El Día internacional del Migrante no fue muy diferente a otros para las dos mil personas que viven en un campamento improvisado en la Plaza de la Soledad. Quienes viven ahí desde hace semanas y meses no recibieron más visitas que de los voluntarios encargados de darles dos comidas y ahí no hubo ceremonias ni discursos.
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El sacerdote Benito Torres Cervantes, párroco de la iglesia Nuestra Señora de la Soledad, y encargado de alimentar a los migrantes, dice que autoridades federales mexicanas no se han acercado para apoyar a los extranjeros y quienes brindan atención son brigadas de las Naciones Unidas y otras organizaciones internacionales.
“No los hemos visto por aquí (al gobierno federal), los que sí son dependencias de la ONU que se dedican a cuestiones de migración”, dice el padre Benito.
El sacerdote hizo un llamado a que autoridades federales para que apoyen a los niños, mujeres y hombres que acampan en casas de madera y plástico, o hasta sobre el piso, en una plaza rodeada de tiraderos de basura, en la que el abandono y el deterioro son evidentes.
Pero el religioso no pide ayuda únicamente para el refugio de Plaza de la Soledad, sino para todos los espacios de apoyo a migrantes.
“No solamente aquí, a este albergue y a estos campamentos, sino a dar una reflexión y una respuesta inmediata, porque con estas nuevas políticas que están surgiendo y las que van a venir de Estados Unidos se necesitan respuestas inmediatas y que no sean parches o paliativos”, pide el director del albergue migrante.
Dos mil migrantes en la plaza
En la Plaza de la Soledad, en chozas de madera reciclada o tiendas de campaña se hacinan alrededor de 2 mil migrantes de diversas nacionalidades, según personal de la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México que apoya en el lugar.
Las personas vienen de Honduras, Guatemala, El Salvador, Venezuela, y hasta de algunos países de África. Todos esperan aquí que les den una cita en Estados Unidos para solicitar refugio.
En el sitio, tres días a la semana, puede verse a una brigada de la organización La Jugarreta, socio de la Unicef, que ofrece actividades a las decenas de niños que viven en el sitio.
Entre la gente que apoya al albergue para la alimentación y otros insumos, están organizaciones internacionales como la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) y la Agencia de las Naciones Unidas para los refugiados (ACNUR), asevera el padre Benito.
Este miércoles operaba un módulo de la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México, otro más que estaba ofreciendo talleres para infantes.
El personal de la Comisión ofrecía juegos e informes sobre los derechos de las personas migrantes, informó personal del lugar, además de que los brigadistas realizan recorridos entre las casas improvisadas para detectar las condiciones en que se encuentra la población migrante.
Durante este Día Internacional del Migrante, a los extranjeros se les ofreció un desayuno a las 10:00 de la mañana, como todos los días, sin embargo, gracias a las gestiones del padre Benito se pudieron otorgar despensas, cobijas, ropa y juguetes a mujeres y hombres migrantes.
“Somos esta parte de la Iglesia que trabaja con las obras de misericordia, con la ayuda de organizaciones y personas, que como les digo, el padre sale y toca puertas, pide limosna para dar caridad”, dice Rosario, una de las voluntarias del refugio.
El refugio recibe cobijas y alimentos de la Secretaría del Bienestar e Igualdad Social (SEBIEN) de la Ciudad de México, aseguran los voluntarios.
Brugada promete espacios para que migrantes no duerman en la calle
La Ciudad de México tendrá un área especial de atención a migrantes, anunció la jefa de Gobierno, Clara Brugada, en el marco de la conmemoración del Día del Migrante.
Esta nueva área de atención a migrantes estará a cargo de la Secretaría de Gobierno y la estructura y espacios, como son los albergues de los Centros de Asistencia e Integración Social que actualmente opera la Secretaría de Bienestar, pasarán a Gobierno. Esta nueva área estará a cargo del exdiputado local, Temístocles Villanueva.
La mandataria capitalina también se comprometió a crear nuevos espacios para que no haya ni un migrante que viva en la calle.
Brugada, quien visitó el CAIS Venustiano Carranza, su gobierno creará un fondo de coinversión para apoyar a organizaciones de la sociedad civil que trabajan con migrantes.
Brugada prometió que en tres meses los migrantes tendrán espacios dignos establecidos por el gobierno capitalino.