que se enfrentan a la sobresaturación y la competencia desleal, lo que conlleva que las ganancias sean menores, aunado a otros factores.
Actualmente, en esta entidad la tarifa del transporte público por los primeros 5 kilómetros es de 12 pesos y, en términos generales, al día una unidad tipo Urvan puede sacar entre 1,000 y 1,400 pesos; una combi entre 900 y 1,500 pesos; un microbús entre 1,500 y 2,000 pesos; y un taxi entre 500 y 1,200 pesos, cantidades a las que hay que restarle la cuenta del dueño, la gasolina, el pago del chofer… "Y otro problema porque, como manejamos la llamada liquidez, es decir, traes la marimba llena de dinero y de ahí los operadores toman para sus gastos entre recorrido y recorrido, como el tamal, el lavado, el agua y es como si fuera un robo hormiga. Sólo para quien sí es negocio el transporte, es para quien es dueño de la unidad y a la vez la trabaja directamente”, dice el conductor.
Más de 2,000 viajes diarios
De acuerdo con la Secretaría de Seguridad del Estado de México, diariamente, entre la entidad y la Ciudad de México, se registran más de 2,160 viajes, las rutas con más demanda son las que se dirigen a la zona del Centro Histórico de la capital del país, con un promedio al día de 465 mil viajes, seguida del recorrido a Ciudad Universitaria, con más de 132 mil viajes entre las cinco y ocho de la mañana, mientras que para Chapultepec y Polanco se registran más de 167 mil viajes de diversos municipios, entre las seis y ocho de la mañana. Además, la Zona Metropolitana del Valle de México es la de mayor demanda, principalmente en inmediaciones de Ecatepec, con más de 650 mil viajes, y Nezahualcóyotl, con casi 590 mil viajes diarios.
Los trabajadores del volante señalan que este es un sector que siempre ha sido señalado por la sociedad, porque se les señala de irresponsables, poco profesionales, maleducados, generadores de conflictos.
"Somos trabajadores que buscamos ganarnos el pan de cada día y es pesado porque nuestras jornadas son de manejar, al menos, entre 10 y 12 horas diarias, y no es que seamos groseros, muchos sabemos manejar, tenemos pericia, pero siempre nos señalan y nos relacionan con todo tipo de conflictos”.
Los choferes, que en la mayoría de los casos como Pepe no son dueños de la unidad, piden a las autoridades hacer una planeación real y que sea igual para todos, indican que una medida podría ser el prepago, como ocurre en otras entidades, con ello se apoyaría al gremio, además de fijar rutas claras y sacar de circulación a los más de 60,000 irregulares, ya aquellos que tienen años con su concesión no vigente, circulan y generan “que constantemente se busca pelear por el pasaje, la llamada guerra del centavo, acciones que molestan a los usuarios con justa razón”.
Apoyan mejoras, pero con planeación
Transportistas del Edomex aseguraron a La Silla Rota que están de acuerdo con los planes para mejorar la movilidad y poder brindar mejores servicios, pero si no existe una planeación consensada y salen los nuevos proyectos, como el Mexibús y el Mexicable, también se les afecta: toda vez que las autoridades no les garanticen su permanencia en las rutas donde están establecidos, les piden ser rutas alimentadoras de estos nuevos servicios, pero generan más competencia.
Dante Álvarez, del Colectivo Ciudadano por la Movilidad del Edomex (Cometa), coincide en que el transporte en el Estado de México, al menos el 60 por ciento de las unidades, brinda sus servicios fuera de norma, su eficiencia deja mucho que desear y, no obstante, tiene las tarifas más altas del país. El gobierno, administración tras administración, “siempre les da la mano con programas de subsidio que sólo sirve para que los concesionarios paguen menos, pero incumplen sus responsabilidades para brindar un eficiente y óptimo servicio para el 80 por ciento de la población que tienen cautiva”.
Dijo que Cometa ha realizado estudios para ser parte del nuevo plan de movilidad, en busca de que sea una realidad la creación de corredores, nuevos transportes y sistemas, por lo que sería lamentable que no den resultados, pues no se invierte en la infraestructura base que debe dar vida y funcionalidad a los servicios de transporte público.
Incluso señala que cada vez que el gremio “reciba subsidios e, incluso, recursos con una política transportista", no darán resultados porque parece ser un "maquillaje" que sólo sirve con fines electorales, pero no para incentivar y mejorar el servicio.