Raúl sabe que cuando los primeros rayos de sol entran por la ventana de su casa se le hace tarde para ir a trabajar. El mexiquense debe viajar desde Chimalhuacán, en el Estado de México, hasta el Centro de la Ciudad de México para ganarse la vida, aunque gran parte de ella la pasa en el transporte público.
El técnico en reparación de electrónica viaja desde el municipio mexiquense 6 días a la semana para trabajar. Toma un camión de su casa al Mexibús hasta llegar a la terminal de Pantitlán, allí transborda en el metro para llegar hasta la estación Bellas Artes. Tres sistemas de transporte distintos.
Te podría interesar
El viaje diario del técnico es de un promedio de dos horas y media de ida y dos horas y media de regreso, dando un total de 5 horas en el transporte público mexiquense y capitalino.
Si bien el gobierno del Estado de México ha anunciado proyectos de movilidad como el Plan Colibrí que incluye la creación del Sistema de Transporte Público Metro Mexiquense (Metromex), la realidad actual para muchos mexiquenses que trabajan o estudian en la Ciudad de México es de complicaciones para llegar a sus destinos.
Más tiempo en el transporte que con la familia
Su casa y familia se encuentran en el Estado de México, sin embargo, Raúl pasa más tiempo en la Ciudad de México que en Chimalhuacán; gran parte de este tiempo es dentro de una unidad del transporte público.
Sumado a que trabaja 10 horas diarias, ya que sus ingresos son por destajo y no por el tiempo, Raúl gasta 15 horas al día en trabajar y trasladarse. Lo anterior significa que al mexiquense le restan 9 horas al día para hacer el resto de sus compromisos como padre de familia y descansar. Una hora libre para hacer todo lo anterior si se restan las 8 de sueño.
Al mes, Raúl estaría pasando 150 horas mensuales en el transporte, comparado con las 240 mensuales para dormir y restando tan sólo 88 para él y su familia, casi la mitad que invierte en trasladarse.
La historia de Raúl es como la de miles, tal vez millones de mexiquenses que viven en alguna parte de los municipios mexiquenses y tiene su fuente de trabajo en la Ciudad de México.
El comerciante es uno de los millones de personas que hacen uso diario del transporte del Estado De México y el transborde al sistema capitalino.
Otro de los proyectos que los gobiernos mexiquense y capitalino han abordado es el del Trolebús Santa Martha-Chalco, que sería otro punto de conexión entre ambas entidades.
Raúl no conocía el Plan Colibrí sobre movilidad en el Estado de México, ni el anuncio para construir dos líneas de Metro Mexiquense, “sólo sabía de una ampliación del Mexibús, que siempre va al ‘full’”.
Los sistemas de transporte Mexibús y Mexicable trasladan entre de 400,000 y 500,000 personas todos los días, según datos de autoridades de la Secretaría de Movilidad del Gobierno del Estado de México.
“En el estado es más caro, nunca he sabido el por qué, si es peor”
En promedio Raúl gasta 100 pesos sólo en pasajes para ir y volver a su trabajo, “en el estado es más caro, nunca he sabido el por qué sí es peor que el de la ciudad”, dice a modo de broma.
Una hija en casa por quien ver son la motivación para que el mexiquense no busque un empleo por Chimalhuacán, ya que las ganancias no son las mismas.
“Ya tengo mis clientes y mi lugar, además no se gana igual en la zona donde vivo”.
A finales de enero, autoridades de la Secretaría de Movilidad del Estado de México anunciaron la realización de dos encuestas sobre la calidad y del servicio del transporte público.
En total se aplicarán 4,500 encuestas, una enfocada a los usuarios y la segunda a transportistas.
“No me ha tocado o he visto que hagan encuestas, ni sabía, pero sí que mejore el servicio, que se amplíe, ya somos demasiados”, dice Raúl, quien a veces debe estirar el gasto si su hija lo acompaña al trabajo.