El Mercado de la Merced, ubicado en el corazón de la Ciudad de México, es uno de los centros de abasto más grandes y tradicionales del país. Con siglos de historia, este mercado es un lugar emblemático donde convergen la cultura, el comercio y la vida cotidiana de la ciudad. Conocido por su enorme variedad de productos, que van desde alimentos frescos y especias hasta flores y artesanías, la Merced es un reflejo del dinamismo y la riqueza cultural de México. Además de ser un punto clave para el suministro de mercancías, es un espacio lleno de historia y tradición que atrae tanto a compradores locales como a visitantes que buscan conocer una faceta auténtica de la capital. Si quieres conocer la historia del mercado mas antiguo de la CDMX, quédate con nosotros.
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¿Cuál es la historia del Mercado de la Merced de la CDMX?
El Mercado de la Merced, uno de los más grandes y emblemáticos de la Ciudad de México, tiene sus raíces en la época colonial, cuando la zona que hoy ocupa era un importante punto de comercio debido a su cercanía con el antiguo convento de La Merced, fundado en el siglo XVII es el mercado más antiguo de la capital. Este gran centro de abasto de alimentos y variados productos surgió en 1594 cuando con la fundación del convento de Nuestra Señora de La Merced el comercio de la zona comenzó a desarrollarse.
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Según el historiador Cristian Fajardo Ventura de la UNAM, fue durante la época de la Colonia Española, en el año de 1594 cuando junto a la fundación del convento de Nuestra Señora de La Merced, que la actividad comercial del barrio comenzó a gestarse. En ese tiempo, la plaza frente al convento era utilizada como un espacio para el intercambio de productos agrícolas, pescados, carnes, textiles y otros bienes, convirtiéndose en un lugar clave para el abasto de la ciudad.
¿Cómo se consolido el mercado de la Merced como mercado formal en la CDMX?
En el siglo XIX, la necesidad de regular y organizar el comercio llevó a la construcción del primer edificio formal del mercado en 1860. Este espacio se consolidó como el principal centro de distribución de alimentos y mercancías, debido a su ubicación estratégica cerca del canal de La Viga, por donde llegaban productos frescos de las chinampas de Xochimilco y otras áreas agrícolas del Valle de México.
Esta forma de comercio se mantuvo hasta el año de 1890 cuando el entonces presidente Porfirio Díaz inauguró el antiguo edificio de La Merced. La construcción dio pie al segundo capítulo en la historia del mercado, ya que estaba conformado por dos naves que se extendían a lo largo de más de 800 metros cuadrados en los cuales vendían sus productos decenas de comerciantes bajo su techo de fierro galvanizado.
¿Cómo fue la expansión y modernización de la Merced en la CDMX?
En la década de 1950, el mercado fue reconstruido y ampliado para adaptarse al crecimiento de la ciudad y la demanda de los consumidores ya que el espacio comenzó a ser insuficiente tanto para locatarios como compradores y se decidió demoler el lugar para dar paso a un sitio mejorado.
En 1957 se inauguró el moderno edificio del Mercado de la Merced, diseñado para albergar a miles de comerciantes y visitantes. Para ser exactos el 23 de septiembre de 1957 se inauguró la última versión del Mercado de La Merced por el entonces presidente Adolfo Ruíz Cortines y el Jefe del Departamento del Distrito Federal Ernesto P. Uruchurtu, la versión de este mercado que hoy podemos ver y que comprendió poco más de 50 mil metros cuadrados. Sin embargo, este espacio sufrió un fuerte incendio en 1988 que destruyó gran parte de sus instalaciones, obligando a una reconstrucción parcial.
¿Cómo fue la reconstrucción del mercado de la Merced en la CDMX?
La obra compuesta por siete estructuras diferentes comprendió una superficie de cerca de 500 mil metros cuadrados. Los edificios fueron Nave Mayor, que fue diseñada para albergar más de 3 mil comerciantes de verdura, frutas y legumbres. La Nave Menor con una capacidad para más de 400 vendedores de abarrotes, carnicerías, pescaderías y similares, de igual manera un espacio con un poco más de 170 locales para hojalatería y ferretería, un cuarto anexo para el área de comida preparada, el quinto edificio para vendedores de flores, y una última dedicada especialmente al comercio de juguetes y herbolaria.
Por lo que más de 500 mil metros cuadrados se dio espacio a más de 5 mil locatarios provenientes de distintos puntos del país, lo que fue parte fundamental para considerar al Mercado de La Merced como el más grande de Latinoamérica, gracias a los distintos artículos que ahí se ofertan como verduras, frutas, distintos tipos de carnes, lácteos, artesanías, artículos para el hogar, antojitos y mucho más.
¿Quién es el dueño del mercado de la Merced en la CDMX?
El Mercado de la Merced es obra del arquitecto Enrique del Moral y no tiene un dueño en el sentido privado, ya que es un mercado público administrado por el gobierno de la Ciudad de México. La gestión y regulación de este mercado está a cargo de la Secretaría de Desarrollo Económico (SEDECO) y las autoridades locales de la alcaldía Venustiano Carranza, donde se encuentra ubicado.
Los locatarios que operan dentro del mercado suelen ser concesionarios o arrendatarios, lo que significa que tienen un permiso o concesión para ocupar un espacio en el mercado, pero el inmueble y la infraestructura son propiedad del gobierno. La administración se encarga de aspectos como el mantenimiento, la regulación de actividades comerciales y la seguridad en el mercado.
¿Cómo es el mercado de la Merced en la CDMX en la actualidad?
Hoy en día, el Mercado de la Merced sigue siendo uno de los más grandes e importantes de la Ciudad de México. Es conocido no solo como un lugar de abasto para alimentos frescos, especias y otros productos, sino también como un sitio de gran riqueza cultural. A pesar de los desafíos, como la competencia de supermercados y problemas de infraestructura, el mercado sigue siendo un símbolo de la vida cotidiana y el comercio tradicional de la capital mexicana.
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Según el Fideicomiso del Centro Histórico, La Meche recibe a más de 10 mil visitantes diariamente. La gran afluencia de personas a este famoso centro de venta ha promovido que además de una gran actividad comercial, se considere al Mercado de la Merced como parte del ideario cultural del capitalino.