METRO CDMX

Denuncian falta de higiene en comedor del Metro

La Silla Rota obtuvo testimonio de trabajadores del Metro que son testigos de lo insalubre del comedor. Las condiciones de higiene del lugar en donde trabajadores del Metro comen, en la estación Constitución de 1917, ha enfermado a más de tres personas y pese a esto, el Metro lo niega

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Al menos tres trabajadores del Sistema de Transporte Colectivo reportaron que haberse enfermado de criptococosis provocada por los alimentos que sirven en el comedor del Metro, sin embargo, tanto el STC como el sindicato mayoritario señalaron que no tienen quejas registradas por el estado de los alimentos ni las condiciones del lugar.

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Un trabajador que pidió a La Silla Rota omitir su nombre dijo come allí casi todos los días dijo la ubicación del comedor y la falta de higiene son un factor que influye en la calidad de la comida.

La carpa que sirve como comedor se instaló de forma “provisional” hace cinco años en un pasillo de la estación Constitución de 1917, junto a nidos de docenas de palomas.

Imágenes proporcionadas por los trabajadores muestran a palomas posadas sobre las charolas de alimentos y excremento de las aves en el suelo del comedor. De acuerdo con el testimonio de los trabajadores entrevistados, las personas diagnosticadas con criptococosis presentaron vómito, fiebre, visión borrosa y confusión.

De acuerdo con el Centro de Salud Pública y Seguridad Alimentaria de la Escuela de Medicina Veterinaria de la Universidad de Iowa (Estados Unidos), el hongo que provoca la enfermedad puede encontrarse en las heces de los pájaros, especialmente de las palomas, aunque establece que la enfermedad se presenta principalmente en personas con sistemas inmunes débiles.

Servicio completo

Según documentos en poder de La Silla Rota, el Metro pagó a la empresa Procesadora y Distribuidora de Alimentos Los Chaneques un máximo de 83 millones de pesos al año por las comidas diarias de todos los trabajadores del STC, que tienen un costo de cinco pesos cada una.

El contrato estipula que el Metro “verificará en todo tiempo” que Los Chaneques cumplan con las condiciones, especificaciones, calidad, control de los servicios y que en caso de no hacerlo puede terminar el contrato sin previo aviso.

Hasta finales de 2023 el Metro continuaba pagando el servicio de Los Chaneques, pese a las quejas de los trabajadores sobre la calidad e higiene de los alimentos. Para el ejercicio de 2024, el STC no ha hecho público el contrato de alimentos.

El trabajador entrevistado señaló que además del comedor provisional hay uno en mejores condiciones que no se ha utilizado desde el momento de su construcción.

De acuerdo con el entrevistado, las autoridades les han dicho que no pueden usar ese comedor porque ahí se encuentra un tanque estacionario que es un riesgo.

La cocina ofrece un menú similar al de cualquier fonda con comida corrida. Normalmente sirven arroz, caldo o sopa, un plato fuerte, frijoles refritos, agua de sabor y un postre pequeño; también pueden cocinar huevos para quien lo prefiera.

El trabajador, un conductor con más de 20 años de experiencia, dice que es común que los empleados del Metro prefieran pagar por comida de calidad en otro lado “a ir por arroz mal cocido o carne fría y dura en una lona llena de cacas de paloma”.

Agrega que “hay veces que las ‘seños’ de la comida ni se molestan en espantar al pájaro”, en referencia a las aves que rondan el comedor.

¿Cómo es el comedor por fuera y por dentro?

Junto a los torniquetes de salida de la estación Constitución de 1917 y metido en un pasillo con muros de reja, se levanta una carpa hechiza color blanco hueso. Sus paredes tienen capas de polvo y tierra.

Por dentro está alumbrada por una serie de tres focos que iluminan todo el espacio compuesto de un anaquel donde guardan la despensa, una mesa metálica larga, un anafre pequeño, sartenes, vajilla pláticas y tres mesas con 6 sillas “tipo fiesta”.

En un pizarrón blanco mediano, las trabajadoras del comedor anotan la comida del día: carne de cerdo en salsa verde con papas, caldo de haba y nopales, arroz blanco con zanahorias, frijoles, agua de sandía y gelatina.

En el suelo debajo de las mesas y de las sillas hay excremento blanco de palomas y de vez en cuando, por las puertas de lona pasan las aves volando.

Toda la comida a excepción de los huevos al gusto la envían lista para calentar y las palomas tienen contacto con ella hasta el momento de servirla, pero los sartenes donde se cocina el almuerzo alternativo están al descubierto y a veces con plumas de ave dentro del aceite.

El área de comunicación social del Metro informó a La Silla Rota que el STC se encarga de la plaga de palomas, sin especificar qué medidas concretas se llevan a cabo.